El gobierno argentino dio un importante paso en la normalización con la petrolera expropiada, al anuniarse hoy la firma de un principio de acuerdo que incluiría el pagó de u$s 1.500 millones. El consejo de Repsol deberá ratificar el acuerdo en su reunión del Consejo del miércoles.
El gobierno argentino y la compañía Repsol alcanzaron hoy un principio de acuerdo que empieza a normalizar la relación con esta compañía española luego de la expropiación del 51 por ciento del capital de YPF, según informaron ambas partes mediantes sendos comunicados.
El cierre de las negociaciones estuvo a cargo del ministro de Economía, Axel Kicillof, y del presidente de YPF, Miguel Galuccio, que lo negociaron esta mañana en Buenos Aires, en reuniones con el ministro de Industria de España, José Manuel Soria y el director general de Repsol, Nemesio Fernández-Cuesta, con la notoria ausencia del presdiente de esa compañía, Antonio Brufau, el más refractario al entendimiento.
Se trata de un avance importante en la estrategia de reinserción de Argentina en el mundo, que buscó anotarse el flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, luego de una semana de escasa novedades en la cartera a su cargo. Aunque en rigor, las negociaciones fueron piloteadas desde el incio por el titular de YPF.
En un comunicado, el Ministerio de Economía destacó que "se ha arribado a un principio de acuerdo acerca de la compensación por la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF ocurrida en abril de 2012, sujeto a ratificación de los máximos órganos rectores de Repsol".
Más adelante, indica que "tal principio de acuerdo implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos y que ambas partes desistirán de las acciones legales en curso.
Las partes coinciden en que el presente principio de acuerdo contribuye a normalizar y fortalecer los históricos vínculos entre los tres países y sus empresas".
Al mismo tiempo, Repsol, en otro comunicado, ha explicado que someterá el principio de acuerdo "a la consideración de su Consejo de Administración, que deberá pronunciarse sobre sus términos y condiciones".
El consejo de la petrolera española "analizará y acordará lo que estime conveniente en exclusivo interés de la Compañía y de sus accionistas en su reunión del próximo miércoles 27 de noviembre".
En las negociaciones fue clave el embajador argentino en Madrid, Carlos Betini, que como anticipó LPO en su momento, venía desplegando intensas negociaciones para reencauzar la relación con España. Betini estuvo presente en la firma del entendimiento en Buenos Aires, acompañado por el infuyente secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini.
Soria llegó acompañado por los presidentes de La Caixa, Isidro Fainé y de Pemex, Emilio Lozoya, en calidad de representantes de los accionistas.
Fainé -que tiene otros intereses con la Argentina- fue clave para aislar la postura inflexible de Brufau que había estimado la compensación por las acciones de Repsol en unos 10 mil millones de dólares. El propio Galuccio había beneficiado recientemente al titular de La Caixa con contratos de importación de gas licuado por más de u$s 2.000 millones, arriesgandose incluso a sanciones judiciales, que finalmente fueron desistidas.
De hecho, la ausencia de Brufau en la firma del acuerdo transparentó la división que existe hacia adentro de la petrolera española con este tema.
El directivo catalán se aferra a la idea de mantener, por encima de todo, la batalla judicial contra Argentina y, eventualmente, iniciar otro frente contra Pemex, la petrolera mexicana que tambiuén empujaba el acuerdo.
De hecho, este encuentro, la primera cita formal entre las partes que ha trascendido, se produce después de una semana en la que se ha disparado la tensión entre la dirección de Repsol y Pemex, empresa titular de un 9,3% de su capital y con interés en trabajar con YPF.
El acuerdo
Lo que trascendió semanas atrás del entendimiento que se estaba trabajando contempla la creación de una sociedad conjunta entre Repsol, YPF y Pemex para explotar una zona del megayacimiento de Vaca Muerta. Esta sociedad estaría conformada en un 51% por YPF; en un 47% por Repsol y en un 2% por Pemex.
Además Repsol recibiría 1.500 millones de dólares -que se pagarían en bonos-, que tendría que invertir obligatoriamente en la sociedad conjunta para financiar los proyectos de explotación.
En conjunto y según la valoración realizada por YPF, la oferta ascendería a 5.000 millones de dólares -la mitad de lo que pedía Brufau- caalculados de la siguiente manera: 1.500 millones de dólares pagados en bonos y 3.500 millones de dólares lo que representaría la participación en la flamante sociedad para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta.
Sin embargo, el Gobierno no informó los términos dele ntendimiento, de manera que habrá que esperar para confirmar si se mantienen estos términos o hay alguna sorpresa.
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