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viernes, 13 de septiembre de 2019

Alberto busca ganar con 55 puntos y dominar el Congreso para negociar con gremios y empresarios

El candidato de Todos confía en que un triunfo apabullante facilite un
 acuerdo bajar precios y la tasa de interés. La fantasía de superar a la
 Cristina de 2011.
Alberto busca ganar con 55 puntos y dominar el Congreso para negociar con gremios y empresarios


Un triunfo contundente y un control pleno del Congreso es la foto que
intentará mostrar Alberto Fernández en diciembre, para ejecutar el 
consenso social que acordó este miércoles con la UIA y la CGT en 
Tucumán.
Y ambos objetivos se cumplen con un número mágico: 55, los puntos
 que intenta sacar en octubre para convertirse en el presidente más 
votado desde el retorno democrático.
Aunque lo nieguen, los albertistas destacan que sería un punto más
 que el récord de Cristina en 2015, un argumento para empezar la dis
puta interna con La Cámpora que esperan para tarde o temprano.

Durante su recorrida por España, Alberto habló de encuestas que le 
daban entre 52 y 54 puntos, al filo de su piso soñado, aunque no nece
sariamente esa cifra puede significar más legisladores que si repite los
 49 de agosto y le garantizarían quórum en el Senado, pero no le alcan
zaría en Diputados. 
Es que las provincias grandes son las que eligen más diputados, por lo 
tanto necesita crecer en Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad, distritos
 donde Fernández está haciendo foco en la campaña que recién comienza. 
 Alberto asegura que mide entre 52 y 54 pero aspira
 a crecer al menos un punto más y superar a la Cristi
na de 2011. Sólo así considera que tendría autoridad 
para negociar con los actores de poder. 
"Sólo si sumamos poder político vamos a lograr un consenso social con 
los actores de peso y eso tiene tres patas: muchos votos en las urnas, 
un apoyo explícito de los gobernadores y un control pleno del Congreso"
, resumen cerca del candidato presidencial.
Diferencian el acuerdo multisectorial de 2002, liderado por el interino 
Eduardo Duhalde,  porque "fue implícito, con un pedido de la sociedad 
ante la crisis. Esta vez debe ser explícito y sólo será posible coordinarlo
 con poder político", explican. 
Los objetivos son ambiciosos: lograr que los empresarios no remarquen 
los precios mayoristas, los sindicatos no exijan aumentos salariales im
pagables y, tal vez lo más complejo, que los operadores financieros no 
migren al dólar si el Banco Central baja las tasas. 
Sin ese último compromiso, la única salida para reducir los intereses 
será un nuevo plan Bonex 89, y nadie quiere ni mencionar aquella expe
riencia de los albores menemistas. 
La presencia de los gobernadores e intendentes del conurbano será per
manente en la campaña y, de ganar, en los primeros meses de gestión,
 una forma de exhibir el control político de casi todo el territorio. 
Tanto es así que los albertistas que caminaban por el Congreso este
 miércoles especulaban con un control local de los planes sociales, o 
sea, una menor presencia de organizaciones sociales intermediando. 
Entre ellos ya respiran poder y hasta compiten por ser el que más votos
 le consiga a Alberto y pueda considerarse con más autoridad para par
ticipar de las decisiones y los repartos de cargos e diciembre. 

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