Habló de producción récord de leche. La realidad está marcada por la
desaparición de miles de tamberos asfixiados por la política oficial. El
estancamiento y la comparación con la región
Esta fue también una década ganada en la producción de leche”. Textual, las declaraciones que realizó ayer la presidenta en las instalaciones de Sancor contrastan con la realidad de forma sorprendente. Horas después, la desmintieron los productores agropecuarios, las estadísticas oficiales y hasta las Naciones Unidas.
En diálogo con Hoy, Guillermo Gianassi, vicepresidente de la Federación Agraria, confirmó lo denunciado por nuestro diario: en la década perdida, desaparecieron miles de tamberos, estrangulados por la política del gobierno nacional. “Lo que no dijo Cristina Kirchner es que tenemos el 40% menos de productores, porque en los últimos años perdimos 8 mil tamberos. De los 18 mil que éramos, solamente quedamos 10 mil”. El proceso, explicó Gianassi, se vincula a la fuerte apuesta de la Casa Rosada por la concentración en los distintos sectores (de hecho Sancor es una de las firmas monopólicas del mercado lácteo), y que en el campo no sólo se ha cobrado el puesto de trabajo y la quiebra de los pequeños y medianos productores, sino que ha modificado la estructura productiva, favoreciendo el monocultivo.
“Este año vamos a llegar a 11.800 millones de litros’’, enfatizó la mandataria en Chivilcoy, secundada por sus habituales aplaudidores. Nuestro entrevistado confirmó la cifra, pero agregó un dato que ayuda a salir de la foto para entender la película. “En el año 2000 la producción ya superaba los diez mil litros. Es decir, en la década la producción aumentó sólo el 10 por ciento”, explicó el ruralista. Pero Gianassi no habla solo desde el campo, sino que se remite a la FAO, la organización para la alimentación de las Naciones Unidas, que señaló que el nuestro fue el país con el menor aumento de la producción lechera en los últimos diez años. “La producción lechera de Guatemala aumentó en un 80 por ciento, Perú, el 91%, Venezuela 70% y Bolivia 65%”, agregó. Ninguno de estos países de la región, sin embargo, tienen las posibilidades de nuestra pampa humedad. “No se puede manipular las cifras a conveniencia del gobierno”, dijo Guillermo, en un lapsus que osciló entre la indignación y la inocencia. Se olvida que lo hace todo el tiempo, que la mentira y el dibujo de los números se ha constituido en más que una práctica política: es ya una forma de gobernar. Las consecuencias la vemos en las góndolas con un sachet de leche que no baja de los $8, y productos lácteos cuyos valores suben de forma permanente y sistemática.
Sin respuestas ante los reclamos
Días atrás, los productores agropecuarios llevaron una vaca hasta la secretaría de Agricultura y la ordeñaron como forma de protesta ante la indiferencia del gobierno nacional. Al momento, no han tenido ninguna respuesta. Ninguna posibilidad de diálogo ni ofertas para solucionar la crisis del sector.
“Es una revancha por lo que sucedió en 2008”, dijo Guillermo Gianassi. Se refiere a la pelea por la 125 y las retenciones al campo, que la Casa Rosada perdió en el Congreso, pero que desde entonces, se la está cobrando en cuotas, y con intereses.
“nuestro reclamo principal es porque, de los 8 pesos que sale la leche en la góndola, el productor sólo recibe dos”, dijeron desde la Federación Agraria. Así, “la ganancia queda para las grandes cadenas de supermercados, mientras a nosotros nos aumentan los costos y la inflación no se refleja en la retribución final”, agregaron. “Cada vez se profundiza más la brecha entre los dos pesos que recibimos y los ocho pesos de la góndola”, insistieron. Es cierto, en el país, las brechas cada vez son mayores.
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