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martes, 11 de septiembre de 2018

La UIA pide que se suspendan los aumentos de gas previstos para octubre

En díalogo con LPO, su responsable de energía propuso que la 
suba se postergue hasta que se supere la crisis.
La próxima Recomposición Tarifaria Integral (RTI) del gas prevista 
para el mes de octubre está acaparando todas las miradas tanto
 de familias como empresas. Con aumentos que ya acumulan más 
de un 1.000% desde que comenzaron a actualizarse las tarifas en
 2016 y en un contexto de recesión, pérdida del salario real y caída 
de rentabilidad empresaria, hay mucha preocupación por el futuro
 precio de este insumo.
"Estamos pidiendo la suspensión de los aumentos. Proponemos
 que se postergue hasta que se recomponga la ecuación de las
 empresas porque en esta coyuntura una suba de tarifas te deja
 fuera de competencia", afirmó el Ingeniero Alberto Calsiano
, responsable del Departamento de Energía de la Unión Industrial 
Argentina (UIA), en diálogo con LPO.
Esta problemática fue reconocida por el propio Ministro de Produc
ción Dante Sica, quién en la última conferencia de la UIA destacó
 que en la actualidad lo que más preocupa a las empresas para
 tener una mayor productividad "no son salarios más bajos, sino 
energía barata".
Calsiano viene de exponer la posición de la entidad industrial en
 las recientes audiencias públicas organizadas por Enargas. En 
ellas, explicó cómo el sendero creciente de precios energéticos
 impacta mucho más en un año recesivo como el actual, dónde
 la actividad industrial ha registrado contracciones inéditas.
En la mayoría de las exposiciones de estas audiencias el eje
 estuvo puesto en la dificultad de los usuarios residenciales de
 abonar las tarifas. Pero la exposición de Calsiano tuvo como
 novedad que por primera vez un expositor vinculó la generación
 de empleo industrial con el precio de la energía que esa industria 
demanda.
"Si la producción se me reduce a la mitad y me aumentan las
 tarifas, ¿cómo hago para sostener a mis empleados? La clave 
está en que tenemos que crecer y las tarifas juegan un rol muy
 importante. No hay industria sin energía", explicó a este medio 
acerca de su última intervención en las audiencias.
Si bien las grandes firmas industriales están atravesando una 
situación de gran fragilidad, según el Ingeniero, el cuadro tarifario
 de mayor vulnerabilidad se presenta en las empresas pymes gas
 intensivas que a su vez se vieron afectadas por un mercado inte
rno cada vez más chico y una fuerte suba de costos, producto de
 la devaluación. "Tenían facturas de $40.000 y ahora le vinieron
 hasta por $450.000", indicó.
Los más perjudicados son los llamados grandes usuarios que con
sumen más de 500 m3 de gas por día y están obligados a comprar
 el insumo en el mercado mayorista. "El tema es que si vos sos no
 sos Techint los productores no van a estar interesados en venderte
 directamente. Entonces tenés que comprarle a un comercializador 
de gas a través de un contrato a un año en dólares y a un precio
 que resulta imposible para las pymes".
La postura de la UIA, no es suspender los aumentos 
indefinidamente, sino hacer una recomposición escalonada
 más extendida en el tiempo. Consideran que dado que las
 distribuidoras tienen contratos firmados con el Gobierno a
 muy largo plazo, están bien posicionadas para poder absorber 
el incremento lentamente.
De acuerdo a las RTI, la tarifa del gas debe ser actualizada a 
partir de la evolución del índice de precios mayoristas (IPIM),
 el costo promedio de producción y el tipo de cambio vigente,
 todos componentes que se dispararon en los últimos meses.
 La inflación mayorista acumula un alza del 36,5% en lo que va
 del año, la devaluación superó el 100% y el precio del gas d
e boca de pozo según "la tablita" de Aranguren tenía que pasa
r de 4,68 dólares el millón de BTU a 5,26 dólares. "Eso te daba un
 aumento del 180%", sostuvo Calsiano.
Es por eso que al igual que sucedió en agosto con las tarifas de
 luz, Iguacel intentará atenuar esta suba a partir de una baja del
 gas de boca de pozo y una renegociación con distribuidoras y
 transportistas.

En ese caso, decidió reducir en un 20% el importe pagado a las 
usinas termoeléctricas de 5,2 dólares el millón de BTU a 4,2 y por 
otro lado, acordó con Edenor y Edesur traspasar solamente el 50%
 de la suba que correspondía aplicar por Valor Agregado de 
Distribución (VAD).
A su vez, la semana pasada Cammesa licitó a través del Mercado
 Electrónico del Gas (MEG) la compra de 70 millones de m3 gas 
para la generación eléctrica del período 10 de septiembre- 31 de
 diciembre a un precio promedio ofertado fue USD 3,40.
"Finalmente nos están dando la razón. Nosotros venimos macha
cando hace rato con que el precio de nuestro gas de boca de pozo
 tiene que tender al Henry Hub de Estados Unidos que está debajo
 de los 3 dólares", subrayó el referente energético de la UIA.
La política de Iguacel contrasta con el sendero trazado por 
Aranguren, con el cual el precio del gas debería subir a 6,80 dólares
 el millón de BTU en 2019 y recién bajaría a 4 dólares para el año 
2030.

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