Objetivo UCR: correr a Posse y poner al Vice

Intendentes radicales se aseguran ir con las boletas de Macri y Sanz, pero tam
bién quieren que sea del partido el vicegobernador de Vidal, en una jugada pa
ra que haya lista única y se relegue al de San Isidro

“Que no se hable más de la conven
ción de Gualeguaychú, ahora construyamos para adelante”. Es 
una frase repetida entre dirigentes
 de la Unión Cívica Radical, tanto 
de quienes impulsaron el acuerdo
con el PRO como de aquellos que 
lo renegaron pero prometieron ser orgánicos. En esa construcción, 
on cimientos en acuerdos previos 
y techo en el cierre de las listas pa
ra las PASO, se embarcó de lleno el presidente del comité Nacional, Er
nesto Sanz.

La tarea, compleja y ríspida, le significa al mendocino contener a la tropa radical
 y, a la vez, negociar las demandas de ésta en la mesa de concordancia con el macrismo y la Coalición Cívica.

Sanz llegó al encuentro con los intendentes radicales de la provincia de Buenos Aires celebrado en General Alvear con algunas precisiones; entre ellas, una de
 las más pedidas por los jefes comunales. El senador nacional los tranquilizó al afirmar que podrán ir a las PASO colgados tanto de la boleta de él como de la de Mauricio Macri y, aunque expuso algunos casos a resolver, les aseveró que tam
poco tendrán internas en los distritos. También se fue con pedidos concretos.

En Alvear se avanzó en el sentido imaginado por Sanz cuando elucubró la alian
za. De todos modos, lo más trascendente quedó en las subyacencias del encuen
tro. El bloque de intendentes radicales se mostró monolítico, consustanciado 
con el proyecto, pero no dispuesto a claudicar en algunas peticiones. No hizo 
falta que se lo dijeran para que el responsable de llevar a buen puerto el acuer
do con el macrismo entendiera que deberá trabajar duro para conformar a esos muchachos y al resto del arco radical bonaerense.

Y una cuestión trascendental a resolver es la fórmula provincial. Cada vez me
nos radicales están convencidos de colgar a Sanz un candidato a Gobernador 
del espacio, y los tienta la posibilidad de poner el postulante a vicegobernador
 de María Eugenia Vidal. La idea, además, encierra un pase de facturas por cuen
tas pendientes con Gustavo Posse.

Pese a las promesas que le habrían hecho tanto Sanz como Mauricio Macri, aho
ra el alcalde de San Isidro se encuentra en una encrucijada dificilísima. Por un 
lado, el PRO anunció que “no va a haber interna dentro del partido”, es decir 
que la candidata será solo Vidal; aunque no levanta en las encuestas, e invitó 
a la UCR a que ponga el suyo; pero para los radicales no es ni será Posse. Co
rre el riesgo de que ninguno le dé la boleta.

Más aún, el radicalismo bonaerense (sobre todo los intendentes) buscará ne
gociar una sola fórmula provincial, con lo cual en las PASO habría boleta uni
ficada desde diputados nacionales hasta concejales en los distritos donde go
bierna, para que quede solamente librada la interna presidencial.

Ninguno piensa en Posse como el posible vice de Vidal. Tampoco hay consen
so sobre quién debería ser, y ésa es otra negociación que los cirujanos del a
cuerdo deberán suturar con prolijidad y buen pulso.

De las preferencias del propio grupo de intendentes surgen algunos nombres
, y el comité Provincia también tiene el suyo. Quizá por eso los jefes comunales evitaron entrar en ese lodo en la reunión con el titular de la UCR nacional. Falta todavía el paso previo, que es la aceptación del PRO como para encarar la puja interna de antemano. Sobre todo cuando hay consenso en la idea de correr a 
Posse y poner el vice.