La supuesta cena en la que convergieron encumbrados dirigentes
del PRO con peronistas en un restaurante de San Isidro puso los
pelos de punta a las principales espadas del radicalismo, que dejaron
de ir a distintos encuentros del oficialismo. Desde el Gobierno niegan
que la cena se hata producido, pero parece que no logran convencer
a los socios.
alguna forma había que cortar este ninguneo”. Sin ocultar enojo, un
dirigente de peso de la UCR bonaerense le contó a La Tecla que los
referentes del partido están muy enojados por la supuesta reunión que
hubo la semana pasada en el restaurante La Rosa Negra de San Isidro
, donde habrían coincidido las principales figuras del PRO con referen
tes del peronismo dialoguista. Y por ello desde el centenario partido
están decididos a mostrar su enojo, pese a los denodados esfuerzos
del oficialismo por negar el encuentro.
El diario Clarín publicó un par de notas entre sábado y domingo en las
que daba ciertos detalles sobre una reunión en San Isidro de la que
participaron Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Horacio Rodríguez Larreta,
María Eugenia Vidal y Emilio Monzó del lado del oficialismo; y Juan
Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto y Sergio Massa por
parte de la oposición. La búsqueda de acuerdo para el presupuesto
2019 habría sido el motivo del mítin.
Tronaron las voces radicales entonces. “Si nos dejan afuera de las de
cisiones importantes, qué hacemos acá” hicieron catarsis vía mensajes
y llamados los referentes del radicalismo. Desde la Casa Rosada los
quieren convencer de que no existió tal encuentro, pero la seguidilla
de publicaciones (que incluso señalan que la reunión debía ser ultra
secreta para no alterar a los socios en Cambiemos) hacen dudar a los
radicales de las efusivas desmentidas. Massa también lo negó, y desde
el entorno de María Eugenia Vidal aseguraron a La Tecla que la propia
Gobernadora aseguró no haber estado en la mencionada cena.
No obstante, por ahora, los hombres del centenario partido parecen de
cididos a concurrir a algunos encuentros a los que son habitués. “Ni
los jefes de bloque van a la Rosada, ni se va a las mesas de coordiona
ción, ni Ernesto (Sanz) va a las reuniones de la mesa chica”, soltó ante
este medio un dirigente de la UCR, quien agregó que “no nos pueden
seguir pasando como alambre caído”.
En el oficialismo, en tanto, algunos creen que el fallido le sirve al radica
lismo “para marcar un poco la cancha”, pero que la sangre no llegará al
río.
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