DOLORES Maniobra del oficialismo en el Concejo Deliberante puso a Redmond al borde del delito

FUENTE  http://www.compromisodiario.com.ar

Estuvo sentada en una banca como si fuera Concejal electa, 

situación que si no hubiera sido por la intervención de la

 oposición la podría haber colocado ante un caso de “usurpa

ción de título y honores”, delito contemplado en el Código

 Penal.

La bochornosa maniobra intentada por el oficialismo en la
 última sesión de Concejo Deliberante, es una muestra más
 de la impunidad con que pretende desenvolver su gestión
 el actual gobierno municipal, poniendo en este caso al 
borde del delito a la vecina que hicieron sentar en una
 banca como si fuera una Concejal electa.

Recordemos qué ocurrió.

El pasado lunes 22 el legislativo local se constituyó para 
cumplir con la segunda sesión del mes, ocupando una ban
ca en la oportunidad la vecina Verónica Elena Redmond, 
con la cual el oficialismo pretendía reemplazar al Concejal 
José María Cremonte que estaba cumpliendo la función de
 “Intendente interino” ante la licencia otorgada al titular del
 Departamento Ejecutivo, Camilo Etchevarren.

Pese a que iniciada la sesión el Concejal Ricardo Ghiglione 
puso de manifiesto la tremenda “irregularidad” que se pretendía
 concretar y las consecuencias que ello podría traer, el Cuerpo
 comenzó a abocarse al tratamiento de los temas del Orden del
 Día, debiendo transcurrir largos minutos hasta que la Presi
dente Daniela Arrabit ante la reiteración del cuestionamiento
 dispuso pasar a un cuarto intermedio para analizar la situación,
 corroborándose tras ello, que efectivamente Verónica Redmond
 no estaba habilitada para ocupar una banca de Concejal.

Quedó sin dudas en evidencia la burda maniobra, que de haberse 
concretados podría haber llevado a que la vecina pudiera ser 
denunciada por el delito de “usurpación de autoridad, títulos y
 honores” (art. 247 del Código Penal).

¿Veamos por qué?.

Cuando un Concejal pide licencia o renuncia, es reemplazado por 
un “Concejal electo” que haya integrado la lista el mismo año de
 la elección de aquél.

Tanto Cremonte como Verónica Redmond integraron la misma lista
 que participó de la Elección General del año 2015, el primero
 encabezándola y la segunda como candidata a “Concejal Suplente” 
en 4to. lugar.

Es oportuno señalar que el Concejo Deliberante renueva cada dos
 años su integración eligiendo la mitad de sus miembros (tiene 14,
 se eligen 7), estableciendo la Ley Electoral de la Provincia que se 
elegirán 7 Concejales Titulares y 4 Suplentes, correspondiéndole
 a cada partido según el resultado obtenido igual cantidad de Titu
lares como de Suplentes.

En la elección del año 2015 el oficialismo obtuvo tres bancas, siendo
 diplomados por la Junta Electoral como Concejales Titulares: 1º  
José María Cremonte; 2º  Daniela Lujan Arrabit; y 3º  Andrés Bernar
do Cretón. Y como Suplentes: 1º José Arnaldo Equiza; 2º Sara Ra
quel Angelinetti;  y 3º Guillermo Ignacio Elhalem.

En razón de ello quienes seguía en el orden de la Lista 135 de
 “Cambiemos Buenos Aires”, Gabriel Alberto Blancuzzi (7mo. lugar 
Titular); Mariana Monzani (1er. Suplente); Leandro Ezequiel Oldoni
 (2do. Suplente), Patricio Guillermo D’Amore (3er. Suplente) y Veró
nica Elena Redmond (4to. Suplente) no resultaron electos.

Muchos preguntarán cómo se procede en caso que la Lista de elec
tos por renuncias o fallecimientos quedara sin suplentes. La ley 
prevé para estos casos, que el partido o frente que intervino en la 
elección – documentación mediante que compruebe esa situación-
 puede solicitar que sean diplomados como Concejales aquellos 
que seguían en la lista.

Pero hay un detalle más que al oficialismo no podía haberle pasado 
desapercibido. La mencionada Redmond es empleada municipal, y
 el artículo 7º de la Ley Orgánica de las Municipalidades estable que
 la función de Concejal es incompatible con la de empleado a sueldo
 de la Municipalidad. 

Evidentemente lo ocurrido el pasado lunes en el Concejo evidencia
 la impunidad con que pretende manejarse la gestión, debiendo recor
darse un hecho puntual ocurrido hace unos años y que fuera denun
ciado por este diario, que gráfica que esta forma de accionar no es
 nueva.

En el marco de una Asamblea de Mayores Contribuyentes que sesionó 
durante dos días, el primero de ellos ocupó una banca con ese carácter
 una señora que no integraba la listaque anualmente se vota. Y lo
 insólito, al día siguiente lo hizo su esposo, sí elegido como Mayor
 Contribuyente, irregularidad más que evidente pero que sin embar
go el entonces presidente del cuerpo Mario Etchevarren consintió 
y la oposición nada dijo.

Ninguna duda quedará que lo ocurrido ahora en el Concejo fue una
 burda maniobra y no un error, ya que Daniela Arrabit, electa ese
 2015, bajo ningún aspecto lo podía ignorar.