ser un buen momento para comprara bonos y acciones argentinas.
El banco de inversión Morgan Stanley emitió este viernes un
documento de su departamento de investigaciones económicas
en el que analiza la situación en la que quedó la Argentina luego
de la fuerte caída del peso del mes de agosto. El estudio
encabezado por el economista Fernando Sedano concluye que
tanto para las estrategias de renta fija como de renta variable,
Argentina está barata y puede ser un buen momento para asumir
riesgo argentino ya que para ellos el país no se encamina al default.
El informe advierte, en consonancia con las palabras de Macri,
que la tormenta no se terminó y la volatilidad va a persistir, pero
aun así considera que hay algunos activos que se resultan atractivos.
La lectura es compartida por analistas locales, quienes entienden
que con los bonos a precios de regalo y rindiendo un 12% anual es
natural que se reanime el interés por los papeles argentinos. La
diferencia es que los analistas argentinos consideran que, con la
actual incertidumbre respecto del acuerdo con el FMI, hay margen
para que los precios suban hasta que los rendimientos de reduzcan
al 9%, nivel al que consideran que el atractivo y el riesgo se equilibrarán.
De acuerdo a Sedano, "la volatilidad es probable que persista en los
próximos meses debido al significativo ajuste macroeconómico y la
incertidumbre política, los cuales combinados con la aun elevada
exposición no nos dejan ser directamente optimistas. Aun así, algunos
bonos parecen atractivos. En deuda soberana, vemos atractivos al
Bonar 2021 y el Par en euros. En tasas locales, vemos los linkers
como los más atractivos. Revisamos nuestras proyecciones para el
tipo de cambio a $44 para el cuarto trimestre de 2018 y $48 para igual
trimestre de 2019."
En cuanto a la estrategia de renta variable, el economista de Morgan
Stanley aseguró que "vemos un amplio valor de largo plazo en las
acciones argentinas, pero no todo se recuperará en los próximos
trimestres debido: 1) al reducido apetito por el riesgo emergente y
2) El ajuste de la macroeconomía local de cara a las elecciones de
octubre de 2019. Pampa y Grupo Galicia son nuestras preferidas ya
que son stocks líquidos con rentabilidad resiliente. Nuestro análisis
de crisis de monedas emergentes anteriores sugieren que la estabili
dad del peso debería conducir a una sostenida recalificación. Mientras
tanto, estamos monitoreando las revisiones de ganancias, ejecución
fiscal y acceso normalizado a los mercados globales de capital".
El reporte de 31 páginas incluye un análisis pormenorizado de cómo
ven la coyuntura del país: terminar el año con una caída del 2,3% del
PBI, 41,4% de inflación y un déficit de cuenta corriente de 5,7% del PBI.
Para 2019, el documento presenta tres escenarios; el escenario base
proyecta un crecimiento de tan solo 0,1%, con la tasa de interés
bajando a 34% anual, una caída del déficit de cuenta corriente a 2,6
puntos del PBI y la inflación cayendo al 24,4% anual.
Tal vez lo más relevante del informe es que descarta que el país vaya
rumbo al default.
"Creemos que los precios del mercado actualmente sobreestiman
las probabilidades de default. Las preocupaciones sobre la liquidez
de cortísimo plazo están cubiertas por el FMI mientras que las
inquietudes acerca de la solvencia también se ven mitigadas porque
los acreedores son en buena medida intra-sector público. Habiendo
dicho eso, la política jugará en un papel importante y preocupa que
haya un cambio en la línea política tras las elecciones de 2019. Pese
a que no podemos descartar que haya un cambio de políticas, no
creemos que esto conduzca a un default", se lee en el reporte.
"Si los actuales ajustes continúan, independientemente de quién esté
a cargo, a comienzos de 2020 habrá un déficit primario equilibrado
(con un déficit nominal apenas arriba del 3%) y un déficit de cuenta
corriente cercano al 2%. Esto significa que habrá poco para ganar
de defaultear la deuda, en particular dadas las necesidades de
seguir atrayendo inversiones extranjeras", consideró el equipo de
Morgan Stanley.
Tres escenarios
El escenario base para Sedano y su equipo consiste en que Argentina consigue asegurarse con el FMI el fondeo necesario para cubrir el programa financiero y logra la consolidación fiscal con la Ley de Presupuesto 2019. Así, el Gobierno navega nuevas olas de volatilidad cambiaria y contiene el descontento social hasta que la cosecha gruesa ponga fin a la recesión en el segundo trimestre, justo antes de las PASO y el resultado de las elecciones no cambia el rumbo de la política macroeconómica, que se sostiene hasta 2020.
Y aunque desde el exterior no desaparezcan los riesgos, en especial de la mano de las elecciones en Brasil, "si los déficits gemelos evolucionan de acuerdo a nuestras expectativas, creemos que el próximo gobierno podrá centrarse en la agenda de largo plazo con un escenario mucho mejor en sus fundamentos macroecómicos", se lee en el reporte.
Para Caputo "el mercado exageró" y ahora estamos yendo a una situación "mucho más calma"
El escenario optimista, por su parte, prevé una consolidación del rumbo político en 2019 y un marco internacional más benigno para los mercados emergentes, es decir que las elecciones brasileñas resulten en políticas más de mercado que se traduzcan en un crecimiento más fuerte.
"En nuestro escenario optimista, la recesión en la Argentina es más breve y la cosecha de fin de año de trigo ayuda a sacar la economía de la recesión en el último trimestre de 2018. Ya en 2019, la fuerte demanda de Brasil de bienes industriales ayuda a reforzar las exportaciones, lo que también se beneficia de los altos rindes de los cereales y la debilidad del peso", aseguraron desde el banco de inversión.
Por el contrario, el escenario pesimista supone que a las elecciones en Brasil le siguen medidas desestabilizadoras de la economía y un contexto internacional más adverso para las economías emergentes. Y en el frente doméstico, este escenario descuenta que la confianza en el gobierno no se restituye y el tipo de cambio sigue cayendo "lo que se traduce potencialmente en un mix de políticas menos ortodoxas. Esto quiere decir que la consolidación fiscal se pausa y se pone en riesgo el fondeo del FMI" y el país "no logra sentar las bases para un crecimiento sostenible".
documento de su departamento de investigaciones económicas
en el que analiza la situación en la que quedó la Argentina luego
de la fuerte caída del peso del mes de agosto. El estudio
encabezado por el economista Fernando Sedano concluye que
tanto para las estrategias de renta fija como de renta variable,
Argentina está barata y puede ser un buen momento para asumir
riesgo argentino ya que para ellos el país no se encamina al default.
El informe advierte, en consonancia con las palabras de Macri,
que la tormenta no se terminó y la volatilidad va a persistir, pero
aun así considera que hay algunos activos que se resultan atractivos.
La lectura es compartida por analistas locales, quienes entienden
que con los bonos a precios de regalo y rindiendo un 12% anual es
natural que se reanime el interés por los papeles argentinos. La
diferencia es que los analistas argentinos consideran que, con la
actual incertidumbre respecto del acuerdo con el FMI, hay margen
para que los precios suban hasta que los rendimientos de reduzcan
al 9%, nivel al que consideran que el atractivo y el riesgo se equilibrarán.
De acuerdo a Sedano, "la volatilidad es probable que persista en los
próximos meses debido al significativo ajuste macroeconómico y la
incertidumbre política, los cuales combinados con la aun elevada
exposición no nos dejan ser directamente optimistas. Aun así, algunos
bonos parecen atractivos. En deuda soberana, vemos atractivos al
Bonar 2021 y el Par en euros. En tasas locales, vemos los linkers
como los más atractivos. Revisamos nuestras proyecciones para el
tipo de cambio a $44 para el cuarto trimestre de 2018 y $48 para igual
trimestre de 2019."
En cuanto a la estrategia de renta variable, el economista de Morgan
Stanley aseguró que "vemos un amplio valor de largo plazo en las
acciones argentinas, pero no todo se recuperará en los próximos
trimestres debido: 1) al reducido apetito por el riesgo emergente y
2) El ajuste de la macroeconomía local de cara a las elecciones de
octubre de 2019. Pampa y Grupo Galicia son nuestras preferidas ya
que son stocks líquidos con rentabilidad resiliente. Nuestro análisis
de crisis de monedas emergentes anteriores sugieren que la estabili
dad del peso debería conducir a una sostenida recalificación. Mientras
tanto, estamos monitoreando las revisiones de ganancias, ejecución
fiscal y acceso normalizado a los mercados globales de capital".
El reporte de 31 páginas incluye un análisis pormenorizado de cómo
ven la coyuntura del país: terminar el año con una caída del 2,3% del
PBI, 41,4% de inflación y un déficit de cuenta corriente de 5,7% del PBI.
Para 2019, el documento presenta tres escenarios; el escenario base
proyecta un crecimiento de tan solo 0,1%, con la tasa de interés
bajando a 34% anual, una caída del déficit de cuenta corriente a 2,6
puntos del PBI y la inflación cayendo al 24,4% anual.
Tal vez lo más relevante del informe es que descarta que el país vaya
rumbo al default.
"Creemos que los precios del mercado actualmente sobreestiman
las probabilidades de default. Las preocupaciones sobre la liquidez
de cortísimo plazo están cubiertas por el FMI mientras que las
inquietudes acerca de la solvencia también se ven mitigadas porque
los acreedores son en buena medida intra-sector público. Habiendo
dicho eso, la política jugará en un papel importante y preocupa que
haya un cambio en la línea política tras las elecciones de 2019. Pese
a que no podemos descartar que haya un cambio de políticas, no
creemos que esto conduzca a un default", se lee en el reporte.
"Si los actuales ajustes continúan, independientemente de quién esté
a cargo, a comienzos de 2020 habrá un déficit primario equilibrado
(con un déficit nominal apenas arriba del 3%) y un déficit de cuenta
corriente cercano al 2%. Esto significa que habrá poco para ganar
de defaultear la deuda, en particular dadas las necesidades de
seguir atrayendo inversiones extranjeras", consideró el equipo de
Morgan Stanley.
Tres escenarios
El escenario base para Sedano y su equipo consiste en que Argentina consigue asegurarse con el FMI el fondeo necesario para cubrir el programa financiero y logra la consolidación fiscal con la Ley de Presupuesto 2019. Así, el Gobierno navega nuevas olas de volatilidad cambiaria y contiene el descontento social hasta que la cosecha gruesa ponga fin a la recesión en el segundo trimestre, justo antes de las PASO y el resultado de las elecciones no cambia el rumbo de la política macroeconómica, que se sostiene hasta 2020.
Y aunque desde el exterior no desaparezcan los riesgos, en especial de la mano de las elecciones en Brasil, "si los déficits gemelos evolucionan de acuerdo a nuestras expectativas, creemos que el próximo gobierno podrá centrarse en la agenda de largo plazo con un escenario mucho mejor en sus fundamentos macroecómicos", se lee en el reporte.
Para Caputo "el mercado exageró" y ahora estamos yendo a una situación "mucho más calma"
El escenario optimista, por su parte, prevé una consolidación del rumbo político en 2019 y un marco internacional más benigno para los mercados emergentes, es decir que las elecciones brasileñas resulten en políticas más de mercado que se traduzcan en un crecimiento más fuerte.
"En nuestro escenario optimista, la recesión en la Argentina es más breve y la cosecha de fin de año de trigo ayuda a sacar la economía de la recesión en el último trimestre de 2018. Ya en 2019, la fuerte demanda de Brasil de bienes industriales ayuda a reforzar las exportaciones, lo que también se beneficia de los altos rindes de los cereales y la debilidad del peso", aseguraron desde el banco de inversión.
Por el contrario, el escenario pesimista supone que a las elecciones en Brasil le siguen medidas desestabilizadoras de la economía y un contexto internacional más adverso para las economías emergentes. Y en el frente doméstico, este escenario descuenta que la confianza en el gobierno no se restituye y el tipo de cambio sigue cayendo "lo que se traduce potencialmente en un mix de políticas menos ortodoxas. Esto quiere decir que la consolidación fiscal se pausa y se pone en riesgo el fondeo del FMI" y el país "no logra sentar las bases para un crecimiento sostenible".
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