La presidenta Cristina Kirchner decretó el cese de la concesión para con la empresa que explotaba los ramales Mitre y Sarmiento. El anuncio lo hizo el ministro Julio de Vido. El servicio será operado por una UGOFE conformada por el resto de los concesionarios de trenes (Ferrovías y Metrovías) más el Estado.
Tres meses después de la tragedia de Once, donde murieron 51 personas y hubo más de 700 heridos, el Gobierno nacional decidió rescindir la concesión de los ramales Mitre y Sarmiento a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) por “graves irregularidades” en el contrato con el Estado firmado en 1995.
Según anunció el ministro Julio de Vido, la presidenta Cristina Kirchner, firmó el decreto 793/12 que también determina que el servicio será operado por una UGOFE conformada por el resto de los concesionarios de trenes (Ferrovías y Metrovías) más el Estado. La UGOFE tomará posesión de los ramales cuando el decreto se publique el lunes en el Boletín Oficial.
Además, la medida prevé que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) realice un inventario sobre los bienes y el estado de situación de TBA, propiedad del Grupo Cirigliano.
Según se leyó antes de que De Vido tome la palabra la rescisión “es por exclusiva responsabilidad” de la empresa. El Gobierno había intervenido la empresa a la espera del resultado de las pericias judiciales por la tragedia del 22 de febrero pasado.
“La decisión se ha tomado en función de los hechos y los distintos estudios que fueron hechos. Este era el momento, sino hubiéramos tomado la decisión antes. Rescindimos el contrato por los incumplimientos del concesionario, sancionados por el Gobierno con 250 multas que serán descontadas de las acreencias que podría tener el concesionario”, sostuvo De Vido ante la pregunta de un periodista.
En una extensa exposición que se remontó hasta los orígenes del sistema ferroviario en 1880, el Ministro resaltó que “los incumplimientos del concesionario agravan el déficit histórico” y remarcó los trenes "sufrieron un gigantesco proceso de vaciamiento desde 1955, que significó la pérdida de casi 10 mil kilómetros de vías, de unos 30 mil puestos de trabajo, del cierre de estaciones".
“El estado de los ferrocarriles en 2003, cuando asumió Néstor Kirchner era lamentable”, recalcó.
Además, el funcionario anunció "un proceso de inversión más profundo y agudo, que lleve a la calidad y seguridad a quienes usen el servicio" aunque no señaló cuántos millones de pesos se invertirán.
También estuvo presente el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, pero no formuló comentarios.
Según anunció el ministro Julio de Vido, la presidenta Cristina Kirchner, firmó el decreto 793/12 que también determina que el servicio será operado por una UGOFE conformada por el resto de los concesionarios de trenes (Ferrovías y Metrovías) más el Estado. La UGOFE tomará posesión de los ramales cuando el decreto se publique el lunes en el Boletín Oficial.
Además, la medida prevé que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) realice un inventario sobre los bienes y el estado de situación de TBA, propiedad del Grupo Cirigliano.
Según se leyó antes de que De Vido tome la palabra la rescisión “es por exclusiva responsabilidad” de la empresa. El Gobierno había intervenido la empresa a la espera del resultado de las pericias judiciales por la tragedia del 22 de febrero pasado.
“La decisión se ha tomado en función de los hechos y los distintos estudios que fueron hechos. Este era el momento, sino hubiéramos tomado la decisión antes. Rescindimos el contrato por los incumplimientos del concesionario, sancionados por el Gobierno con 250 multas que serán descontadas de las acreencias que podría tener el concesionario”, sostuvo De Vido ante la pregunta de un periodista.
En una extensa exposición que se remontó hasta los orígenes del sistema ferroviario en 1880, el Ministro resaltó que “los incumplimientos del concesionario agravan el déficit histórico” y remarcó los trenes "sufrieron un gigantesco proceso de vaciamiento desde 1955, que significó la pérdida de casi 10 mil kilómetros de vías, de unos 30 mil puestos de trabajo, del cierre de estaciones".
“El estado de los ferrocarriles en 2003, cuando asumió Néstor Kirchner era lamentable”, recalcó.
Además, el funcionario anunció "un proceso de inversión más profundo y agudo, que lleve a la calidad y seguridad a quienes usen el servicio" aunque no señaló cuántos millones de pesos se invertirán.
También estuvo presente el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, pero no formuló comentarios.
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