"renegociar" la deuda.
La misión del FMI en la Argentina, que encabeza el italiano Roberto
Cardarelli, se contactó con Sergio Massa para pedir una reunión
con él y su equipo del Frente Renovador.
Como supo LPO, la "invitación" del Fondo se dio esta semana, casi
tres meses después de que Cardarelli y sus asesores realizaran una
"visita" a las oficinas del massista Marco Lavagna en el Congreso,
que procuraron mantener en reserva aunque trascendió en distintos
ámbitos.
En ocasión de aquella visita al país en el mes de agosto, el equipo
técnico del FMI también le solicitó una encuentro a la CGT con la
que se reunió unos días más tarde para escuchar sus preocupacio
nes. No son extrañas estas reuniones. De hecho en el marco de las
revisiones del Artículo IV del organismo multilateral los técnicos
suelen entrevistarse con consultores, economistas, miembros del
Congreso y cámaras empresarias.
Sin embargo, el llamado a Massa tiene otro peso. Mientras que
Lavagna es diputado y el encuentro se dio en plena negociación
por el Presupuesto, el líder del Frente Renovador no ocupa ningún
cargo y ya anunció que será candidato presidencial, por lo que el
pedido de una reunión implica también abrir el paraguas por si
Mauricio Macri no reelige.
Consultados por LPO, cerca del ministro de Hacienda, Nicolás
Dujovne, admitieron que no estaban al tanto de ese pedido, aun
que dijeron que les parece "lógico" que el Fondo se reúna con
dirigentes de la oposición.
La misión del FMI sabe que no tendría chances de juntarse con Cris
tina Kirchner y tantea un acercamiento a Massa, que criticó en muy
duros términos el acuerdo y ya había aniticipado que el próximo
gobierno deberá "renegociar" la deuda.
Si bien el líder del FR no respondió si irá a la reunión, se espera
que reciba a la misión del Fondo en su intento por posicionarse
como un dirigente que "escucha" y su apuesta a ser el candidato
que logre "romper la incertidumbre". En su espacio creen que con
aquel slogan de campaña -definido en los últimos días- podrán
hacer mella en la mayor inquietud de la gente en esta campaña,
así como en 2013 les resultó efectivo poner el eje en terminar con
"Cristina eterna".
"Toda la gente está en crisis. Para la gente es una frustración no
poder decir a dónde vamos y la clave será romper la incertidumbre
de los argentinos", dicen cerca del tigrense. Para eso, quieren
instaurar la metodología de "escuchar", presentar equipos -una
obsesión de FR- y repetir incansablemente sus propuestas.
Massa sabe que el desafío es complicado, luego de un 2017
en el que no tuvo éxito con su estrategia para esquivar la grieta
y un 2015 en el que su otro slogan -"el cambio justo"- tampoco
logró instalarse en un electorado polariazado.
Pese a eso, en el massismo apuestan a que ahora que cambió
el contexto, la gente recibirá de otro modo el mensaje. "¿Cómo
sería la Argentina de 2020 con Cristina ganándole a Macri 52 a
48% o viceversa?", se pregunta el tigrense y habla de que el pró
ximo gobierno necesitará un "acuerdo de unidad nacional" para
sacar a la Argentina adelante, algo que no podrían garantizar ni
el Presidente ni la senadora.
A su vez, desde el espacio que conformó junto a Miguel Pichetto,
el salteño Juan Manuel Urtubey y el cordobés Juan Schiaretti,
arrancaron el sábado a planear una "actividad" grande para cerrar
el año. Todavía no hay fecha ni se pusieron de acuerdo sobre e
l lugar para hacerla, pero asumen que el formato no será el de un
acto tradicional y será la primera reunión de los cuatro desde la
Por lo pronto Massa sumará mañana -al menos en la foto y una con
ferencia conjunta- al entrerriano Gustavo Bordet, en el marco de
una actividad que realizará en Paraná, donde presentará el primer
debate de "Agenda Argentina", una serie de encuentros temáticos
en diferentes ciudades del país que ideó con Diego Bossio y con la
que buscará empezar a desarrollar la estrategia de "escuchar" a los
ciudadanos y debatir las temáticas que más les preocupan.
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