Ocurrió el 26 de julio de 1890, en los alrededores del Palacio
de Tribunales. Impulsada por Leandro Alem e Hipólito Yrigo
yen, entre otros.
Por Lucio Di Matteo
Según los historiadores, los siglos y décadas no comienzan cronológi
camente sino con hechos que marcan aguas divisorias entre el antes
y el después. Así, el siglo XX terminó el 9 de noviembre de 1989, cuan
do cayó el Muro de Berlín; o la década de los 90 argentina arrancó el
9 de julio de 1989, cuando Carlos Menem asumió la Presidencia. De la
misma forma, el Siglo XX de conquistas políticas y civiles se abrió
paso en nuestro país el 26 de julio de 1890, cuando un grupo de jóve
nes "radicales" (un adjetivo al cual su partido no siempre haría honor)
encabezó la llamada Revolución del Parque.
camente sino con hechos que marcan aguas divisorias entre el antes
y el después. Así, el siglo XX terminó el 9 de noviembre de 1989, cuan
do cayó el Muro de Berlín; o la década de los 90 argentina arrancó el
9 de julio de 1989, cuando Carlos Menem asumió la Presidencia. De la
misma forma, el Siglo XX de conquistas políticas y civiles se abrió
paso en nuestro país el 26 de julio de 1890, cuando un grupo de jóve
nes "radicales" (un adjetivo al cual su partido no siempre haría honor)
encabezó la llamada Revolución del Parque.
Aquello fue un alzamiento contra un modelo económico que se creyó
eterno pero empezaba a mostrar su finitud -el famoso e idealizado
modelo agroexportador-, y que tenía como su otro lado imprescindi
ble a un modelo político de fraude y acuerdismo. Como lo explica Na
talia Botana en "El Orden Conservador": derechos civiles para todos
pero derechos políticos para pocos.
eterno pero empezaba a mostrar su finitud -el famoso e idealizado
modelo agroexportador-, y que tenía como su otro lado imprescindi
ble a un modelo político de fraude y acuerdismo. Como lo explica Na
talia Botana en "El Orden Conservador": derechos civiles para todos
pero derechos políticos para pocos.
En este sentido, el historiador Diego Barovero, hoy el más prolífico y
riguroso sobre la historia del radicalismo, explica que la Revolución
del Parque fue la respuesta a un escenario donde "a la par de" las "se
ñales positivas de modernización se construyó un sistema político
restringido, elitista y orientado a maximizar los beneficios de un sector socioeconómico cuyos negocios particulares estaban relacionados
con el rol de país exportador de materias primas. Era la República po
sible de la fórmula alberdiana".
riguroso sobre la historia del radicalismo, explica que la Revolución
del Parque fue la respuesta a un escenario donde "a la par de" las "se
ñales positivas de modernización se construyó un sistema político
restringido, elitista y orientado a maximizar los beneficios de un sector socioeconómico cuyos negocios particulares estaban relacionados
con el rol de país exportador de materias primas. Era la República po
sible de la fórmula alberdiana".
En 1889, cuando los errores económicos mostraban que el modelo
no sería exitoso por siempre, estalló una crisis que también fue polí
tica y social. "En horas se deshacían fortunas y riquezas, el país sin
crédito exterior llegó al extremo de la emisión clandestina de papel
moneda, denunciada valientemente por el senador opositor Aristó
bulo del Valle. La debacle económica desnudaba la profunda crisis
político-institucional y moral", explica Barovero, presidente del Insti
tuto Nacional Yrigoyeneano, en el material que está completo al final
de esta nota.
no sería exitoso por siempre, estalló una crisis que también fue polí
tica y social. "En horas se deshacían fortunas y riquezas, el país sin
crédito exterior llegó al extremo de la emisión clandestina de papel
moneda, denunciada valientemente por el senador opositor Aristó
bulo del Valle. La debacle económica desnudaba la profunda crisis
político-institucional y moral", explica Barovero, presidente del Insti
tuto Nacional Yrigoyeneano, en el material que está completo al final
de esta nota.
Esa Revolución del Parque fue protagonizada por antiguos federales
como Bernardo de Irigoyen y liberales como Bartolomé Mitre; católi
cos como José Manuel de Estrada y Pedro Goyena; antiguos autono
mistas como Leandro Alem y Aristóbulo del Valle; y los futuros líde
res de los primeros partidos políticos modernos del siglo XX, todavía
jóvenes: Hipólito Yrigoyen, Lisandro de la Torre y Juan B. Justo.
como Bernardo de Irigoyen y liberales como Bartolomé Mitre; católi
cos como José Manuel de Estrada y Pedro Goyena; antiguos autono
mistas como Leandro Alem y Aristóbulo del Valle; y los futuros líde
res de los primeros partidos políticos modernos del siglo XX, todavía
jóvenes: Hipólito Yrigoyen, Lisandro de la Torre y Juan B. Justo.
Revolución y después
La revuelta estalló violentamente el 26 de julio de 1890, con manifes
tantes que llevaban una bandera tricolor -verde, blanca, rosa- y boi
nas blancas adornando sus cabezas . "El epicentro era el Parque de
Artillería (actual solar del Palacio de los Tribunales) y sus alrededo
res. Se levantaron trincheras, se armaron cantones, se libraron san
grientos combates entre tropas sublevadas y las fuerzas que res
pondían a las autoridades. El general Manuel J. Campos era el co
mandante militar", explica Barovero.
tantes que llevaban una bandera tricolor -verde, blanca, rosa- y boi
nas blancas adornando sus cabezas . "El epicentro era el Parque de
Artillería (actual solar del Palacio de los Tribunales) y sus alrededo
res. Se levantaron trincheras, se armaron cantones, se libraron san
grientos combates entre tropas sublevadas y las fuerzas que res
pondían a las autoridades. El general Manuel J. Campos era el co
mandante militar", explica Barovero.
La trayectoria posterior de ese movimiento inicial es relativamente
conocida por los argentinos. La revolución fracasó en términos
militares pero triunfó en el ideario de un país democrático e iguali
tario. Como las elites que manejan el país tienen una gran gimna
sia en trabar el acceso al poder a las fuerzas mayoritarias, hubo
que esperar 26 años para que el presidente de la Nación surgiera
del mayor partido político popular de masas de aquel momento: Hi
pólito Yrigoyen en 1916.
conocida por los argentinos. La revolución fracasó en términos
militares pero triunfó en el ideario de un país democrático e iguali
tario. Como las elites que manejan el país tienen una gran gimna
sia en trabar el acceso al poder a las fuerzas mayoritarias, hubo
que esperar 26 años para que el presidente de la Nación surgiera
del mayor partido político popular de masas de aquel momento: Hi
pólito Yrigoyen en 1916.
Antes de ello fue el "fraude patriótico", los poderosos de siempre
calificando a los radicales de chusma, y finalmente la Ley Sáenz Pe
ña de voto secreto, universal y obligatorio, en 1912. Cuando el siste
ma electoral garantizó esa transparencia, los triunfos electorales
fueron para la Unión Cívica Radical (UCR): Yrigoyen en 1916, Mar
celo Torcuato de Alvear en 1922 (no había reelección) y nuevamen
te "El Peludo" en 1928.
calificando a los radicales de chusma, y finalmente la Ley Sáenz Pe
ña de voto secreto, universal y obligatorio, en 1912. Cuando el siste
ma electoral garantizó esa transparencia, los triunfos electorales
fueron para la Unión Cívica Radical (UCR): Yrigoyen en 1916, Mar
celo Torcuato de Alvear en 1922 (no había reelección) y nuevamen
te "El Peludo" en 1928.
Después vinieron el primer golpe de Estado, en 1930, los gobierno
pseudo-democráticos, el surgimiento del peronismo, y nuevamen
te, desde 1955 hasta 1973, los golpes militares y los presidentes
que sólo podían acceder al cargo porque Juan Domingo Perón
estaba proscripto. En definitiva, entre 1890 y 1973, nada menos
que 83 años de nuestra vida como país, las elites que no accedían
al poder por los votos, se las ingeniaron, sobre todo con el apoyo
de la prensa simbiótica con esos intereses, para impedir que el
partido y figura más populares gobernaran la república. Con las ex
cepciones de los 14 años del primer radicalismo, y del decenio de
Perón.
pseudo-democráticos, el surgimiento del peronismo, y nuevamen
te, desde 1955 hasta 1973, los golpes militares y los presidentes
que sólo podían acceder al cargo porque Juan Domingo Perón
estaba proscripto. En definitiva, entre 1890 y 1973, nada menos
que 83 años de nuestra vida como país, las elites que no accedían
al poder por los votos, se las ingeniaron, sobre todo con el apoyo
de la prensa simbiótica con esos intereses, para impedir que el
partido y figura más populares gobernaran la república. Con las ex
cepciones de los 14 años del primer radicalismo, y del decenio de
Perón.
La historia fue diferente a partir de 1983. Todos los presidentes
constitucionales surgieron de mayorías legitimadas con el voto,
algunas perdurables y otras no (pero eso ya es otra historia). Pero,
en definitiva, el primer paso para ello fue la "Revolución del Par
que" de esos jóvenes idealistas.
constitucionales surgieron de mayorías legitimadas con el voto,
algunas perdurables y otras no (pero eso ya es otra historia). Pero,
en definitiva, el primer paso para ello fue la "Revolución del Par
que" de esos jóvenes idealistas.
En la rica historia del radicalismo, además de los fundadores y
primeros presidentes; luego vendrían primeros mandatarios de
notable calidad y desarrollo económico e institucional, como
Arturo Humberto Illia y Arturo Frondizi, aunque con la sombra
de la proscripción peronista. También una figura central como
Raúl Ricardo Alfonsín, con el díficil logro (ahora parece fácil,
entonces era muy complicado) de la consolidación democrática,
algo opacada por los problemas económicos. La presidencia de
Fernando de la Rúa, quien se preparó toda la vida para llegar al
cargo, y cuando lo hizo no supo conducir los destinos de la Na
ción. Más acá, los esbirros de Cambiemos y los que se resisten
a hacer de la UCR una versión civilizada de la derecha, recordan
do la gloriosa historia que comenzó en la Revolución del Parque.
primeros presidentes; luego vendrían primeros mandatarios de
notable calidad y desarrollo económico e institucional, como
Arturo Humberto Illia y Arturo Frondizi, aunque con la sombra
de la proscripción peronista. También una figura central como
Raúl Ricardo Alfonsín, con el díficil logro (ahora parece fácil,
entonces era muy complicado) de la consolidación democrática,
algo opacada por los problemas económicos. La presidencia de
Fernando de la Rúa, quien se preparó toda la vida para llegar al
cargo, y cuando lo hizo no supo conducir los destinos de la Na
ción. Más acá, los esbirros de Cambiemos y los que se resisten
a hacer de la UCR una versión civilizada de la derecha, recordan
do la gloriosa historia que comenzó en la Revolución del Parque.
BUENOS AIRES, NA
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