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viernes, 19 de febrero de 2016

Ganancias: Autónomos, monotributistas y solteros, los postergados por la reforma

LPOLa corrección del impuesto a las Ganancias le costará al Estado 
50 mil millones de pesos. 
El costo fiscal del aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias será de $ 49.077 millones de pesos según informó Alberto Abad, el director de la AFIP, junto al titular de la Anses Emilio Basavil
baso.
Horas antes de la conferencia de Abad y Basavilbaso, en un acto en 
la Casa Rosada acompañado por sindicalistas que apoyaron la modi
ficación pero la consideraron insuficiente, Macri anunció que el nue
vo mínimo no imponible pasa de $15.000 a $30.000. Sin embargo, es
ta cifra fue relativizada en diálogo con LPO por Diego Bossio, ex titu
lar del organismo previsional y actual diputado peronista: "Es mucho
 menos", afirmó tajante.
En el transcurso del día se supo que se trataba del sueldo bruto. Y en
 la conferencia de prensa, Abad terminó de explicar que se trata del sa
lario de un trabajador casado con dos hijos que cobre en mano hasta
 $25.000 mensuales.
Los trabajadores bene
ficiados por la medida
 son los que están en
 relación de dependen
cia y en particular el se
gmento de ingresos 
más altos.
Desde 2013 esta categoría de trabajadores era alcanzada a partir de los $9.600 de salario de bolsillo, mientas que un trabajador soltero comenzaba a tributar a partir de los $6.980 en mano. Hoy para los solteros el nuevo mínimo no imponible es un ingreso de bolsillo de $18.880.
Así un total de 180.000 ciudadanos son beneficiados por esta medida. El ejemplo del presidente mostraba que un trabajador que antes cobrara $21.300, pasará a ganar $26.600, es decir un 25% más a raíz de la remoción del impuesto de su liquidación de sueldo. 
Agudiza la inequidad
Los distintos analistas consultados por LPO rescatan que la correc
ción en Ganancias es una promesa de campaña cumplida al menos par
cialmente -en un spot de su campaña presidencial Macri había prometi
do eliminar el impuesto-. Sin embargo, hay quienes no están de acuer
do con el monto por considerarlo bajo y lo contraponen a los amplios
 beneficios concedidos al agro y a la minería.
El economista José Luis Espert celebró este anuncio "como cualquier 
otra baja de la presión tributaria" pero mostró su preocupación por la rei
teración de la renuncia a ingresos de parte del Estado sin un correlato en
 la baja del gasto público, situación alarmante por el tamaño del déficit 
fiscal heredado al que calificó de "infinanciable".
A la vez, advirtió que los trabajadores beneficiados por la medida son so
lo los que están en relación de dependencia y, de la totalidad de ellos, es
 un fragmento muy menor y el segmento de ingresos más altos que reci
birán el descuento de ganancias y el impacto pleno de las próximas pa
ritarias. 
"La intencionalidad de Macri al tener este gesto con los trabajadores es 
conseguir un resultado en las paritarias en línea con la meta de inflación
 de Prat Gay. Si no logra que las paritarias converjan con la inflación, o 
Sturzenegger va a tener que tirar la toalla y comenzar a emitir para fina
ciar el rojo del Gobierno, o Prat Gay no va a ver la reactivación que anti
cipa para la segunda mitad del año", opinó el economista.


La medida, aunque bien recibida, le abre la puerta a otros problemas. En 
primera instancia crea una injusta asimetría entre los trabajadores en rela
ción de dependencia y los autónomos ya que ni para Autónomos ni para 
Monotributo hubo una reforma equiparable. 
Según Abad, "los trabajadores autónomos verán mejorada su situación
 en paralelo con la mejoras de los asalariados". El mínimo no imponible 
para autónomos subirá a $13.680 para el trabajador casados con hijos y 
$7.000 para solteros. Lo cual, aunque suponga una mejora, es nimia y ale
jada del costo de vida actual.
Puntualmente, Basavilbaso reconoció que son cerca de 6500 niños los 
hijos de monotributistas y autónomos que deberían ser alcanzados por la
 Asignación Familiar y hoy quedan fuera del sistema y agregó que esta
ban analizando la manera de incorporarlos.
Por otra parte, si la estrategia del Gobierno al reducir el impuesto era ne
gociar una baja en la puja distributiva para las paritarias, parece que se 
valió de un cuchillo de doble filo.
Si el segmento de trabajadores de mayores ingresos se benefician con
 un aumento del 10% al 25% del salario de bolsillo, difícilmente los que
 no se vieron favorecidos por esta medida acepten menos en las paritarias.
Es que en las paritarias se van a negociar los salarios de los 9,5 millones
 de trabajadores en blanco y los que menos cobran y más apurados es
tán por la aceleración de la inflación, no piensan ceder en la negociación
 porque a los que más cobran los hayan beneficiado con un aumento del
 salario de bolsillo que va del 10 al 25%, además de lo que logren en los
convenios colectivos de su sector. Por eso los gremialistas insisten en 
que el piso de las negociaciones no baja. Moyano, tras saludar al Presi
dente en el acto, ratificó a la prensa que el piso de las paritarias sigue en
 el 32%.

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