Marcos Di Palma, el intento de político que cosifica a las mujeres

Marcos Di Palma. (Foto archivo: NOVA)

Marcos Di Palma, conocido por ser el “hijo de…” (Luis Rubén Di Palma) y no

 por haber ganado nada a nivel deportivo, siempre llamó la atención por su ma

chismo exacerbado donde no  suele ocultar su denigración para con el género 

femenino.

La última declaración de este automovilista devenido en esbozo frustrado
 de político, fue: “Amalia Granata está más buena que comer con la mano”.

Aventurado, con poco léxico y caracterizado por ser un hombre vulgar, Marcos
 Di Palma intentó ubicarse, con la bendición de Scioli, en un lugar de privilegio 
dentro del armado de listas. Sin embargo, lo mandaron "a boxes" y trabajar por 
la candidatura a la intendencia de Arrecifes de su madre, la "Tana" Di Palma.

De Arrecifes, con sangre italiana en las venas, Di Palma siempre fue noticia 
por sus conductas propasadas. Más de una vez contó que tuvo sexo en la vía 
pública, o apagó el motor de su avión mientras lo piloteaba y hasta mane
jó a más de 250 kilómetros por hora en la Panamericana junto al mediático de Ma
tías Alé.

Sin los patitos en fila y denotado por sus colegas automovilísticos co
mo Juan María Traverso y Ernesto “Tito” Bessone, Di Palma siempre estuvo
 en el eje de las noticias por sobrepasarse con las mujeres, en especial con las
 promotoras a las cuales siempre tildó de "modelos, pero más fáciles".

Sin embargo, en la política y en especial en el Frente para la Victoria eso no inte
resa.