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domingo, 2 de julio de 2017

En el Gobierno hablan de un ajuste de 80 mil millones de pesos

LPOSería después de las elecciones. Incluiría reducir estructuras, 
obras públicas y un sinfín de "micro" recortes. 
Mauricio Macri aceptó que la gestión deberá detenerse con la campaña electoral pero ya trazó un objetivo después de octubre: será inevitable
 un recorte de gastos y lo fijó en 80 mil millones de pesos.
Se trata de poco más del 3% del presupuesto total de este año, que a
 su vez terminaría con altos niveles de sub ejecución por la parálisis
 de obras públicas, sobre todo en zonas no gobernadas por Cambiemos.
A Macri no le conforma, porque para reducir el déficit fiscal ya no tendrá 
en 2018 los beneficios del blanqueo y necesita gastar menos para cum
plir su meta fiscal, clave si quiere alentar las inversiones que no llegan. 
Pragmático, ya definió el número y sus funcionarios estudian cómo 
alcanzarlo.
Uno de los abocados a esa tarea es el ministro de Modernización Andrés
 Ibarra: como adelantó LPO, diseña un intenso plan de reducción de 
organismos, que incluiría fusionar ministerios y eliminar muchísimas 
dependencias minúsculas, o bajarles el presupuesto a cerca de cero. 
"No puede ser que haya partidas para Ceamse", se escuchó en una de
 las innumerables reuniones de coordinación. Ibarra anota casos así 
para crear en octubre un organigrama más chico, un cambio a modo de 
shock, palabra que odia el Gobierno, aunque no necesariamente tendrá
 recortes de personal. La mira está puesta en bajar el gasto de oficinas
 que Macri no usa.
Acompaña en esta tarea el coordinador de Gabinete Mario Quintana, 
quien desde enero trabaja en "micro ajustes" y de a ratos parece sólo
 parece traer conflictos.
Parte de ese plan fue el cambio de cálculo para la actualización de 
jubilaciones, que hizo reaccionar a todo el Congreso y casi frustra la
 ley de ART.
Aunque el Gobierno dijo haber revertido la medida, los expertos previ
sionales como el diputado kirchnerista Juan Carlos Díaz Roig asegu
ran que el aumento de las jubilaciones se sigue calculando como quie
re Quintana y es menor al que debería ser.
La revisión de las pensiones por discapacidad e invalidez fueron otra 
de las tareas del coordinador de Gabinete, también con una marcha
 atrás. En la lógica del ajuste, tiene sentido: el 60% del gasto proyec
tado en el presupuesto de este año se destina a "servicios sociales".
Bajo esa denominación se encuadra la "salud, asistencia y seguridad
 social, educación y cultura y trabajo, vivienda y urbanismo, agua po
table y alcantarillado y servicios urbanos".
Si bien el porcentaje es engañoso porque el gasto total suele aumentar
 por la inyección de fondos que aparece en la última parte del año (en 
muchos casos para subsidios, otro rubro a revisar), la preeminencia de 
este rubro en las erogaciones altera a Macri y de ahí su presión a orga
nismos como el PAMI o el Anses para que miren con lupa sus balances.
A la sub ejecución de obras públicas que ya es marca registrada del 
Gobierno, se sumarían recortes específicos a planes de vivienda, que 
si expandió por todo el país Rogelio Frigerio y hasta en algunas pro
vincias gobernadas por peronistas.
"Hay que olvidarse de asistencia a provincias, o adelantos de copar
ticipación", fue otra de las frases oídas de funcionarios a cargo de 
hacer números.
Como explicó LPO, Macri quiere además acordar con los gobernado
res una reforma previsional y tributaria que hasta ahora parece no 
entusiasmar a nadie. Con la proyección de las elecciones de octu
bre, calculan que alcanza con convencer a cinco. Será parte del 
plan de ajuste. 

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