La recesión está a punto de cumplir un año desde el ingreso a la
crisis en abril de 2018. El Gobierno anunció medidas para apuntalar
el consumo de la clase media y baja, pero según los especialistas la
clave se encuentra en la liquidación de la cosecha. Igual, el “veranito”
proyectado no se muestra firme. El relato oficial y el dólar futuro.
crisis en abril de 2018. El Gobierno anunció medidas para apuntalar
el consumo de la clase media y baja, pero según los especialistas la
clave se encuentra en la liquidación de la cosecha. Igual, el “veranito”
proyectado no se muestra firme. El relato oficial y el dólar futuro.
calificó algunos meses más tarde como “una serie de tormentas”, y
reforzó con un: “veníamos bien y pasaron cosas”. El análisis presi
dencial fue realizado después de la primera crisis y antes de que se
produjera el peor de los escenarios hasta aquel momento en
septiembre. El dólar llegaba a su techo histórico, la inflación sin freno
y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con una serie de requisitos
obligatorios para mantener su ayuda al día.
Un año más tarde, la crisis no muestra un horizonte de claridad y las
diferentes estrategias del tridente que conforma Nicolás Dujovene
(ministro de Hacienda), Guido Sandleris (titular del Banco Central) y
Marcos Peña (Jefe de Gabinete) no trajeron resultados positivos.
Por caso, este último miércoles el Gobierno anunció una serie de me
didas que comenzaron a pergeñarse el pasado lunes 8 de abril entre
el ministro de Producción, Dante Sica, y empresarios. “Demorar un
anuncio que ya está definido, nunca es buena señal”, señalaron des
de el PRO bonaerense a LaTecla.info. Una de las hipótesis de la demo
ra en expresar el nuevo acuerdo de precios es que los bancos no
tendrán actividad por cuatro días y no habrá posibilidad de una es
calada de la divisa extranjera, como ocurrió con los últimos anuncios
oficiales en materia económica.
Así las cosas, con el paquete de incentivos al consumo de la clase
media (Ver detalle), más la posibilidad de disponer diariamente de 60
millones de dólares del FMI, y los ingresos de divisas producto de la
liquidación de la cosecha, en las filas de Cambiemos se espera un
“veranito” de al menos cinco meses. De esa manera, apuestan a ingre
sar a la disputa electoral con una cierta estabilidad que cambie el
humor social ante las urnas.
Con dicho panorama, LaTecla.info conversó con economistas que dan
cuenta de dicho escenario planteado por el oficialismo, aunque evitan
hablar de un “veranito”. Asimismo, entre las tres herramientas que el
Gobierno busca instalar como impulsoras de una presunta reactivación
económica, todos coinciden en que la cosecha será la protagonista de
una posible sensación de estabilidad hasta la llegada de los comicios
de agosto.
En ese marco, Orlando Ferreres, sentenció que “hay tranquilidad hasta
las elecciones, salvo algún tema circunstancial o previsto”, y lo
adjudicó a “la época de cosecha gruesa extraordinaria y al desembolso
ya previsto del FMI”. Similar postura tomó Martín Tetáz, quien aseveró
que “los dólares del Fondo se están desembolsando con normalidad,
no debería afectar demasiado” ya que “no es una gran cosa para el
mercado argentino. El componente fuerte que genera el veranito es el
ingreso de dólares de la cosecha durante estos tres meses”. Claro
está, el verano tiene su fin y así lo señala el propio Tetaz: “no va a
evitar el proceso de dolarización que va a haber cuando se vengan
las elecciones”.
Por su parte, Iván Carrino explicó que “independientemente de cual
quier medida particular, el mercado cambiario en Argentina opera con
2.500 millones de dólares diarios, 60 millones no es ni el 1 por ciento
de eso. No es un tema de que como vendemos la plata del FMI va a
haber calma cambiaria”. A su vez, consideró que “las medidas son
muy puntuales, a un pequeño grupo de población vulnerable que no
te mueve la brújula en términos macroeconómicos”.
“La baja de inflación que uno espera para adelante no tiene que ver con
un esquema de precios cuidados, ni con un acuerdo. Tiene que ver con
que en algún momento empiece a operar la política monetaria dura y
se terminen los ajustes de tarifas. Hay que ver como la suba de dólar
de marzo impacto en la actividad y ver si afecto o no, si no la afecto
entonces podes estar en el inicio de una recuperación muy lenta”,
apuntó Carrino.
No obstante, no todos los especialistas en la materia económica mues
tran buenos augurios en las decisiones del equipo de Cambiemos y se
basan en los malos resultados de los últimos meses. Por caso, Agustín
D´Attellis subrayó que “no se ve tal veranito, la recesión se profundiza
con estas tasas de interés. Los datos que parecían mostrar algún
rebote hace unas semanas atrás, ya no lo muestran más y todo indica
que la caída de la actividad sigue este año”.
En la misma sintonía, remarcó que “la contención del tipo de cambio,
que es lo único que desvela al gobierno, se logra por sostener tasas
muy altas y por un incremento de la oferta, que tiene que ver con las
licitaciones diarias de 60 palos y con un aumento de liquidación de
exportaciones”. Así, D´Attellis advirtió que “en cuanto se termine esto,
se deja de liquidar hasta que no llegue a la banda superior”. De esa
manera, apuntó que “por el momento (la movilidad cambiaria) se con
tiene por este aumento de la oferta. Con los datos macro dando cuenta
del deterioro, la inflación que no cederá, y el ruido político creciente,
aumentará la cobertura en dólares y el Banco Central no cuenta con
instrumentos para evitarla”.
En tanto, el economista Alejandro Robba relativizó el “veranito” que
podría afrontar el gobierno nacional y lo relaciono a la política cambia
ria. “Si por veranito se piensa en una estabilización del dólar, podría
ser, pero sería solo eso. Estos meses además del FMI, tenés los dólares
de la cosecha. Más allá que no vayan a liquidar todo, porque no les
conviene, van a liquidar lo que necesiten para la cosecha nueva y para
pagar deudas”, detalló Robba.
Mientras que aseveró que el “veranito” no existe a la hora de hablar de
“una baja de la inflación, o mejora en salarios o empleo. No va a pasar
porque el propio acuerdo con el FMI lo impide, el Gobierno no va a
realizar una política contracíclica. Lo que va a hacer es una puesta en
escena, como este acuerdo de precios. El veranito puede ser en tipos
de cambios, en términos de otra variable o inflación, no lo veo”, disparó
y advirtió que “tampoco es seguro que se pueda asegurar la estabiliza
ción del 100 por 100 del tipo de cambio, porque la dolarización de carte
ras mientras se acerquen las elecciones va a ser cada vez mayor”.
Así, conforme a lo explicitado por los especialistas económicos a este
medio, el gobierno lanzó un plan de medidas destinadas a impulsar el
consumo y generar una sensación de estabilidad en la sociedad que
se encuentra vinculada directamente a la liquidación de la cosecha. El
“veranito” que plantea la Rosada, siempre y cuando ocurra, podría ser
más corto de lo esperado.
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