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domingo, 2 de mayo de 2021

Se cumplen 39 años del hundimiento del Crucero General Belgrano



El 2 de mayo de 1982, a las 16, el crucero ARA General Belgrano reci

bió el impacto de dos torpedos que fueron disparados por el subma

rino nuclear ‘Conqueror’, cuyo comandante fue autorizado a iniciar el 

ataque por la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher.

El crucero General Belgrano hizo honor a su lema: irse a pique antes

 de arriar el pabellón nacional. La bandera fue lo último que se vio. Lue

go en la balsa en la que me encontraba, mis conscriptos entonaron el 

himno nacional, con ellos pasé las 36 horas de supervivencia”, relató el

comandante de la nave, Capitán de Navío Héctor Bonzo, a los pocos 

días del rescate.

El hundimiento del crucero General Belgrano, en el marco del conflicto 

de Malvinas, es considerado por muchos como un crimen de guerra 

porque la nave fue atacada cuando se encontraba fuera del área de ex

clusión de 150 millas alrededor de las islas, que había sido impuesta

 unilateralmente por los ingleses.

De los 1.093 tripulantes que tenía a bordo, murieron 323, casi la mitad 

del total de muertos argentinos en la guerra; y unos 770 lograron sobre

vivir en balsas inflables, pero debieron esperar varios días en el mar, con 

temperaturas bajo cero, para ser rescatados.

El ataque

Aquel 2 de mayo, Thatcher ordenó al ministro de Defensa inglés, John

 Nott, que transmitiera la directiva dirigida al comandante del submarino

 nuclear británico ‘Conqueror’, Capitán de Fragata Christopher Wreford-

Brown, de torpedear y hundir al Crucero General Belgrano.

Crucero General Belgrano 1982 Mar

El primer torpedo alcanzó al crucero a proa, por babor; el segundo 

hizo impacto hacia popa, en la parte inmediatamente posterior a la sa

la de máquinas, destruyendo el sistema de mando del timón.

Diez minutos más tarde, el comandante decidió que no se podía hacer

 otra cosa que dar la orden de abandonar el barco. Entonces se lanza

ron 70 balsas autoinflables, que podían contener veinte hombres cada

 una. Los techos anaranjados de las balsas parecían un collar rodeando 

al buque para protegerlo.

Un hora después de haber sido tocado, el Belgrano se dio vuelta y se

 hundió.

Al llegar la noche se levantó viento y el mar empeoró. Las ráfagas 

alcanzaban casi los 100 kilómetros por hora y las olas los 5 metros 

de altura; algunos botes iban sobrecargados, llevando hasta 30 hom

bres, varios de los náufragos sufrían graves quemaduras.

Como consecuencia del ataque y posterior hundimiento murieron 323

 tripulantes, unos a causa de las explosiones producidas por los torpe

dos que al introducirse en el casco chocaron con depósitos de explosi

vos, otros por asfixia y otros al ahogarse en el hundimiento.

La criminalidad del hundimiento del Belgrano fue reconocida hasta por 

los británicos, que aceptan que la decisión de torpedearlo estuvo más

 ligada a una cuestión política que a una necesidad militar, por cuanto el 

crucero no representaba ningún tipo de peligro.

La ex primer ministra británica habría ordenado el hundimiento para obs

taculizar las negociaciones de paz, ya que la Junta Militar argentina 

analizaba seriamente la aceptación de la propuesta del entonces presi

dente peruano Fernando Belaunde Terry.

El crucero ARA General Belgrano había zarpado el 16 de abril de 1982 

desde la Base Naval de Puerto Belgrano rumbo al Atlántico Sur, con la 

misión de atacar a los buques ingleses que arribaban a las Islas Mal

vinas y el hundimiento se produjo unas 240 millas náuticas al sudeste

 de Ushuaia, Tierra del Fuego.


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