Sectores empresarios opositores a la Casa Rosada le habrían sugerido que retire su postulación para facilitar un triunfo de Sergio Massa. El diputado se negó en malos términos. Las ayudas del kichnerismo y la mano final de Scioli.
Francisco De Narváez rechazó en muy duros términos una sugerencia para bajarse de la elección que le hicieron sectores empresarios opositores a la Casa Rosada. Incluso desde un sector del massimo se trató de negociar con Hugo Moyano -aliado clave del empresario- una acción en ese sentido. Por ahora sin mayor éxito.
La propuesta tenía su fundamento en los números: según las últimas encuestas, el diputado conserva una franja de entre 12 y 15 puntos que complica las chances de triunfo de Sergio Massa.
Se trata de un nucleo duro que supo consolidar en sus incursiones electorales y que en este mes de campaña, contra lo que se pensaba, no se mudó naturalmente al massismo.
La apuesta del intendente de Tigre es capturar ese voto al menos en la general, pero ningún sondeo indica que eso estará al alcance de la mano. Por eso es clave el resultado que saque De Narváez el próximo 11 de agosto. Si sale cuarto detrás de Margarita Stolbizer con registros de un dígito, la idea de pedirle un "gesto patriótico" acaso tenga alguna chance. Pero si mantiene los procentajes que hoy le dan las encuestas será casi imposible.
El kirchnerismo tomó nota de esta tendencia: De Narváez se convirtió en un habitué de medios oficialistas como C5N, del empresario ultraK Cristóbal López.
Pero irían por más. Para la general en la Casa Rosada ya le pidieron a Scioli que se haga cargo de mantener en pie a De Narváez, con quien coqueteó estos dos años para un acuerdo electoral que nunca llegó.
Esos movimientos de Scioli le valieron una reprimenda del ultrakirchnerismo, que especulaba con una partida suya a las filas opositoras. Pero eso nunca ocurrió y ahora pragmáticos al fin, están evaluando para luego de las primarias reforzar a De Narváez para que no pierda "ni un voto opositor" que vaya a las filas del ex jefe de Gabinete.
La propuesta tenía su fundamento en los números: según las últimas encuestas, el diputado conserva una franja de entre 12 y 15 puntos que complica las chances de triunfo de Sergio Massa.
Se trata de un nucleo duro que supo consolidar en sus incursiones electorales y que en este mes de campaña, contra lo que se pensaba, no se mudó naturalmente al massismo.
La apuesta del intendente de Tigre es capturar ese voto al menos en la general, pero ningún sondeo indica que eso estará al alcance de la mano. Por eso es clave el resultado que saque De Narváez el próximo 11 de agosto. Si sale cuarto detrás de Margarita Stolbizer con registros de un dígito, la idea de pedirle un "gesto patriótico" acaso tenga alguna chance. Pero si mantiene los procentajes que hoy le dan las encuestas será casi imposible.
El kirchnerismo tomó nota de esta tendencia: De Narváez se convirtió en un habitué de medios oficialistas como C5N, del empresario ultraK Cristóbal López.
Pero irían por más. Para la general en la Casa Rosada ya le pidieron a Scioli que se haga cargo de mantener en pie a De Narváez, con quien coqueteó estos dos años para un acuerdo electoral que nunca llegó.
Esos movimientos de Scioli le valieron una reprimenda del ultrakirchnerismo, que especulaba con una partida suya a las filas opositoras. Pero eso nunca ocurrió y ahora pragmáticos al fin, están evaluando para luego de las primarias reforzar a De Narváez para que no pierda "ni un voto opositor" que vaya a las filas del ex jefe de Gabinete.
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