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martes, 11 de mayo de 2021

El rechazo de los movimientos sociales a la tarjeta de alimentos escala en medio de la gira de Alberto



Hubo cruces con el massismo y el albertismo. En La Cámpora se 

quejan por el plan productivo.

La rebelión de los movimientos sociales contra la Tarjeta Alimentar relan

zada por el Gobierno el viernes agarró a Alberto Fernández en el medio 

de la gira europea con la que buscaba evadirse de la crisis abierta por la

 renuncia fallida de Federico Basualdo.

La coalición de gobierno sumó otra tensión luego de los tironeos entre el 

kirchnerismo y Martín Guzmán por los aumentos de la tarifa eléctrica. El 

presidente se llevó a Guzmán a Europa para respaldarlo ante el desgaste 

del  ministro de Economía que no pudo echar a un simple subsecretario y 

quedó desacreditado y con versiones de reemplazo en medio de las nego

ciaciones con el FMI.

Pero la falta de coordinación del gabinete le abrió a Alberto otro foco de

 conflicto interno que jamás había esperado cuando el viernes anunció que

 triplicaría los fondos para la Tarjeta Alimentar que se encuadran en los 300 

mil millones de pesos que destinará para la asistencia social en medio de la

 segunda ola del coronavirus, un anuncio con el que esperaba irse tranquilo

 a verse con un rey de España, el Papa y varios mandatarios del primer mun

do.


Juan Grabois, el referente de los movimientos sociales más cercano a Cris

tina, dijo que "del presupuesto de 300 mil millones de pesos, un punto y me

dio se va a la patria financiera, eso es un escándalo, es terrible".


"Tendría que darles vergüenza una foto con la tarjeta de alimentos", dijo

 Grabois y advirtió que "es estúpida la manera en la que se aplican los

 fondos asistenciales". 

El fastidio de Grabois ya repercutió en la gira europea de Alberto: según an

ticipó Clarín, el dirigente social no estará el viernes en el Vaticano en el se

minario que organiza el obispo Marcelo Sánchez Sorondo y del que parti

cipará Guzmán junto a Kristalina Georgieva, directora del FMI. Grabois

, amigo del Papa Francisco, integra el dicasterio de Desarrollo Humano

 Integral del Vaticano como asesor y estuvo en paneles anteriores, pero esta

 vez avisó que tiene cosas más importantes que hacer.

La bronca de los movimientos sociales es concreta: la tarjeta Alimentar les 

quita la posibilidad del control del padrón de los beneficiados, como el plan 

Potenciar que impulsa proyectos productivos y maneja Pérsico. 

Es tan grande la bronca que iincluso fue expresada por uno de los dirigentes

 que habló el viernes en el acto de Alberto. Esteban "Gringo" Castro, secre

tario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), 

dijo que "cada vez que el gobierno asiste se lo come el aumento de tarifas y 

de alimentos".

"Esto ya nos está generando tensiones con el gobierno" reconoció Castro 

en un reportaje con FM La Patriada. No es una advertencia que pasa de la

go para el Gobierno: Alberto necesita como nunca la estabilidad en la rela

ción con los movimientos sociales ante la llegada del frío y cuando el plan 

de vacunación aún no llegó ni al 10 por ciento de los argentinos.


Pero el "fuego amigo" llegó al punto cúlmine con las críticas de Emilio 

Pérsico, que a diferencia de Grabois y Castro es funcionario del Gobier

no y había compartido el mismo viernes el acto con Alberto por los 102 

años de Evita.

"Nos escuchan pero no nos ven", dijo Pérsico horas después del anun

cio del viernes y advirtió que "la tarjeta es pan para hoy y hambre para

 mañana". "El gasto en ayuda directa, la tarjeta Alimentar, nos incluye 

como consumidores, pero eso no es inclusión social, la única inclusión

 es el trabajo. No resuelve el problema de la inflación, porque se la come la 

inflación", dijo Pérsico, que le reclamó a Alberto invertir en el programa 

Potenciar Trabajo, que administra él mismo.



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