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martes, 26 de julio de 2016

El mercado cree que, Prat Gay tomó más deuda externa disfrazada

LPOSe trata del rescate de los cupones PBI -GDP Warrant- un atajo para
 sumar 2.700 millones de dólares de deuda.
Tras tomar 16.500 millones de dólares para el pago a los holdouts el 18 de abril, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, prometió que en 2016 no iba a tomar más deuda externa. Sin embargo, el 30 de junio, 
emitió otros 2.700 millones de dólares -GDP Warrant- esgrimiendo que 
era para recomprar los cupones atados al PBI que se emitieron los años 
2005 y 2010 con las restructuraciones del default y que eventualmente se
 pagarían en el 2018. El argumento era que cambiarían esta deuda vieja,
 por deuda nueva y más barata, en un poco usual ejercicio de anticipa
ción de riesgo futuros.
Según Prat Gay, al comprarles a los “hold-in” los cupones atados a la 
evolución del PBI que les dieron cuando entraron en la reestructuración,
 el Estado se ahorraría 9.400 millones de dólares. Es que estos cupones 
obligan al Tesoro a pagarles a los bonistas hasta el año 2035 el 5% de 
una cantidad de dinero que se calcula en función del crecimiento del 
producto bruto interno (PBI) de cada año, siempre y cuando este supe
re un 3%, algo que todavía no esta para nada claro que vaya a ocurrir el
 año próximo.
El instrumento que usarían para la recompra es un “collar”, una estruc
tura financiera que le ofrece al dueño del cupón la opción de reducir la 
volatilidad de su cotización, o sea, venderlo a $10, cuando en el merca
do cotice más barato y a recomprarlo a $11,75 cuando el precio de mer
cado esté por encima.
Sin embargo, el “collar”
 quedó solo en un anun
cio y el Gobierno no re
compró un solo cupón.
 Mientras tanto, cobró 
los 2.700 millones de 
dólares y ya se gastó la
 cuarta parte. 
Para poder comprarlo a $10, el Gobierno salió a buscar 5.000 millones de dólares al mercado internacional y solo colocó poco más de la mitad. La emisión se hizo bajo ley Nueva York en dos tramos con la asistencia de cuatro bancos colocadores: Merrill Lynch, Credit Suisse, Deutsche Bank y Morgan Stanley. El primero a 2028 por 1.000 millones de dólares al 6,625% anual y el segundo a 2036 por los restantes 1.750 millones al 7,125%.
Sin embargo, el “collar” quedó solo en un anuncio y el Gobierno no recompró un solo cupón. Mientras tanto, cobró los 2.700 millones de dólares y ya se gastó 
la cuarta parte (unos 655 millones de dólares). Es que los números de 
2016 no cierran y Prat Gay necesita fondos con los que llegar hasta el 
blanqueo, confirmó a LPO una fuente de Hacienda.
En el mercado local fue vista como una medida a tiempo. Tan solo 24 
horas antes de conocerse la revisión de la serie del PBI que hizo el nue
vo Indec, el Gobierno anunció que sacaría estos “collar” para la recom
pra de los cupones. Así, si se abría lugar a reclamos de parte de los te
nedores de los cupones PBI, el Tesoro se adelantaba a la compra y ge
neraba garantías para que el precio de estos cupones no se desplomar
a. Es que con la revisión, el crecimiento entre 2004 y 2015 había sido d
el 48,6% y no del 66,5% como decía el Indec kirchnerista.



Sin embargo, desde wall street no lo vieron igual. Saben que la posibili
ad de cobrarle juicio a un Estado soberano por este tipo de cupones es 
nula. Por eso, los inversores internacionales consideraron que se trató 
de una movida para tomar más deuda externa “en secreto”, con una ma
niobra poco transparente, que nada tiene que ver con ahorrarse un posi
ble reclamo judicial, sino con agarrar plata fresca pese a que el Gobier
no se había comprometido tan solo dos meses atrás a no tomar más 
deuda externa.
El hecho de que Argentina aumente su deuda soberana de forma encu
bierta al poco tiempo de haberse comprometido a no hacerlo le resta cre
dibilidad al país y disminuye el valor de mercado de la deuda argentina 
para los acreedores, dijeron varios analistas. LO que sobrevuela es lo ob
vio: La administración de Macri tiene un problema serio de défict y el fina
ciamiento del 2016 todavía no está cerrado.
“Es una idea noble en el sentido de que no están emitiendo nueva deu
da neta (sino recomprando deuda vieja) pero contradice las aseveracio
nes audaces de no colocar nuevos títulos de deuda en el mercado”, dijo
 Alejo Czerwonko, el economista de mercados emergente de USB 
Wealth Managment a Reuters.
“Que la plata la toma
ron y se la están gas
tando, se ve en las re
servas del Banco Cen
tral. Pero eso no quie
re decir que no vayan 
a sacar ese ‘collar’ más
 adelante y pagarlo con
 plata de otro lado”, 
sostuvieron el Wall
 Street.
“Fue un anuncio con doble truco; primero, porque pusieron la opción de ‘put’ a $10, ligeramente por debajo del precio de mercado para asegurarse quedar bien y hacer parecer que están ahorrando plata, pero no es tan así. Ellos sabían que el crecimiento del PBI iba a dar más bajo. Y segundo, porque solo ellos tienen idea de cuál va a ser el año que utilicen para hacer el empalme de la serie del PBI para calcular el PBI del año base”, explicó a LPO un analista de Wall Street.
“Que la plata la tomaron en el mercado internacional y se la están gastando, puede verse en el detalle de las reservas del Banco Central. Pero eso no quiere decir que no vayan a sacar ese ‘collar’ más adelante y pagarlo con plata que consigan de otro lado”, agregó el analista.
Otro analista local consideró que el precio del cupón va a seguir al alza 
por lo que no conviene vender los cupones si se espera que el PBI crez
ca en 2017 y 2018. Por lo que, no anticipa que haya muchos interesados
 en vender estos cupones a ese precio. Por el contrario, consideró que
 precisamente por eso Prat Gay eligió poner esos precios, para quedar
se con los 2.700 millones de dólares sin que hasta el año 2018, des
pués de haber cobrado los cupones, los dueños de los cupones se los
 quieran vender. De esta manera, la nueva emisión no sería un cambio
 de deuda vieja por deuda nueva, sino simplemente más deuda externa.

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