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lunes, 14 de junio de 2021

Sergio Massa cenó con un asesor de Biden y planteó la posición argentina: si el préstamo del FMI fue político, la solución debe ser también política

 


El presidente de la Cámara de Diputados se reunió con Juan Sebas

tián González en el inicio de una gira por los Estados Unidos en la

 que se verá con importantes actores del poder local

Enviado especial a Washington DC - Desde la terraza se veía la Casa

 Blanca, y a su lado estaba un hombre que trabaja en ese edificio y 

es clave para la Argentina: Sergio Massa cenó este domingo con 

Juan Sebastián González, asesor del presidente Joe Biden para

 América Latina, para analizar un tema fundamental, la renegocia

ción de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y el plan

teo fue claro: si el préstamo de 2018 tuvo un origen político, la solu

ción en 2021 también debe ser política.

En una tarde de calor húmedo tras un día que alternó lluvia y sol, la ex

tensa reunión en la impactante terraza del hotel W fue un encuentro de

 cinco: al presidente de la Cámara de Diputados y al director del Con

sejo de Seguridad Nacional (NSC) para el Hemisferio Occidental se les

 sumaron Jorge Argüello, embajador argentino ante los Estados Unidos, 

Sergio Chodos, representante argentino ante el FMI, y Andrew Sanders, 

director para el Cono Sur del NSC.

Lo que el equipo de comunicación de Massa presenta como un viaje pa

ra “robustecer las relaciones bilaterales” intenta ser eso y más. El líder 

del Frente Renovador ha logrado trabajar una relación cercana con Gon

zález, que asesoró a Biden sobre América Latina durante parte de sus

ocho años como vicepresidente de Barack Obama, siguió siendo su

 consejero ya en el llano y hoy es el encargado de desentrañarle al nue

o inquilino de la Casa Blanca la compleja y con frecuencia explosiva

realidad latinoamericana.

Massa ha cuidado siempre su relación con los diferentes gobiernos de 

Estados Unidos. Fue, por ejemplo, el político argentino más representa

tivo en Washington el 20 de enero de 2017, el día que asumió Donald 

rump. La gira que inició el domingo lo vería reunirse con importantes

 actores de la Cámara de Representantes y del Senado, del NSC y el

 Departamento de Estado, de la comunidad judía local y con influyentes

 think tanks. El jueves, ya en Nueva York, se verá con el ex presidente 

Bill Clinton.

La señal de largada fue este domingo. Intenso ida y vuelta en una terra

za junto a la sede del poder estadounidense, encuentro que se inicio a

 las cinco de la tarde, un horario nada inusual allí para una cena, y ter

minó a las ocho de la noche, ya con el sol escondiéndose. En un año y

 medio de gobierno de Alberto Fernández, Massa es el funcionario ar

gentino de más alto rango en visitar la capital de los Estados Unidos.

Si en la visita de González a Buenos Aires el encuentro fue en la casa 

de Massa en Tigre con inevitable asedo, el funcionario de Biden, que

 fue padre recientemente, prefirió devolver la gentileza fuera de casa y 

con un menú más que interesante: rolls de langosta acompañados de 

vino tinto. Massa correspondió con tres regalos: “Summit”, un disco

 que Astor Piazzolla y Gerry Mulligan grabaron en 1974, un vino de la 

bodega Catena Zapata y la camiseta de Tigre. González, como hijo de

 colombianos, es un estadounidense que entiende bien el fútbol.


Fuentes con acceso a la conversación aseguraron a Infobae que Mauri

cio Claver Carone, actual presidente del Banco Interamericano de Desa

rrollo (BID), pero en el puesto de González cuando el presidente era 

Trump, formó parte de la conversación. Claver Carone confirmó en julio

 de 2020, en plena campaña para ganar la presidencia del BID, que fue

 la Casa Blanca de Trump la que impulsó con decisión el préstamo a la

 Argentina presidida por Mauricio Macri en 2018.

“Yo tenía a los europeos enfrente de mí, cuando quisimos impulsar e

 impulsamos el programa de asistencia más grande en la historia del

Fondo Monetario Internacional para ayudar a la Argentina en su mo

mento de crisis, fueron los europeos los que estaban peleados con 

nosotros, porque no querían ayudar a la Argentina, porque no les 

interesaba el Hemisferio Occidental”.

Esa frase de Claver Carone, pronunciada durante una presentación 

ante el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales (CCRI),

 es la base del argumento de la Casa Rosada de cara a postergar los

 pagos de los 44.000 millones que el FMI prestó el país: el préstamo

 fue político, la solución debe ser política.

El asunto es que, como ya dijo en su momento Claver Carone, Esta

dos Unidos tiene un gran poder en el organismo, pero no todo. Euro

pa y Japón tienen mucho que decir, y ahí hay varias posiciones que 

son bastante menos comprensivas con la Argentina. El argumento 

“fue político, que vuelva a ser político” es, además, un arma de doble

 filo de cara a esos países reticentes, que bien pueden argumentar a la 

inversa: precisamente porque fue política, la decisión fue errónea. No 

habría que cometer entonces el mismo error.

Massa transmitió otro mensaje, trabajado en la reunión de tres horas 

que tuvo hace una semana con el presidente Fernández: la Argentina

 quiere ser un garante de estabilidad en una región política y social

mente convulsionada. El presidente cree genuinamente, pese a los

 importantes traspiés diplomáticos recientes, que tiene llegada e in

fluencia sobre líderes y desarrollos políticos regionales para reencau

zar esos procesos e instalarse como un referente confiable para Was

hington.

La situación en Colombia, Chile y Nicaragua formó parte del análisis, 

aunque cada país es un mundo en sí mismo. Hay escasa sintonía entre

 los inquilinos de la Casa de Nariño y la Casa Rosada, hay mejor rela

ción de Fernández con Sebastián Piñera y, aunque el vínculo es míni

mo, hay una decisión del gobierno peronista de demostrar su compro

miso con los derechos humanos a nivel regional ejerciendo presión

 sobre Daniel Ortega, que amenaza con clausurar la democracia en 

su país.

Eso le pidió la semana pasada Estados Unidos al gobierno de Fernán

dez a través de una declaración del Departamento de Estado ante pre

guntas de Infobae: “(Hay) algo importante, la protección y la promoción

 de los derechos humanos en las Américas, eso es lo que sigue guian

do nuestra política y nuestra relación con Argentina”. Una vez más, 

Venezuela es la enorme piedra en el zapato de la política exterior argen

tina. La dureza con Nicaragua contrasta con la comprensión hacia el 

régimen de Venezuela.

Ned Price, vocero del Departamento de Estado, enfrío además las expec

tativas de una visita de Fernández a la Casa Blanca este año. “No quiero

 anticipar ninguna visita, ninguna invitación”, dijo el vocero a Infobae

“Como sabe, la Casa Blanca recién comienza a estar en posición de re

cibir visitantes. No estamos en situación de anticipar nada aún”.

La agenda de cambio climático fue también parte de la conversación a

 cinco en la terraza washingtoniana, un tema en el que la sintonía es

 clarísima. Más complejo es el asunto de las vacunas que la Argentina 

necesita para avanzar en la inmunización contra el covid-19. Estados 

Unidos le dará al país la cuota parte que le corresponde dentro de la 

donación de seis millones para América Latina. Según las fuentes co

nocedoras de la reunión, González le dijo a Massa que su país buscará 

aportarle más vacunas a la Argentina.

Al borde de iniciarse el verano en el hemisferio norte, con langosta, 

buen vino y una vista impactante del National Mall, la cena en Washing

ton fue casi inevitablemente de tono optimista. Tanto, que se habló de

 los “tiempos rooseveltianos” que se vienen en los Estados Unidos de

 Biden. Como en tantas otras cosas en la vida y la política, el paso del 

tiempo dirá si, tanto los estadounidenses como los argentinos, se exce

dieron en su entusiasmo o no.

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