Altos mandos del PC chino recibieron al diputado y le
anticiparon los puntos
Sergio Massa pudo palpar en China de primera mano los profundos interrogantes que el gobierno de esa potencia tiene con la administración de Macri, a quien esperan en su próxima visita de Estado de Mayo.
Massa fue invitado por las máximas autoridades del PC Chino, que busca establecer relaciones de largo aliento con la Argentina, más allá de la coyuntura.
El diputado tuvo una recepción de presidenciable -por ejemplo, lo fueron a buscar directamente al avión para evitarle migraciones y lo hospedaron en el hotel de huéspedes de Estado más importante-. Mantuvo reuniones de alto nivel con el PC Chino en Shangai y luego visitó los centros industriales de punta de Hangzhou, donde visitó al gigante digital Alibaba y los entrevistaron las ediciones en español de medios locales.
Pero lo más interesante de la gira surgió en las reuniones con los cuadros del PC -en China partido y Estado es casi lo mismo-. Allí le comentaron la frustración por la demora de Macri de poner en marcha las represas de Santa Cruz, las centrales de Campana y Ensenada y la represa de Chihuidos, que caído el financiamiento ruso, le quedaría a un grupo chino.
Son obras de miles de millones que el macrismo no logra activar. Primero se enredó en una guerra fría con la firma ultrakirchnerista Electroingeniería y luego la propia inercia y el miedo a firmar de los funcionarios fue demorando la activación de las mismas.
Sin embargo, la mayor molestia es con el ministro de Industria y Comercio, Francisco Cabrera. La Argentina impulsó en diciembre 10 denuncias por dumping contra China, que respondió convocando a un panel de la OMC. Macri demora además una respuesta si mantendrá la promesa del kirchnerismo de votar en ese organismo a favor de reconocer a China como economía de mercado.
En sus discursos, ante el Congreso Nacional del Partido Comunista Chino y en charlas con representantes de Pudong, distrito financiero de Shangai, Massa insistió en reclamar un comercio más justo entre ambas naciones y destacó que Argentina acumula un déficit con China de 30.000 millones de dólares en los últimos nueve años.
Los funcionarios y dirigentes con los que analizó el tema fueron contundentes: "Nosotros no tenemos problema en negociar, no queremos ganar, con empatar nos alcanza, el problema es que el Gobierno argentino no arma la mesa para discutir". En reserva, el nombre más cuestionado fue el de Cabrera.
Mencionaron por ejemplo su sorpresa por la demora del Gobierno en confirmar su presencia en la feria de alimentos que se hará en esa nación y a la que ya confirmaron su asistencia países de la región como Chile.
Massa viajó acompañado por su mujer Melena Galmarini, los diputados José Ignacio De Mendiguren, Diego Bossio, el asesor en economía Martín Redrado, Malena Galmarini y el encargado de Relaciones Internacionales del Frente Renovador, Gustavo Martínez Pandiani.
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