Entrevista. Es la única intendenta massista de la región. Aquí define la General Lavalle que aspira para un futuro próximo a la vez que detalla la marcha de una serie de obras clave.
Marcela Passo posa para ENTRELÍNEAS.INFO en el patio del pintoresco Palacio Municipal. “Nada se construye desde un sentimiento negativo”, asegura.
Por Mario CarusoFotos: Natalia Aiello
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“Nunca pensé en ser intendenta”, dice Marcela Passo, relajada en un cómodo sillón de su despacho en la Municipalidad de General Lavalle. “Se fueron dando pasos de a poco. Este equipo de trabajo está por encima de nuestros intereses personales. Comencé a trabajar en 2003, cuando regresé de La Plata, ya recibida. Osvaldo Goicoechea era el intendente y le llevé mi currículum. Entonces, comencé a trabajar como contadora en el Consejo Escolar. En 2007 mi contrato caducó, pero la verdad es que pese a que mi actividad como contadora privada me dejaba más dinero, me dieron ganas de seguir participando en el Consejo. Me había arraigado mucho. Entonces me dieron la oportunidad de encabezar la lista de consejeros escolares”, relata la jefa comunal que accedió a este cargo con el Frente para la Victoria, pero que se sumó al Frente Renovador en este año electoral.
Passo destaca que una de las cosas que la convenció de sumarse a este grupo es que “siempre se le da oportunidades a los jóvenes. Darles oportunidades a los jóvenes es un acto de grandeza de parte de los grandes. Y de inteligencia, también”. El resto es una historia algo más conocida: fue jefa de Gabinete del breve gobierno de Adriana Soruco (reemplazó a Guillermo Marchi, expulsado de su cargo por una cuestión judicial) y en 2011 accedió a la intendencia. “Yo soy una integrante más de este proyecto. Siempre voy a estar participando”, añade.
-¿De dónde viene su gusto por la actividad política?
-No hay que tenerle miedo a la palabra política. Hay mucho tabú. Hay que inculcarle a los jóvenes que hacer política es hacer algo para transformarle la vida a la gente. Se puede hacer política desde una cooperadora, desde un centro de estudiante, como vecino... Siempre fui participativa en la escuela, pero tal vez no me daba cuenta que estaba haciendo política. Yo hasta los 13 años viví en el campo. Cuando terminé la escuela primaria me tocó venirnos con mi mamá y mis tres hermanos a vivir al pueblo. Mi papá se quedó en el campo, lo que para nosotros fue bastante traumático como hijos. Fue uno de los cambios más bruscos en mi vida personal. Los fines de semana nos íbamos al campo y en la semana estábamos acá.
-¿Qué recuerdos tiene de la vida de campo?
-Mucha vida en familia... La escuela me quedaba a un kilómetro y medio, relativamente cerca para las distancias que tenían que desarrollar otros compañeros. Cómo máximo, en esos años fuimos 7 alumnos. Yo iba todos los días arriba de un petiso muy mañero, que siempre se me quería volver a mi casa. Siempre tengo estas historias en el recuerdo, porque te encontrás con personas que íbamos a la misma escuela y hoy, por ejemplo, trabajan en la Municipalidad. Seguimos compartiendo la vida.
-¿Haber transitado este camino permite valorar más el presente?
-El mayor orgullo es advertir el crecimiento de esos lugares donde uno estuvo. No obstante, no tengo la postura de victimizarme. Fui muy feliz. Y en condiciones muy diferentes a las actuales. Aquella escuela mía tenía paredes de chapa, techo de chapa... Íbamos más abrigados y listo. El pasto lo cortaban los caballos. Hoy todo esto ya no es así. Sí tengo el recuerdo de que cada vez que había un acto escolar o un evento, era una verdadera fiesta. Tuvieran o no tuviera hijos, los vecinos ni necesitaban invitación. Yo creo esa es la verdadera comunidad educativa.
-¿Cómo lleva su demandante trabajo con el de madre de una nena de 8 años?
-Ya desde que tenía un mes y medio empezó a viajar conmigo. Siempre tuve una vida muy dinámica, muy metida en mi trabajo. Entonces, ella está acostumbrada a ir a todos lados conmigo. Antes de empezar el jardín ya sabía cantar el Himno Nacional. Como madre, lo que intento es optimizar el tiempo que paso con ella. Le explico cuál es el rol de la madre. Ya sabe de los sabores y de los sinsabores de todo esto.
CUESTIONES DE GESTIÓN
-El General Lavalle que usted se trazó al asumir, ¿en qué punto está?
-Lo más importante es saber hacia dónde vamos. Todo lo que proyectamos lo queremos para ya mismo, pero eso no es posible. Ni lógico. Todo tiene su tiempo. Estamos viviendo un proceso de crecimiento importante, que viene desde hace bastante tiempo. Tenemos a una sociedad muy contenida, muy segura. Con una gran calidad de vida de nuestros hijos. Tenemos una oportunidad única de crecimiento, que es importante que entre todos los lavallenses lo podamos lograr y sostenerlo. Que este crecimiento vaya de la mano del arraigo. No tenemos que dejar de ser pueblo. Por eso nuestra obsesión por trabajar tan fuerte en las actividades sociales, en el deporte, en la cultura. Hacer participar a las instituciones.
-En otros distritos la seguridad es uno de los mayores reclamos del vecino. ¿Cómo es la situación aquí?
-El índice de inseguridad es de los más bajos de toda la provincia de Buenos Aires. De todos modos, yo no duermo tranquila. Mañana acontece un hecho a algún vecino y eso es duro. Y nos ha pasado. No hay que olvidar que General Lavalle tiene todo el frente costero... Y nos sucedió. El distrito tiene una conformación amplia, complicada. Por eso es importante desarrollar políticas locales en materia de seguridad. Nosotros hemos implementado distintos programas que han funcionado muy bien y tienen que ver con involucrar al vecino. Si en definitiva entre todos nos conocemos y sabemos de la dinámica de nuestro barrio, nuestras chacras, nuestros campos, el tener una red articulada de comunicación nos permite estar bien fortalecidos. Trabajamos mucho en materia de prevención.
-¿Y las soluciones habitacionales?
-Hay demandas de viviendas sociales, claro. Los lavallenses quieren seguir desarrollando sus vidas en General Lavalle. Estamos desarrollando programas nacionales y provinciales. E incluso con nuestros concejales armamos un programa municipal para aquellos que nunca van a poder pagar una cuota.
-Se están realizando también varios trabajos en la zona del puerto.
-Es un puerto que hacía 70 años que no exportaba al resto del mundo. Este proyecto le ha dado una impronta. Lo declaró municipal, le prestó atención. De todos modos, la pesca pasa por una situación crítica por cuestiones que no tienen que ver con lo municipal, entonces el trabajador ver cortada la posibilidad de trabajo. Queremos ir logrando obras que generen mayor espacio portuario con la misma cantidad de producto de mar, generar trabajo en tierra. En este sentido, ahora estamos desarrollando dos obras. Una es la ampliación del tablestacado portuario y también donde el tablestacado cedió dado el movimiento permanente que tiene. También tenemos proyectado mejorar los espacios verdes de ese sector.
-¿Cuánta gente trabaja en el puerto?
-Teniendo en cuenta todo el año, si contás la gente que trabaja en las dos plantas, son unas 800 personas. Es una cantidad muy grande. Incluso desde la región, en épocas de descargas, vienen a trabajar acá. Más allá de esto, otra de las patas salientes de este sector es el turismo, que pretendemos irlo desarrollando de manera conjunta con el Parque Nacional Campos del Tuyú. Tenemos que irnos mentalizando como pueblo turístico. Ir generando de a poco la conciencia. Cuando el Parque abra sus puertas, la cantidad de visitantes será muy distinta a la actual. Tenemos que aprovechar nuestras riquezas y la historia.
-¿Acerca de la obra Parque Nacional qué precisiones hay?
-Se supone que antes de fin de año saldrá en licitación la construcción del centro de interpretación y unos paseos. Esta obra, que tiene un diseño muy innovador, contempla más de 8 millones de pesos de inversión. Estiman que alrededor de dos años es el proceso de construcción.
-Previo a las elecciones apareció un anteproyecto de una rotonda de ingreso a la ciudad. ¿Hubo algún avance?
-Está contemplada dentro del proyecto de la construcción de la Autovía. Lo que planteamos es que se desarrolle antes de lo pautado, dado que nuestro acceso es muy peligroso. Desde Vialidad ya pasó a Obras Públicas. Además, ahora todos los días ingresan micros de larga distancia a nuestro distrito, para lo que tienen que hacer una maniobra complicada.
MI AMIGO MASSA
-¿Cuándo conoció a Sergio Massa?
-En una visita al Municipio de Tigre, ya siendo intendenta, a principios de 2012. En una reunión en la que también estuvieron Osvaldo Goicoechea y Patricio Hogan. Luego terminó siendo una veintena de intendentes junto a Sergio. Nos buscamos, intercambiamos ideas. Generamos una mesa donde nos escuchamos y entre todos pensamos soluciones a nuestros problemas. Todo esto luego derivó en la generación de una nueva fuerza política, que es el Frente Renovador.
-¿Cómo lo definiría al “fenómeno Massa”?
-Es un tipo muy macanudo, con quien puedo decir que tengo una linda amistad. Tiene muchísimas ganas de hacer, una carga de energía impresionante y una tremenda capacidad para transmitir qué es lo que quiere hacer. Tiene una manera muy lógica y sencilla de hacer las cosas. También cuenta con un don que no todos tienen: el poder llegar a la gente no sólo desde la palabra sino también desde el sentimiento.
-¿Ve un futuro presidenciable en él?
-Al Frente Renovador yo le encuentro un parecido con lo que vivimos en General Lavalle desde hace 18 años: siempre tiene los brazos abierto. No es un slogan. Si fuera un slogan, a los dos días se cae. Estar por encima de todo, siempre con una línea de conducta. Es lógico que en el camino haya compañeros que se enojan, otros que se van y luego vuelven, otros que no... Pero la senda es siempre la misma. Ver todas las cosas en términos positivos. Nada se construye desde un sentimiento negativo. Hay que ver cómo canalizar todas las acciones desde un costado positivo, no para destruir. Y yo creo que el Frente Renovador interpreta todo esto. Entonces creo que en la medida en que sigamos escuchando a la gente, vamos a seguir creciendo.
-¿Cuánto la perjudicó en la gestión haberse corrido del FpV? Con el retaceo de obras, las demoras...
-Tomar estas decisiones tiene costos. Lo más importante es saber tomar el rumbo de las convicciones y del proyecto. Sí me ha sucedido que no me invitaron más a las reuniones. Esto es público. Pero bueno, yo soy respetuosa de las agendas de cada uno de los ministros, gobernadores... Yo no pienso así. No creo que porque un intendente, un concejal o un compañero piense distinto que yo le voy a cerrar la puerta. El camino que nos toca construir en Argentina, en la Provincia y en nuestro distrito, debe pasar por ahí. Nosotros gestionamos y trabajamos para toda la comunidad, no sólo para los que nos votaron. Y tengo muy claro que esto es lo que me apasiona. Me considero un soldado de este proyecto, no importa el lugar en el que esté. Mi comunidad es la prioridad.
“Nunca pensé en ser intendenta”, dice Marcela Passo, relajada en un cómodo sillón de su despacho en la Municipalidad de General Lavalle. “Se fueron dando pasos de a poco. Este equipo de trabajo está por encima de nuestros intereses personales. Comencé a trabajar en 2003, cuando regresé de La Plata, ya recibida. Osvaldo Goicoechea era el intendente y le llevé mi currículum. Entonces, comencé a trabajar como contadora en el Consejo Escolar. En 2007 mi contrato caducó, pero la verdad es que pese a que mi actividad como contadora privada me dejaba más dinero, me dieron ganas de seguir participando en el Consejo. Me había arraigado mucho. Entonces me dieron la oportunidad de encabezar la lista de consejeros escolares”, relata la jefa comunal que accedió a este cargo con el Frente para la Victoria, pero que se sumó al Frente Renovador en este año electoral.
Passo destaca que una de las cosas que la convenció de sumarse a este grupo es que “siempre se le da oportunidades a los jóvenes. Darles oportunidades a los jóvenes es un acto de grandeza de parte de los grandes. Y de inteligencia, también”. El resto es una historia algo más conocida: fue jefa de Gabinete del breve gobierno de Adriana Soruco (reemplazó a Guillermo Marchi, expulsado de su cargo por una cuestión judicial) y en 2011 accedió a la intendencia. “Yo soy una integrante más de este proyecto. Siempre voy a estar participando”, añade.
La jefa comunal destaca que en el Frente Renovador se sintió escuchada. Acerca de su futuro, dice que le gustaría “continuar dentro de este proyecto, donde sea”.
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-No hay que tenerle miedo a la palabra política. Hay mucho tabú. Hay que inculcarle a los jóvenes que hacer política es hacer algo para transformarle la vida a la gente. Se puede hacer política desde una cooperadora, desde un centro de estudiante, como vecino... Siempre fui participativa en la escuela, pero tal vez no me daba cuenta que estaba haciendo política. Yo hasta los 13 años viví en el campo. Cuando terminé la escuela primaria me tocó venirnos con mi mamá y mis tres hermanos a vivir al pueblo. Mi papá se quedó en el campo, lo que para nosotros fue bastante traumático como hijos. Fue uno de los cambios más bruscos en mi vida personal. Los fines de semana nos íbamos al campo y en la semana estábamos acá.
-¿Qué recuerdos tiene de la vida de campo?
-Mucha vida en familia... La escuela me quedaba a un kilómetro y medio, relativamente cerca para las distancias que tenían que desarrollar otros compañeros. Cómo máximo, en esos años fuimos 7 alumnos. Yo iba todos los días arriba de un petiso muy mañero, que siempre se me quería volver a mi casa. Siempre tengo estas historias en el recuerdo, porque te encontrás con personas que íbamos a la misma escuela y hoy, por ejemplo, trabajan en la Municipalidad. Seguimos compartiendo la vida.
-¿Haber transitado este camino permite valorar más el presente?
-El mayor orgullo es advertir el crecimiento de esos lugares donde uno estuvo. No obstante, no tengo la postura de victimizarme. Fui muy feliz. Y en condiciones muy diferentes a las actuales. Aquella escuela mía tenía paredes de chapa, techo de chapa... Íbamos más abrigados y listo. El pasto lo cortaban los caballos. Hoy todo esto ya no es así. Sí tengo el recuerdo de que cada vez que había un acto escolar o un evento, era una verdadera fiesta. Tuvieran o no tuviera hijos, los vecinos ni necesitaban invitación. Yo creo esa es la verdadera comunidad educativa.
-¿Cómo lleva su demandante trabajo con el de madre de una nena de 8 años?
-Ya desde que tenía un mes y medio empezó a viajar conmigo. Siempre tuve una vida muy dinámica, muy metida en mi trabajo. Entonces, ella está acostumbrada a ir a todos lados conmigo. Antes de empezar el jardín ya sabía cantar el Himno Nacional. Como madre, lo que intento es optimizar el tiempo que paso con ella. Le explico cuál es el rol de la madre. Ya sabe de los sabores y de los sinsabores de todo esto.
CUESTIONES DE GESTIÓN
-El General Lavalle que usted se trazó al asumir, ¿en qué punto está?
Debemos inculcarle a los jóvenes que hacer política es hacer algo para transformarle la vida a la gente”.
-En otros distritos la seguridad es uno de los mayores reclamos del vecino. ¿Cómo es la situación aquí?
-El índice de inseguridad es de los más bajos de toda la provincia de Buenos Aires. De todos modos, yo no duermo tranquila. Mañana acontece un hecho a algún vecino y eso es duro. Y nos ha pasado. No hay que olvidar que General Lavalle tiene todo el frente costero... Y nos sucedió. El distrito tiene una conformación amplia, complicada. Por eso es importante desarrollar políticas locales en materia de seguridad. Nosotros hemos implementado distintos programas que han funcionado muy bien y tienen que ver con involucrar al vecino. Si en definitiva entre todos nos conocemos y sabemos de la dinámica de nuestro barrio, nuestras chacras, nuestros campos, el tener una red articulada de comunicación nos permite estar bien fortalecidos. Trabajamos mucho en materia de prevención.
-¿Y las soluciones habitacionales?
-Hay demandas de viviendas sociales, claro. Los lavallenses quieren seguir desarrollando sus vidas en General Lavalle. Estamos desarrollando programas nacionales y provinciales. E incluso con nuestros concejales armamos un programa municipal para aquellos que nunca van a poder pagar una cuota.
Patricio Hogan, Sergio Massa, Marcela Passo y Osvaldo Goicoechea, juntos en General Lavalle.
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-Es un puerto que hacía 70 años que no exportaba al resto del mundo. Este proyecto le ha dado una impronta. Lo declaró municipal, le prestó atención. De todos modos, la pesca pasa por una situación crítica por cuestiones que no tienen que ver con lo municipal, entonces el trabajador ver cortada la posibilidad de trabajo. Queremos ir logrando obras que generen mayor espacio portuario con la misma cantidad de producto de mar, generar trabajo en tierra. En este sentido, ahora estamos desarrollando dos obras. Una es la ampliación del tablestacado portuario y también donde el tablestacado cedió dado el movimiento permanente que tiene. También tenemos proyectado mejorar los espacios verdes de ese sector.
-¿Cuánta gente trabaja en el puerto?
-Teniendo en cuenta todo el año, si contás la gente que trabaja en las dos plantas, son unas 800 personas. Es una cantidad muy grande. Incluso desde la región, en épocas de descargas, vienen a trabajar acá. Más allá de esto, otra de las patas salientes de este sector es el turismo, que pretendemos irlo desarrollando de manera conjunta con el Parque Nacional Campos del Tuyú. Tenemos que irnos mentalizando como pueblo turístico. Ir generando de a poco la conciencia. Cuando el Parque abra sus puertas, la cantidad de visitantes será muy distinta a la actual. Tenemos que aprovechar nuestras riquezas y la historia.
-¿Acerca de la obra Parque Nacional qué precisiones hay?
-Se supone que antes de fin de año saldrá en licitación la construcción del centro de interpretación y unos paseos. Esta obra, que tiene un diseño muy innovador, contempla más de 8 millones de pesos de inversión. Estiman que alrededor de dos años es el proceso de construcción.
-Previo a las elecciones apareció un anteproyecto de una rotonda de ingreso a la ciudad. ¿Hubo algún avance?
-Está contemplada dentro del proyecto de la construcción de la Autovía. Lo que planteamos es que se desarrolle antes de lo pautado, dado que nuestro acceso es muy peligroso. Desde Vialidad ya pasó a Obras Públicas. Además, ahora todos los días ingresan micros de larga distancia a nuestro distrito, para lo que tienen que hacer una maniobra complicada.
MI AMIGO MASSA
-¿Cuándo conoció a Sergio Massa?
-En una visita al Municipio de Tigre, ya siendo intendenta, a principios de 2012. En una reunión en la que también estuvieron Osvaldo Goicoechea y Patricio Hogan. Luego terminó siendo una veintena de intendentes junto a Sergio. Nos buscamos, intercambiamos ideas. Generamos una mesa donde nos escuchamos y entre todos pensamos soluciones a nuestros problemas. Todo esto luego derivó en la generación de una nueva fuerza política, que es el Frente Renovador.
-¿Cómo lo definiría al “fenómeno Massa”?
-¿Ve un futuro presidenciable en él?
-Al Frente Renovador yo le encuentro un parecido con lo que vivimos en General Lavalle desde hace 18 años: siempre tiene los brazos abierto. No es un slogan. Si fuera un slogan, a los dos días se cae. Estar por encima de todo, siempre con una línea de conducta. Es lógico que en el camino haya compañeros que se enojan, otros que se van y luego vuelven, otros que no... Pero la senda es siempre la misma. Ver todas las cosas en términos positivos. Nada se construye desde un sentimiento negativo. Hay que ver cómo canalizar todas las acciones desde un costado positivo, no para destruir. Y yo creo que el Frente Renovador interpreta todo esto. Entonces creo que en la medida en que sigamos escuchando a la gente, vamos a seguir creciendo.
-¿Cuánto la perjudicó en la gestión haberse corrido del FpV? Con el retaceo de obras, las demoras...
-Tomar estas decisiones tiene costos. Lo más importante es saber tomar el rumbo de las convicciones y del proyecto. Sí me ha sucedido que no me invitaron más a las reuniones. Esto es público. Pero bueno, yo soy respetuosa de las agendas de cada uno de los ministros, gobernadores... Yo no pienso así. No creo que porque un intendente, un concejal o un compañero piense distinto que yo le voy a cerrar la puerta. El camino que nos toca construir en Argentina, en la Provincia y en nuestro distrito, debe pasar por ahí. Nosotros gestionamos y trabajamos para toda la comunidad, no sólo para los que nos votaron. Y tengo muy claro que esto es lo que me apasiona. Me considero un soldado de este proyecto, no importa el lugar en el que esté. Mi comunidad es la prioridad.
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