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sábado, 19 de marzo de 2016

Ahora Macri quiere transferir el juego a la Ciudad para cobrar ingresos brutos a Cristóbal

LPOLos socios de Cristóbal no descartan que el empresario se aparte de
 la actividad.
La idea comenzó a tomar fuerza en la Casa Rosada alimentada por la reso
nante disputa pública que mantienen el presidente Mauricio Macri y el em
presario Cristóbal López, dueño de un imperio que tiene como corazón al
 holding del juego Casino Club.
Fuentes al tanto de las negociaciones confirmaron a LPO que la idea de 
traspasar la jurisdicción sobre el juego a la Ciudad –anticipada en su mo
mento por este medio- tomó fuerza en los últimos días. La posibilidad sur
gió meses atrás como un proceso conversado con Cristóbal y luego de 
los últimos enfrentamientos pasó a manejarse de manera más unilateral 
y acaso con cierta connotación punitiva.
Pero es verdad que alimenta la movida no sólo el conflicto con el empre
sario patagónico, sino también la situación absurda que se vive actual
mente: En Diciembre Larreta dejó caer el convenio que la Ciudad tenía 
con los casinos de Cristóbal López y sus socios –Hipódromo de Palermo
 y Barcos Puerto Madero-, como una acción de fuerza que terminó provo
cando que ahora la administración porteña no reciba ningún recurso.
Sin el convenio en vigencia, todo lo recaudado va a parar a la arcas del Mi
nisterio de Desarrollo Social de la Nación, una ridiculez cuando la activi
dad de despliega en territorio de la Ciudad.
Ese convenio, que establece un canon a pagar por esas salas de juego a
 la Ciudad, surgió como una manera política de “solucionar” el histórico
 conflicto sobre la jurisdicción de estas salas. Es que el Hipódromo en su
 origen fue una concesión de la Nación –lo concesionó Menem en 1992 
antes de la autonomía porteña- y los barcos casino “flotan” sobre aguas
 de administración federal.
Ese canon se paga como una suerte de compensación porque estas sa
las no pagan ingresos brutos a la Ciudad. Ahora, la idea de la administra
ción e Larreta –avalada por Macri- es transferir la competencia sobre
esas salas y que empiecen a pagar ese tributo.
Los concesionarios están preparados para resistir la movida y afirman 
contar con fallos y sólida jurisprudencia sobre su pertenencia a la esfera
 nacional.
Cambio de mando
La discusión se enmarca sin embargo en la tensión evidente de la rela
ción de Macri con Cristóbal y por eso crece la idea entre sus socios de al
canzar algún tipo de entendimiento para que el empresario patagónico de
 un paso al costado en el juego porteño, de manera de quitarle enojo a las negociaciones.
Se trata de algo que ya se está hablando, confirmaron a LPO fuentes del 
sector, y que en rigor implica cambios accionarios entre privados, ajenos 
a la autoridad nacional.
El Hipódromo de Palermo es operado por una UTE que se integra en un 
72,5% por Hapsa SA, cuyo propietario es Federico de Achaval, el conce
sionario original y el resto es propiedad de Casino Club.
Pero Cristóbal no está sólo en Casino Club. Es propietario del 28% de esa
 compañía, en la que también participan Ricardo Benedicto, Juan Castella
nos Bonillo y Héctor Cruz.
Porcentaje que el dueño del Grupo Indalo ahora vio reducido a la mitad 
por la separación de los bienes conyugales que se produjo tras su reciente
 divorcio.
Una situación similar se vive en los Barcos Casino, donde Cristóbal López
 es socio de los españoles de Cirsa.
Tanto Bendicto como Achaval y Cirsa tienen buenas relaciones con el ma
crismo. Por eso se habla que si Cristóbal da un paso al costado en este ne
gocio, la situación podría regresar a un cauce más relajado. Achaval es el 
de mejores vínculos por su amistad con José Torello y Fabián “Pepín” Ro
dríguez Simón, dos de los hombres más cercanos al presidente.
En el sector del juego se especula con un nuevo diseño: Benedicto queda
ría al frente del Casino de Rosario, los españoles de Cirsa en Puerto made

ro y Achaval consolidaría su liderazgo en el Hipódromo.

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