La Casa Rosada tomó más de 100 mil millones previstos para pago de juicios a jubilados. Nervios de los gobernadores.
Los senadores de la oposición que empezaron a volver de sus vacaciones ya empezaron a mascullar por los pasillos del Congreso sobre una de las medidas que tomó Mauricio Macri días atrás: El desvio de fondos que el blanqueo asignó a la Anses para fondear la moratoria previsional, para financia a María Eugenia Vidal.
La recaudación por la “exteriorización de capitales” alcanzó 114 mil millones, pero los legisladores no olvidan que la ley reservaba los fondos para cancelar juicios previsionales, operación denominada por el Gobierno como “reparación histórica”.
Para cumplir con ese objetivo este año sólo se requieren 6.573 millones y los otros 103 mil recién harán falta en los siguientes.
Por eso, como inversión a corto plazo Anses optó por prestarle al Tesoro nacional, donde espera cobrar intereses más altos que si tomaba otra opción financiera a un año, tales como un plazo fijo.
Según confirmó El Cronista Comercial el último viernes, el 27 de diciembre el tesoro le colocó a Anses una letra intransferible por 60 mil millones a un año de plazo, con pago de intereses trimestrales. Y el 29 repitió el proceso por otros 30 mil.
Pero a los legisladores no le preocupan las cuentas de Anses (recuerdan que en épocas de alta inflación le prestaba al Tesoro a tasas negativas y nadie se quejaba) sino dónde fue a parar el dinero.
Según el mismo informe, una parte se usó para pagar deuda flotante, otra para cancelar pasivos con proveedores y 25 mil millones a la provincia de Buenos Aires.
Se trata del dinero que Macri le prometió a Vidal para cubrir la mitad de que recibiría si el fondo del conurbano bonaerense funcionara como hace 20 años, antes que Carlos Menem le pusiera un tope de 650 millones de pesos que nadie actualizó.
A los gobernadores poco les interesa esa historia y ya advirtieron que no están dispuestos a ceder un peso a Buenos Aires, pero no esperaban que Macri echara mano a otras cajas para abastecerla.
Ni siquiera firmó el prometido decreto para especificar esa transferencia, sólo prometida por los diarios.
De todos modos, los mandatarios no se quedaron quietos e instruyeron a sus legisladores a averiguar si realmente el blanqueo sirvió para robustecer al fisco bonaerense y si es así poner el grito en el cielo.
“Si es así se van a quejar, porque no se cumple el objetivo de la ley de blanqueo y se discrimina al resto de las provincias”, anticiparon a LPO desde el Senado, donde más se hacen sentir los gobernadores. Vidal no tiene ni uno que le responde. Pero no le haría falta.
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