Cada vez son más los hechos de inseguridad que ocurren en la provincia de Buenos Aires. El violento asalto de hace poco más de una semana a Baby Etchecopar abrió nuevamente el debate. Qué dicen los fiscales y jueces encargados de lidiar con el flagelo. Cuál es la responsabilidad que les corresponde
Cada vez que un violento hecho toma estado público, la inseguridad vuelve al tapete. Sin embargo, las respuestas no aparecen. El violento asalto sufrido por Baby Etchecopar y su familia y el homicidio del peluquero de 32 años ocurrido en Lanús hicieron que la opinión pública vuelva a criticar con dureza al sistema de seguridad. Tal como sucede cada vez que la prensa pone énfasis en determinado caso, la preocupación y el temor hacen mella en la sociedad. Atrás llegan los reclamos y los sentidos pedidos de justicia y seguridad.
Justamente, el de Justicia y Seguridad es el ministerio bonaerense que queda expuesto y en la mira cuando el pueblo se moviliza. Y como cuando el asesinato de Candela Rodríguez o el caso Pomar, surge la misma pregunta: ¿Por qué no se puede terminar con la inseguridad?
Tres fiscales bonaerense conversaron con La Tecla y dan su impresión con respecto a la problemática que tiene en vilo a todo el distrito.
Mónica Rodriguez (tribunal 3 en lo criminal de Quilmes): “Tenemos que dejar de lavarnos las manos”
-¿Por qué no se puede terminar con la inseguridad?
-No se puede terminar con la inseguridad porque, como con cualquier problema, para solucionarlo primero hay que conocerlo. No tengo conocimiento de que se haya hecho un estudio criminológico de lo que nos está pasando. Además, hay que disponer del presupuesto necesario para un montón de medidas. Creo que se han hecho esfuerzos, pero no alcanzan.
-¿Cuál es el problema de fondo?
-El problema de fondo es educativo. La solución no va a ser de corto plazo. Hay toda una generación que perdió la escolaridad alrededor de 2001, que creció en una familia desintegrada, que sufrió abandonos, falta de contención, y cayó en el uso y abuso de estupefacientes o del alcohol. Hoy no tiene idea de por dónde empezar, o peor aún, no tiene la intención de empezar nada. No tiene esperanzas y está cargada de resentimiento.
-¿Qué puede hacer la Justicia al respecto?
-Dejar de decir que la inseguridad no es problema del Poder Judicial. No es sólo del Ejecutivo. Somos el último eslabón, el que condena, absuelve, excarcela o no, archiva o eleva una causa. Estamos en el problema, somos parte de él. Los miembros del Poder Judicial tenemos que dejar de lavarnos las manos como si sólo fuese responsabilidad del ministerio de Justicia, de la Policía, de los legisladores o de las políticas económicas.
-¿Se toma a la seguridad sólo como una puja política entre los que están a favor del gobierno y los que están en contra?
-Lamentablemente, sí; pero está en nosotros, los ciudadanos, advertirlo. Que la gente reclame, es bueno, es sano; que la utilicen con fines malsanos, es una canallada. Pero está en nosotros darnos cuenta y no dejarnos usar.
Alvaro Garganta (Titular de la UFI 11 de La Plata): “El tratamiento de la inseguridad debe ser integral”
-¿Cuál es el problema de fondo de la inseguridad?
-Tiene que ver con la falta de contención en los niveles primario y secundario de la sociedad, o sea, en la familia, el trabajo, los barrios. Lo tienen que llevar adelante los municipios, el gobierno. Hay que apoyar a la familia y contener a aquellos que salen del sistema educativo.
-¿Qué puede hacer la Justicia?
-La Justicia puede hacer muy poco. En lo personal, trato de aprovechar las oportunidades que se me presentan para hablar con las autoridades e intentar orientarlas en busca de los cambios necesarios. El tratamiento debe ser integral. Lo ideal sería que las personas que pasan por el sistema penal, una vez que salen, pudieran ser contenidas por el Estado y que esto no se transformara en un circulo vicioso.
-¿La Justicia se siente acompañada por el poder político?
-Hay una voluntad y una conciencia cada vez mayor de que esto no se soluciona puramente aumentando el número de policías ni de agencias de seguridad, pero todavía estamos lejos de los niveles de eficiencia deseables.
Juan Benavidez (Fiscal del Fuero de Responsabilidad Juvenil de La Plata): “Por ahora no existe una coordinación concreta”
-¿Cuál es el problema de fondo de la inseguridad y cuál sería una posible solución?
-La inseguridad es un tema muy complejo, no sólo está asociada a un problema cultural. Un gran grupo de gente tiene las necesidades insatisfechas. Eso genera violencia. Y esa violencia es un marco identificatorio para ciertos grupos. Para que exista una solución tiene que haber una planificación, con una política criminal razonable y racional que aborde problemas estructurales, que genere coordinación entre los distintos actores. Lo ideal sería que se pudiera solucionar el conflicto penal y que las víctimas no fueran la parte débil.
-¿La Justicia se siente acompañada como para intervenir y cooperar?
-En el caso particular nuestro, la Justicia de menores, por ahora, no hay una coordinación concreta. Por ejemplo, la Policía Judicial sería un gran avance para solucionar diversos problemas que atraviesa el proceso penal juvenil. Las instituciones deben estar acomodadas y adecuadas a lo que manda la ley.
Justamente, el de Justicia y Seguridad es el ministerio bonaerense que queda expuesto y en la mira cuando el pueblo se moviliza. Y como cuando el asesinato de Candela Rodríguez o el caso Pomar, surge la misma pregunta: ¿Por qué no se puede terminar con la inseguridad?
Tres fiscales bonaerense conversaron con La Tecla y dan su impresión con respecto a la problemática que tiene en vilo a todo el distrito.
Mónica Rodriguez (tribunal 3 en lo criminal de Quilmes): “Tenemos que dejar de lavarnos las manos”
-¿Por qué no se puede terminar con la inseguridad?
-No se puede terminar con la inseguridad porque, como con cualquier problema, para solucionarlo primero hay que conocerlo. No tengo conocimiento de que se haya hecho un estudio criminológico de lo que nos está pasando. Además, hay que disponer del presupuesto necesario para un montón de medidas. Creo que se han hecho esfuerzos, pero no alcanzan.
-¿Cuál es el problema de fondo?
-El problema de fondo es educativo. La solución no va a ser de corto plazo. Hay toda una generación que perdió la escolaridad alrededor de 2001, que creció en una familia desintegrada, que sufrió abandonos, falta de contención, y cayó en el uso y abuso de estupefacientes o del alcohol. Hoy no tiene idea de por dónde empezar, o peor aún, no tiene la intención de empezar nada. No tiene esperanzas y está cargada de resentimiento.
-¿Qué puede hacer la Justicia al respecto?
-Dejar de decir que la inseguridad no es problema del Poder Judicial. No es sólo del Ejecutivo. Somos el último eslabón, el que condena, absuelve, excarcela o no, archiva o eleva una causa. Estamos en el problema, somos parte de él. Los miembros del Poder Judicial tenemos que dejar de lavarnos las manos como si sólo fuese responsabilidad del ministerio de Justicia, de la Policía, de los legisladores o de las políticas económicas.
-¿Se toma a la seguridad sólo como una puja política entre los que están a favor del gobierno y los que están en contra?
-Lamentablemente, sí; pero está en nosotros, los ciudadanos, advertirlo. Que la gente reclame, es bueno, es sano; que la utilicen con fines malsanos, es una canallada. Pero está en nosotros darnos cuenta y no dejarnos usar.
Alvaro Garganta (Titular de la UFI 11 de La Plata): “El tratamiento de la inseguridad debe ser integral”
-¿Cuál es el problema de fondo de la inseguridad?
-Tiene que ver con la falta de contención en los niveles primario y secundario de la sociedad, o sea, en la familia, el trabajo, los barrios. Lo tienen que llevar adelante los municipios, el gobierno. Hay que apoyar a la familia y contener a aquellos que salen del sistema educativo.
-¿Qué puede hacer la Justicia?
-La Justicia puede hacer muy poco. En lo personal, trato de aprovechar las oportunidades que se me presentan para hablar con las autoridades e intentar orientarlas en busca de los cambios necesarios. El tratamiento debe ser integral. Lo ideal sería que las personas que pasan por el sistema penal, una vez que salen, pudieran ser contenidas por el Estado y que esto no se transformara en un circulo vicioso.
-¿La Justicia se siente acompañada por el poder político?
-Hay una voluntad y una conciencia cada vez mayor de que esto no se soluciona puramente aumentando el número de policías ni de agencias de seguridad, pero todavía estamos lejos de los niveles de eficiencia deseables.
Juan Benavidez (Fiscal del Fuero de Responsabilidad Juvenil de La Plata): “Por ahora no existe una coordinación concreta”
-¿Cuál es el problema de fondo de la inseguridad y cuál sería una posible solución?
-La inseguridad es un tema muy complejo, no sólo está asociada a un problema cultural. Un gran grupo de gente tiene las necesidades insatisfechas. Eso genera violencia. Y esa violencia es un marco identificatorio para ciertos grupos. Para que exista una solución tiene que haber una planificación, con una política criminal razonable y racional que aborde problemas estructurales, que genere coordinación entre los distintos actores. Lo ideal sería que se pudiera solucionar el conflicto penal y que las víctimas no fueran la parte débil.
-¿La Justicia se siente acompañada como para intervenir y cooperar?
-En el caso particular nuestro, la Justicia de menores, por ahora, no hay una coordinación concreta. Por ejemplo, la Policía Judicial sería un gran avance para solucionar diversos problemas que atraviesa el proceso penal juvenil. Las instituciones deben estar acomodadas y adecuadas a lo que manda la ley.
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