Se trata de la pobreza "multidimensional", en la que se tiene en cuenta
alimentación y salud, servicios básicos, vivienda digna, medioambiente,
educación, empleo y seguridad social.
de la población entre 2017 y 2018, en un contexto en el que se redujo
la cantidad de hogares sin acceso a cloacas, bajo contaminación o
con vivienda precaria, según un relevamiento de la Universidad
Católica Argentina (UCA).
Así lo refleja el nuevo informe "Enfoque de Pobreza Multidimensional
basado en derechos", elaborado por el Observatorio de la Deuda
Social, que mide las carencias no monetarias, es decir alimentación
y salud, servicios básicos, vivienda digna, medioambiente, educa
ción, empleo y seguridad social, y las relaciona con ingresos.
Los pobres multidimensionales son aquellos que se encuentran
bajo la línea de pobreza porque no cubren la Canasta Básica Total
(CBT) y además carecen de acceso a al menos alguno de los men
cionados derechos socioeconómicos.
Si se tiene en cuenta que la población urbana es de unos 40,5
millnes, en 2017 había unos 10.773.000 pobres multidimensionales
urbanos (26,6% de la población), pero el año pasado esa cifra cre
ció hasta alcanzar los 12.676.500 (31.3%). Es decir 1.903.500 nuevos
pobres.
"La pobreza multidimensional experimentó un fuerte crecimiento por
el crecimiento de la pobreza por ingresos por caída del salario, pérd
ida de empleo y mayor precarización laboral, en el actual contexto
inflacionario y de estancamiento", aseguró el director de investiga
ción del Observatorio, Agustín Salvia.
El aumento de la pobreza multidimensional fue mayor entre los obre
ros integrados mientras que no impactó en los medios profesionales.
"Esa polarización marca una profundización de la desigualdad social",
apuntó Salvia.
Entre 2017 y 2018 también aumentó la pobreza multidimensional
estructural urbana, es decir, aquellos personas cuyos ingresos no
alcanzan a cubrir la CBT pero además tienen tres o más carencias
sociales: este indicador pasó de 16,7 a 18,6%.
"Sin considerar el aspecto monetario, cuando uno analiza la afecta
ción de derechos económicos y sociales, en promedio no hay varia
ciones significativas y más bien tiende a la baja", dijo.
Así, el número de viviendas sin servicios básicos bajó de 32,8 en
2017 a 30,2 en 2018, acumulando un descenso de 5 puntos porcen
tuales desde 2015.
Esta mejora se explica por un mayor extensión de la red de cloacas:
mientras hace dos años el 31,8 % de los hogares no tenía desagüe,
el año pasado eran el 29.1%.
Fuentes de la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la
Nación puntualizaron a Télam que entre 2016 y 2018 se incorporaron
1,5 millones de habitantes a la red de cloacas a partir de la instala
ción de 7.500 kilómetros de cañería.
Siempre según el informe de la UCA, en el último año además dismi
nuyó el porcentaje de viviendas que sufren problemas medioambien
tales, que evolucionó del 21,1 al 19%, con un descenso de cuatro
puntos porcentuales en los últimos tres años.
También bajó la falta de acceso a una vivienda, a raíz de una reduc
ción en el número de hogares que no disponen de un baño con des
carga, que pasó de 10 a 8,6%.
"Esto se debe al esfuerzo del hogar pero es posible que los sistemas
crediticios hipotecarios lo hayan facilitado", indicó el informe.
Por otro lado, en el mismo lapso aumentó levemente el porcentaje de
hogares con dificultades alimentarias o de atención sanitaria -del 21,6
al 22,8%-, y con desempleo o empleo en negro -del 29,2 al 32,2%-.
Además, dos de los componentes de "carencias en alimentación y
salud" registraron la mayor incidencia desde 2010: el 17,5% de los
hogares no accedió a atención médica en 2018 y el 17,3% no pudo
obtener los medicamentos que necesitaba.
basado en derechos", elaborado por el Observatorio de la Deuda
Social, que mide las carencias no monetarias, es decir alimentación
y salud, servicios básicos, vivienda digna, medioambiente, educa
ción, empleo y seguridad social, y las relaciona con ingresos.
Los pobres multidimensionales son aquellos que se encuentran
bajo la línea de pobreza porque no cubren la Canasta Básica Total
(CBT) y además carecen de acceso a al menos alguno de los men
cionados derechos socioeconómicos.
Si se tiene en cuenta que la población urbana es de unos 40,5
millnes, en 2017 había unos 10.773.000 pobres multidimensionales
urbanos (26,6% de la población), pero el año pasado esa cifra cre
ció hasta alcanzar los 12.676.500 (31.3%). Es decir 1.903.500 nuevos
pobres.
"La pobreza multidimensional experimentó un fuerte crecimiento por
el crecimiento de la pobreza por ingresos por caída del salario, pérd
ida de empleo y mayor precarización laboral, en el actual contexto
inflacionario y de estancamiento", aseguró el director de investiga
ción del Observatorio, Agustín Salvia.
El aumento de la pobreza multidimensional fue mayor entre los obre
ros integrados mientras que no impactó en los medios profesionales.
"Esa polarización marca una profundización de la desigualdad social",
apuntó Salvia.
Entre 2017 y 2018 también aumentó la pobreza multidimensional
estructural urbana, es decir, aquellos personas cuyos ingresos no
alcanzan a cubrir la CBT pero además tienen tres o más carencias
sociales: este indicador pasó de 16,7 a 18,6%.
"Sin considerar el aspecto monetario, cuando uno analiza la afecta
ción de derechos económicos y sociales, en promedio no hay varia
ciones significativas y más bien tiende a la baja", dijo.
Así, el número de viviendas sin servicios básicos bajó de 32,8 en
2017 a 30,2 en 2018, acumulando un descenso de 5 puntos porcen
tuales desde 2015.
Esta mejora se explica por un mayor extensión de la red de cloacas:
mientras hace dos años el 31,8 % de los hogares no tenía desagüe,
el año pasado eran el 29.1%.
Fuentes de la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la
Nación puntualizaron a Télam que entre 2016 y 2018 se incorporaron
1,5 millones de habitantes a la red de cloacas a partir de la instala
ción de 7.500 kilómetros de cañería.
Siempre según el informe de la UCA, en el último año además dismi
nuyó el porcentaje de viviendas que sufren problemas medioambien
tales, que evolucionó del 21,1 al 19%, con un descenso de cuatro
puntos porcentuales en los últimos tres años.
También bajó la falta de acceso a una vivienda, a raíz de una reduc
ción en el número de hogares que no disponen de un baño con des
carga, que pasó de 10 a 8,6%.
"Esto se debe al esfuerzo del hogar pero es posible que los sistemas
crediticios hipotecarios lo hayan facilitado", indicó el informe.
Por otro lado, en el mismo lapso aumentó levemente el porcentaje de
hogares con dificultades alimentarias o de atención sanitaria -del 21,6
al 22,8%-, y con desempleo o empleo en negro -del 29,2 al 32,2%-.
Además, dos de los componentes de "carencias en alimentación y
salud" registraron la mayor incidencia desde 2010: el 17,5% de los
hogares no accedió a atención médica en 2018 y el 17,3% no pudo
obtener los medicamentos que necesitaba.
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