Por Carlos Tromen
El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi rechazó hoy el pedido de excarcelación de los cuatro detenidos, Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile, vinculados a una causa judicial en la que se investiga acciones violentas contra dirigentes políticos e incluso por sugerir la posibilidad de un atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los detenidos pueden ser acusados de organizar o formar parte de agrupaciones que tuvieren por objetivo imponer sus ideas a la fuerza o infundir temor en otras personas, explicaron fuentes judiciales.
El artículo 213 bis del Código Penal establece que "será reprimido con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el artículo 210 de este código, tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la aso
ciación".
También se los acusa de "incitación a la violencia colectiva contra grupos
de personas o instituciones y la incitación a la persecución o el odio contra
una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionali
dad o ideas políticas".
Las detenciones habían sido solicitadas por el fiscal Pollicita a través de
un extenso dictamen que le presentó el martes, al juez Martínez de Giorgi,
en el que enumeró distintas manifestaciones violentas convocadas por
Revolución Federal, como así también las declaraciones públicas, amena
zantes, esgrimidas por sus referentes.
Entre las manifestaciones enumeradas en la causa, se encuentra la ma
rcha de las antorchas convocada el 25 de mayo de este año frente al Con
greso de la Nación, bajo consignas tales como "Basta de Cristina", "Bas
ta de Alberto", "Los vamos a sacar" y "Van a correr".
Otra de las manifestaciones invocada por el fiscal fue la realizada en Plaza
de Mayo el 9 de julio bajo consignas como "Es hora de accionar" y "Es
ahora o nunca", a la que Morel asistió con una guillotina de utilería de gran
des dimensiones.
También fueron considerados por el juzgado y la fiscalía los mensajes pu
blicados por los acusados en sus redes sociales, sus expresiones en me
dios de comunicación y las propuestas que realizaron en diálogos que trans
mitieron por Twitter Space, una herramienta utilizada para conferencias o
diálogos virtuales.
El 26 de agosto, por caso, durante una de esas charlas que fue titulada
"Hay que pudrirla", una persona que se supone era Morel proponía infil
trarse entre la militancia kirchnerista que manifestaba su apoyo a la Vice
presidenta en la puerta de su casa, para llevar a cabo un ataque, algo que
efectivamente ocurrió cinco días después cuando Sabag Montiel intentó
asesinarla.
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