En declaraciones televisivas, la gobernadora de la provincia de Buenos
Aires marcó una singular duda a la hora de hablar de su futuro. La
mandataria sigue sin dar gestos de cara a 2019.
Aires marcó una singular duda a la hora de hablar de su futuro. La
mandataria sigue sin dar gestos de cara a 2019.
2019, es que María Eugenia Vidal deje la gobernación de la provincia
de Buenos Aires y no vuelva a competir en el distrito más importante.
En ese sentido, se barajaron dos opciones para que su caudal
electoral sea el arma que mantenga a Cambiemos en el poder.
Primero, se habló de la posibilidad de sumar su figura a la papeleta
presidencial que apuesta por un segundo mandato de Mauricio
Macri. Es decir, que sea la precandidata a vicepresidente. De esa
manera, su imagen estaría en todo el país y apuntalaría a Macri al
frente de Cambiemos.
Sin embargo, la profundización de la crisis y la constante debacle
del Presidente, comenzaron a sumar adeptos a la hipótesis de “Vidal
de la pata política, la provincia quedaría huerfana.
En ese marco, si bien desde el entorno de
que no hay posibilidades de que se haga algo diferente a lo deseado
por Macri, las sospechas son más.
Por ello, el silencio de la mandataria respecto a su rol en los
próximos comicios, siembra más dudas a la ecuación. Es que,
en cada oportunidad que se presenta, pone en duda su competen
cia electoral.
Por caso, en declaraciones televisivas, al referirse al escándalo
de los aportes truchos, Vidal volvió a poner un manto de sospe
chas. En definitiva, sentenció: “si me presento, toda mi campaña
será bancarizada”.
De esa manera, la gobernadora Vidal jugó una vez más a la inde
finición respecto a su futuro electoral.
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