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martes, 19 de enero de 2021

Para la subdirectora de RT, "la campaña de desinformación contra la Sputnik V es grave"

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Inna Afinogenova, quien se aplicó la Sputnik V en septiembre, habló 

sobre la vacunación y cómo trataron los medios argentinos el tema: 

"Hay cosas que no me puedo explicar, por nada más que no sea mal

dad pura".

La periodista rusa Inna Afinogenova, subdirectora del portal de

 noticias Russia Today (RT) en Español, se convirtió en el último año

 en una figura conocida de las redes sociales y las señales de noti

cias realizadas en y para América Latina, y en una charla exclusiva

 con Télam advirtió: "La campaña de desinformación contra la vacuna

 (Sputnik V) es grave".

Afinogenova no sólo ejerce su rol de subdirectora sino que además

 conduce el programa "¡Ahí les va!", ciclo que creció mucho en reper

cusión durante el último año y medio. Se trata de un programa sema

nal que aborda una cuestión de impacto internacional y la analiza sin 

eludir el debate, con un estilo didáctico y, si se quiere, irreverente.

Aunque hace su trabajo desde Rusia, Afinogenova está informada so

bre la actualidad de América Latina y en particular sobre el presente de

 la Argentina. En 2009 vivió unos meses en Buenos Aires, período du

rante el cual completó una pasantía en Radio Mitre.

"Sigo mucho lo que está sucediendo en Argentina y hay cosas

 

que no me puedo explicar por nada más que no sea maldad pura".

"En Latinoamérica –aseguró la periodista-, la gente está cansada del 

mismo discurso que sale de todos los medios de información. Yo sigo

 mucho lo que está sucediendo en Argentina y hay cosas que no me 

puedo explicar por nada más que no sea maldad pura. Toda la campa

ña de desinformación y toda la manera en que están sembrando dudas

 en torno a esta vacuna (por la Sputnik), sin aportar ningún dato nunca,

 o lo que es peor, tergiversando y manipulando, es realmente muy grave"

, subraya.

Afinogenova se inmunizó contra la Covid-19 a fines de septiembre. De 

32 años, se ofreció como voluntaria para recibir las dos dosis de la

 inmunización desarrollada por el Centro Gamaleya. Se anotó en el 

sitio web del ayuntamiento de Moscú y así formó parte del grupo de

 las primeras 90 personas que se vacunaron en Rusia.

"Tres semanas después, me hice un análisis de anticuerpos (contra el

 coronavirus) y los tenía. Ahora voy bastante tranquila. He tenido bas

tante contacto con gente que luego dio positivo, porque me fui de viaje

 de trabajo y volví en un avión en el que hubo más de diez positivos, y 

a mí no me dio nada", contó.

La periodista habla en un español muy fluido, en el que intercala ex

presiones y palabras típicas del castellano que se habla en España 

(durante la charla desliza un "joder" para darle más énfasis a una res

puesta) con modismos más escuchados en el Río de la Plata. Se gra

duó en Periodismo en la Universidad Estatal Mijaíl Lomonósov de Mos

cú y reside en la zona céntrica de la capital rusa. "Vivo a veinte minu

tos de la Plaza Roja", detalló.

Durante la charla, la periodista se mostró muy informada del acuerdo

 entre el Estado argentino y el Gobierno de la Federación Rusa para

 la compra de grandes cantidades de la vacuna creada por el Centro


 Gamaleya.

"Argentina empezó a vacunar en el mismo momento en que lo

 

hacía España. Es uno de los primeros países que inició la vacunación masiva. Un increíble logro", afirmó.

La cooperación entre ambas naciones sumó en las últimas 48 horas 

un nuevo capítulo tras la partida hacia Rusia de un segundo vuelo

 de Aerolíneas, el Airbus 330-200, que viajó hasta Moscú en búsque

da de las 300.000 dosis del segundo componente de Sputnik. Las

 vacunas, como se sabe, llegaron al país hoy al mediodía.

Télam: Usted se vacunó en septiembre. ¿Cómo siguió su vida desde

 entonces?
Inna Afinogenova: Mi decisión no tuvo nada que ver con mi trabajo.

 Al estudiar la información sobre la gente que lo iba a hacer (el 

Centro Gamaleya) y sobre la propia vacuna, me convencí. Ya estaba 

cansada de tener miedo de contagiar a mi madre, a entrar a un trans

porte público y después, al día siete, estar atenta a si me dolía un po

co la garganta, a medirme la fiebre a cada rato. Soy un poco hipocon

dríaca. Y fui una de las primeras en Moscú, porque me llegó el dato

 de que estaban buscando voluntarios. Quiero insistir en que todo

 fue voluntario. Porque afuera (de Rusia) quisieron instalar la idea

 de que a la gente la obligaban… ¡Pero por favor! ¿Cómo nos van a

 obligar si después se puede sacar un móvil para grabarte y que 

salgan 100.000 testimonios? En fin, decidí hacerlo. Y fue todo rápido.

 Me la pusieron a las 7 u 8 de la tarde: me empezó a subir la fiebre, me

 dolió la cabeza, empecé a sentirme algo cansada, como una gripe nor

mal. Me dormí con paracetamol. Al día siguiente ya no tenía fiebre pe

ro seguía con dolores musculares y al tercer día ya no tenía nada: no

 me dolían ni los pectorales ni la cabeza. Y seguí haciendo mi vida. La

 segunda inyección te la ponen tres semanas después, y esa sí que no

 me afectó de ninguna manera. Sólo me dolió el brazo un par de días: 

no podía hacer flexiones de brazos, pero al tercer día ya fui a la piscina

 y todo bien, no me ahogué (ríe).

T: ¿Cómo vive la sociedad rusa el plan de vacunación?
IA: Al principio era todo bastante desconfiado. Algunas encuestas de

cían que más de la mitad de la población todavía no estaba dispuesta

 a vacunarse, pero después yo he visto cómo los corresponsales de

 los medios (extranjeros) que decían eso empezaron a participar tam

bién como voluntarios en los ensayos de la vacuna Sputnik. Y así,

 como a la gente vacunada no le ha ido nada mal, han cambiado el 

tono de sus coberturas. Eso ayuda a que la gente común y corriente

 empiece a perder la desconfianza.

T: Está claro que la pandemia profundiza la desigualdad estructural. La 

población de los países centrales va a vacunarse mucho antes que los 

países periféricos.
IA: Es una barbaridad que sea así, claro. Pero en relación con eso, yo he 

estado viendo la cobertura de la llegada de la vacuna Sputnik V a la

Argentina, en particular la del canal argentino C5N, y me ha parecido

 muy emotiva. Pero al principio no entendí por qué darle tanta impor

tancia (a la llegada a Ezeiza del avión de Aerolíneas) pero sucede que 

a nosotros (los rusos) todo esto nos viene dado: empezó la pandemia 

y aquí asumimos que ya alguien estaba trabajando y que en un rato ten

dríamos la solución. No entendía pero después comprendí que Argentina

 es un país que empezó la vacunación en el mismo momento en que la 

empezaba España. Y es uno de los primeros países del mundo en el que 

se inició la vacunación masiva. Un increíble logro del Gobierno. Que se 

garanticen las vacunas para todos los argentinos en el mismo momento

 en que Canadá ha comprado el triple de vacunas de su población. Es

 muy bueno tener acceso. Por otro lado, hay países en los que no vas a

 tener esa solución pronta, o tendrás que negociar con otros para tenerla,

 o directamente no se va a hacer, y tendrás que quedarte confinado o te

 enfermarás.

AHI LES VA!
"Revisamos cada dato, cada cifra, cada frase y se busca la fuente"

“¡Ahí les va!” se emite desde Rusia, con la propia Inna Afinogenova en

 la conducción, el guionista y productor creativo Mirko Casale, un ca

marógrafo y realizador, otro productor y un editor que se dedica a la 

verificación de datos: "Una vez que está listo el guión se pone a revisar 

cada dato, cada cifra, cada frase y busca la fuente”, destacó.

El ciclo se emite por RT pero también se puede ver en Youtube (hace

 un año crearon un canal propio, cuenta con 592.000 suscriptores).

“El programa está teniendo buena acogida en Latinoamérica. Tene

mos una línea editorial marcada y no me parece vergonzoso decirlo, 

ni creo que sea algo malo. Eso sí, cuando tú empiezas a mentir para 

seguir tu línea editorial, eso me parece grave. Lo que nosotros no ha

cemos es mentir. Eso también explica el éxito de “¡Ahí les va!”. Cada 

informe tiene sus fuentes, que son fácilmente revisables y chequeables

 por Internet. Toda la información es transparente y mayormente pública”,

 aseguró Afinogenova en una entrevista con Télam.

Sin embargo, la periodista agregó que en algún programa se les coló

 algún error, en general con “información que no estaba actualizada”.

“Siempre volvemos a revisar lo que grabamos y emitimos y si vemos 

que algo está mal lo aclaramos en los comentarios de Youtube con fra

ses como ‘ojo a este dato, en tal minuto, porque en realidad es así’. 

Nos ha pasado con datos muy puntuales como números y nombres. 

Por esta razón contratamos a un chico que una vez que está listo el

 guión se pone a revisar cada dato, cada cifra, cada frase y busca la

 fuente”, explicó.

Por Martín Piqué

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