Pasadas las cinco de la mañana, con 134 votos a favor y 113 en contra
en una sesión de casi 17 horas de debate, la cámara baja dio media
sanción al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo.
El kirchnerismo obtuvo el quórum (ver Cómplices)que necesitaba en la Cámara de Diputados y esta mañana, con 134 votos a favor y 113 en contra, logró darle media sanción a uno de los proyectos económicos que el Gobierno considera clave para los últimos dos años de mandato de Cristina: el Presupuesto 2014, las prórrogas de la emergencia económica, del impuesto al cheque y otros tres tributos.
Como miembro informante del Frente para la Victoria, Roberto Feletti sostuvo que “el Presupuesto es equilibrado y contempla formas de financiamiento sin crisis fiscal y una inversión social muy alta, razón por la cual sorprende que fuerzas progresistas no lo apoyen por lo menos en términos generales”. Desde la oposición surgieron distintas críticas al Presupuesto. Miguel Giubergia (UCR-Jujuy) apuntó contra el reparto de gastos: “Se gasta más en pagar la deuda que en la asignación universal por hijo. Y tampoco tiene mucho de nacional y popular discriminar claramente a unas provincias y regiones de otras”, dijo.
En la misma línea, Claudio Lozano (Unidad Popular) advirtió que “con este Presupuesto se continúa con la lógica de ser pagadores seriales” de la deuda y “además reactiva el ciclo de endeudamiento y exhibe desprolijidad y desajuste”.
Sin argumentos demasiado convincentes, el riojano Javier Tineo (FPV) sostuvo que los proyectos K “benefician a los 40 millones de argentinos” pero “a ningún gobernador en particular”.
Por su parte, Julián Obliglio, del PRO, criticó la celeridad con la que fueron tratados los proyectos.
“El oficialismo aprueba en cinco días un presupuesto que prevé un gasto público de un millón y medio de pesos por minuto”, señaló. Con apenas dos semanas de trámite parlamentario, el debate en comisión de los proyectos duró apenas dos días. Y el equipo económico del Gobierno participó de una sola reunión.
A su turno, la massista Graciela Camaño insistió: “Añoramos el tiempo en que venían los ministros, rectores de universidades, directores de hospitales públicos. Hoy estamos dando un triste espectáculo con una sesión acotada”.
También recibió duras críticas la prórroga de la ley de emergencia económica, sancionada por primera vez tras la crisis de 2001.
“El Gobierno dice que ésta ha sido una década ganada, pero nos pide una emergencia económica”, ironizó Gerardo Milman (GEN).
Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, bromeó: “Sería mas fácil aprender a hablar marciano que explicar por qué buscan la emergencia económica, si es que estamos en la década ganada”. Y Pablo Tonelli (PRO) advirtió : “Es imposible pensar que el país vive una situación que amerite la declaración de una emergencia económica. Esto es un intento más del Poder Ejecutivo de a sumir poderes que no le corresponden y que son propios del Congreso, para actuar por encima del Poder Legislativo con total impunidad y sin control”.
Como miembro informante del Frente para la Victoria, Roberto Feletti sostuvo que “el Presupuesto es equilibrado y contempla formas de financiamiento sin crisis fiscal y una inversión social muy alta, razón por la cual sorprende que fuerzas progresistas no lo apoyen por lo menos en términos generales”. Desde la oposición surgieron distintas críticas al Presupuesto. Miguel Giubergia (UCR-Jujuy) apuntó contra el reparto de gastos: “Se gasta más en pagar la deuda que en la asignación universal por hijo. Y tampoco tiene mucho de nacional y popular discriminar claramente a unas provincias y regiones de otras”, dijo.
En la misma línea, Claudio Lozano (Unidad Popular) advirtió que “con este Presupuesto se continúa con la lógica de ser pagadores seriales” de la deuda y “además reactiva el ciclo de endeudamiento y exhibe desprolijidad y desajuste”.
Sin argumentos demasiado convincentes, el riojano Javier Tineo (FPV) sostuvo que los proyectos K “benefician a los 40 millones de argentinos” pero “a ningún gobernador en particular”.
Por su parte, Julián Obliglio, del PRO, criticó la celeridad con la que fueron tratados los proyectos.
“El oficialismo aprueba en cinco días un presupuesto que prevé un gasto público de un millón y medio de pesos por minuto”, señaló. Con apenas dos semanas de trámite parlamentario, el debate en comisión de los proyectos duró apenas dos días. Y el equipo económico del Gobierno participó de una sola reunión.
A su turno, la massista Graciela Camaño insistió: “Añoramos el tiempo en que venían los ministros, rectores de universidades, directores de hospitales públicos. Hoy estamos dando un triste espectáculo con una sesión acotada”.
También recibió duras críticas la prórroga de la ley de emergencia económica, sancionada por primera vez tras la crisis de 2001.
“El Gobierno dice que ésta ha sido una década ganada, pero nos pide una emergencia económica”, ironizó Gerardo Milman (GEN).
Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, bromeó: “Sería mas fácil aprender a hablar marciano que explicar por qué buscan la emergencia económica, si es que estamos en la década ganada”. Y Pablo Tonelli (PRO) advirtió : “Es imposible pensar que el país vive una situación que amerite la declaración de una emergencia económica. Esto es un intento más del Poder Ejecutivo de a sumir poderes que no le corresponden y que son propios del Congreso, para actuar por encima del Poder Legislativo con total impunidad y sin control”.
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