En una entrevista con el diario El Mercurio de Chile, Daniel Scioli volvió a mostrarse alineado con el kirchnerismo y se sumó al pedido de otros gobernadores: "Nunca he estado peleado con Cristina y la apoyaré si puede ir a una segunda reelección". Consultado sobre sus aspiraciones presidenciales, respondió que sólo debe gestionar para seguir dentro "del equipo liderado por la Presidenta".
Las declaraciones a la prensa blanqueando sus aspiraciones presidenciales generaron una tensión extrema con la Casa Rosada. Pero el gobernador bonaerense Daniel Scioli parece haber dado marcha atrás con su estrategia de paulatina diferenciación con el Gobierno Nacional, y ahora aseguró que acompañará a Cristina Kirchner en una eventual re reelección.
Durante la misión comercial que encabeza en Chile, el gobernador conversó con el diario El Mercurio, y mostró un discurso conciliador con el kirchnerismo. "Nunca he estado peleado con Cristina y la apoyaré si puede ir a una segunda reelección", afirmó.
"Hay sectores que siempre me han querido hacer pelear con la Presidenta tal como lo intentaron antes con Néstor Kirchner. Pero yo me uní con ellos, poniendo todos y cada uno en su estilo, nuestro sentido de la responsabilidad y lo mejor de nosotros por el bien del país", dijo.
Consultado sobre su intención de competir por la presidencia en 2015, Scioli contestó que su misión es "seguir adelante con mi trabajo", que es lograr que "funcionen los hospitales, las escuelas, combatir la inseguridad y dinamizar los sectores productivos. Ese es mi trabajo y formo parte del equipo liderado por la Presidenta que viene trayendo a la Argentina grandes soluciones y cambios".
"Soy claro y enfático en reiterar que en la eventualidad de que hubiese una reforma constitucional, la Presidenta, como siempre, contará con mi apoyo", insistió.
Recién entonces deslizó: "Falta mucho para el 2015 y hay muchas conjeturas y análisis. Yo entiendo las expectativas que pueda haber. Si la reforma no se da, entonces yo podría tener mis aspiraciones como cualquier otro dirigente, lo que es normal en política".
Así, Scioli se suma al pedido de reelección que ya hicieron los gobernadores de Neuquén, Jorge Sapag, y de Mendoza, Francisco "Paco" Pérez. También varios intendentes del Conurbano -como Fernando Espinoza, de La Matanza, y Julio Pereyra, de Florencio Varela- se habían expresado en el mismo sentido.
Pero lejos de tomarlos como un rendición o un declaración de lealtad, los dichos de Scioli fueron leídos como un nuevo capítulo en su carrera hacia la Rosada. Es que el gobernador habría accedido a las últimos sondeos realizados por la consultora Poliarquía, que marcan -al menos por ahora- que el Gobierno tendría serios problemas para lograr el apoyo ciudadano y, por ende, un resultado favorable en las elecciones de convencionales constituyentes.
Con esta información, entonces, las palabras conciliadoras de Scioli serían un modo de salir del ojo de la tormenta y aliviar los embates innecesarios, al menos hasta que el Gobierno tropiece con el rechazo ciudadano a su posible proyecto reeleccionista.
Las palabras de Daniel Scioli, además, llegan luego de otra señal de "reconciliación" con la Casa Rosada: ayer el gobernador bonaerense instruyó a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y a su Secretario Legal y Técnico, Mariano Cervellini, a coordinar con las autoridades de la Casa de la Moneda la impresión de la documentación oficial de los organismos provinciales.
De este modo, la Provincia apoya públicamente al Gobierno Nacional, cuando toda la oposición lo critica por la estatización de la ex Ciccone Calcográfica, y apunta contra su vice Amado Boudou, por sus presuntas vinculaciones con los propietarios de la compañía.
Durante la misión comercial que encabeza en Chile, el gobernador conversó con el diario El Mercurio, y mostró un discurso conciliador con el kirchnerismo. "Nunca he estado peleado con Cristina y la apoyaré si puede ir a una segunda reelección", afirmó.
"Hay sectores que siempre me han querido hacer pelear con la Presidenta tal como lo intentaron antes con Néstor Kirchner. Pero yo me uní con ellos, poniendo todos y cada uno en su estilo, nuestro sentido de la responsabilidad y lo mejor de nosotros por el bien del país", dijo.
Consultado sobre su intención de competir por la presidencia en 2015, Scioli contestó que su misión es "seguir adelante con mi trabajo", que es lograr que "funcionen los hospitales, las escuelas, combatir la inseguridad y dinamizar los sectores productivos. Ese es mi trabajo y formo parte del equipo liderado por la Presidenta que viene trayendo a la Argentina grandes soluciones y cambios".
"Soy claro y enfático en reiterar que en la eventualidad de que hubiese una reforma constitucional, la Presidenta, como siempre, contará con mi apoyo", insistió.
Recién entonces deslizó: "Falta mucho para el 2015 y hay muchas conjeturas y análisis. Yo entiendo las expectativas que pueda haber. Si la reforma no se da, entonces yo podría tener mis aspiraciones como cualquier otro dirigente, lo que es normal en política".
Así, Scioli se suma al pedido de reelección que ya hicieron los gobernadores de Neuquén, Jorge Sapag, y de Mendoza, Francisco "Paco" Pérez. También varios intendentes del Conurbano -como Fernando Espinoza, de La Matanza, y Julio Pereyra, de Florencio Varela- se habían expresado en el mismo sentido.
Pero lejos de tomarlos como un rendición o un declaración de lealtad, los dichos de Scioli fueron leídos como un nuevo capítulo en su carrera hacia la Rosada. Es que el gobernador habría accedido a las últimos sondeos realizados por la consultora Poliarquía, que marcan -al menos por ahora- que el Gobierno tendría serios problemas para lograr el apoyo ciudadano y, por ende, un resultado favorable en las elecciones de convencionales constituyentes.
Con esta información, entonces, las palabras conciliadoras de Scioli serían un modo de salir del ojo de la tormenta y aliviar los embates innecesarios, al menos hasta que el Gobierno tropiece con el rechazo ciudadano a su posible proyecto reeleccionista.
Las palabras de Daniel Scioli, además, llegan luego de otra señal de "reconciliación" con la Casa Rosada: ayer el gobernador bonaerense instruyó a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y a su Secretario Legal y Técnico, Mariano Cervellini, a coordinar con las autoridades de la Casa de la Moneda la impresión de la documentación oficial de los organismos provinciales.
De este modo, la Provincia apoya públicamente al Gobierno Nacional, cuando toda la oposición lo critica por la estatización de la ex Ciccone Calcográfica, y apunta contra su vice Amado Boudou, por sus presuntas vinculaciones con los propietarios de la compañía.
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