Lucrecia tiene síndrome de Down y a sus 40 años
trabaja part-time en un centro comunitario. A prin
cipios de agosto recibió en su casa una carta do
cumento. El remitente: la Agencia Nacional de Dis
capacidad (ANDIS), cuyo titular es el ex abogado
personal de Javier Milei, Diego Spagnuolo. La ca
rta contenía una advertencia: si no se presentaba
en tiempo y forma con “documentación que acre
dite sus ingresos mensuales”, corría el riesgo de
perder su pensión por "invalidez". Al día siguiente
llegó junto a sus padres, ambos jubilados, a la
ventanilla del Estado indicada. Para su sorpresa,
la fila era enorme: había personas en sillas de rue
das, personas mudas, sordas, con o sin sus acom
pañantes. Esperó más de una hora. Cuando la
atendieron, recibieron sus papeles y le hicieron
unas pocas preguntas. Pero nadie pudo garanti
zarle que seguiría contando con el beneficio: se
tomarían, le dijeron, 60 días más para evaluar su
situación.
Esa misma carta documento portadora de malas
noticias le llegó a otras miles de personas con dis
capacidad en los últimos meses. La recibieron in
cluso aquellos que tienen domicilio declarado en
hospitales de salud mental, como el Borda. El remi
tente y el contenido es el mismo: la ANDIS los cita
todos personalmente para que revaliden, con pape
les, su condición de “invalidez laboral”, bajo ape
rcibimiento de dejar de recibir la pensión. A la se
de del organismo de la calle Hipólito Yrigoyen, en
Congreso, acuden un promedio de unos 200 benefi
ciarios por día. La angustia es entendible: el Gobier
no ya anunció que empezará a cumplir con la ame
naza de ajuste a partir del año que viene. En el pre
supuesto 2025, tal como anticipó Página/12, se pre
vé el recorte de al menos 200 mil pensiones. "Esta
mos a la espera y tenemos miedo. Ella necesita la
plata para tener una vida independiente", relataron
los familiares de Lucrecia.
Ante la consulta de este medio, desde el organismo sostuvieron que las citaciones tienen como objetivo
realizar una “auditoría” sobre los beneficiarios, en
sintonía con la manía libertaria de fiscalizar las po
líticas sociales. También argumentaron que, para ha
cerlo, los ampara la normativa vigente –un decreto
del menemismo (el 432/97) que había sido modifica
do por las gestiones kirchneristas y que fue restitui
do por el ministro de Desregulación, Federico Stur
zenegger. Pero las organizaciones del colectivo de
nuncian que, además de violento, el mecanismo ele
gido para “auditar” las pensiones es inconstitucional.
“La pensión es un derecho adquirido de por vida,
que está garantizado por la Convención de la OIT al
que el país adhiere con rango constitucional. Nadie
puede perderla por no presentarse en tal o cual lu
gar con los papeles que pide fulano o mengano, co
mo dicen las autoridades actuales. Eso sería arbitra
rio y judicializable”, aclaró a este medio Ana Dones,
referente de la Red de Personas con Discapacidad
(REDI).
Los números del ajuste
Según Spagnuolo, el Gobierno heredó un sistema "descontrolado" de otorgamiento de pensiones
que, dijo, están muy por encima de la cantidad
que el Estado debería otorgar. Sin embargo, se
estima que al día de hoy sólo la cobra el 20 por
ciento del total de la población con alguna disca
pacidad (poco más 1,2 millones de personas) de
acuerdo a un informe reciente de la Asociación
por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). "La cifra pare
ce, al menos, poner en duda el argumento según
el cual el número de pensiones es desproporcio
nado en relación con el número total de personas
con discapacidad", sostiene ACIJ.
Más allá del número de beneficiarios, el monto de
la ayuda es muy bajo: equivale al 70 por ciento de
una jubilación mínima, unos 164 mil pesos (llega
hasta los 234 mil con el bono de 70 mil que otorga
la ANSES, el mismo que reciben los jubilados). El
director de ANDIS reconoció que el recorte sería en
principio de unas 200 mil pensiones (número que
figura en el presupuesto del año que viene), pero a
la vez sostuvo que la "auditoría" que está realizan
do en busca de supuestas irregularidades estaría
lista recién "en mayo de 2025". ¿Cómo pudo Spag
nuolo saber de antemano cuántas pensiones recor
taría, sin la "auditoría" terminada?
La respuesta está en el plan "deep motosierra" que
anunció Sturzenegger para el año próximo. De
acuerdo a un estudio del Centro de Economía Po
lítica (CEPA) que publicó este diario, el Gobierno
planea un recorte para el año próximo de 1.600 mi
llones de dólares (al tipo de cambio oficial vigente)
en materia de discapacidad para el 2025. Una retrac
ción del 40 por ciento en comparación con este año.
El procedimiento parece ser a la inversa: el Ministe
rio de Economía primero decreta los fondos a ajus
tar y en función de ese número, luego, se calcu
lan las pensiones que deben darse de baja.
De acuerdo a los objetivos planteados en el pre
supuesto 2025, el número de pensiones bajaría
de las 1.226.819 que el Estado otorga en la actua
lidad a unas 1.034.447 el año próximo. Es decir,
una primera poda dejaría fuera del beneficio a
unas 192.372 personas. Spagnuolo fue más allá
y aventuró recientemente que la poda podría lle
gar a unas 600 mil, "que son las que estamos re
visando", dijo.
Una reforma regresiva
El origen institucional del ajuste está en la refor
ma de los requisitos para acceder al beneficio. A
través del DNU 843/2024, que lleva las firmas de
Milei y Luis "Toto" Caputo, volvió incompatible e
l cobro de la pensión con el hecho de tener un tra
bajo registrado o un auto a nombre del titular.
Esos requisitos habían sido flexibilizados a fi
nes de 2023 por pedido de las organizaciones
del colectivo. Con ese decreto, el Gobierno se
garantizó dejar de otorgar nuevas pensiones a
futuro, pero también los recortes que planea ha
cer retroactivamente, sobre las que ya se otorga
ron.
Para las organizaciones, el decreto es regresivo.
"Vuelve a instaurar una visión vieja, vetusta, del
modelo de política pública para la discapacidad,
que sólo hace hincapié en la discapacidad física
que imposibilita trabajar, cuando desde la ONU
hasta la OIT hablan desde años de un modelo inte
gral, que hace hincapié en la calidad de vida y la
autonomía de las personas", sostuvo Sabrina He
rreros, directiva de la Asociación Síndrome de Do
wn de la República Argentina (ASDRA).
"Las personas con síndrome de Down no son in
válidas, pero igualmente necesitan la pensión.
No es necesario aclarar que no consiguen los
mismos trabajos que el resto. El decreto de
Milei refuerza estereotipos del pasado y se
convierte en una barrera", agregó Herreros. Se
gún los registros de ASDRA, el 85% de las per
sonas con síndrome de Down no tienen trabajo.
En paralelo al ajuste en pensiones, también se
sumaron problemas a la hora de conseguir pa
sajes gratuitos que estaban garantizados por
ley y hasta corre riesgo el programa de Acceso
a la justicia para personas con discapacidad
(Adaju), que en medio del proceso de despidos
de trabajadores estatales quedó al borde de de
jar de funcionar, lo que dejaría sin asistencia ju
dicial a unas tres mil personas con discapacidad
que solicitan por año ese servicio.
En ese marco regresivo, a ASDRA también le pre
ocupa la utilización de determinadas palabras en
boca del Presidente. "Desde ASDRA expresamos
nuestro profundo rechazo a las recientes declara
ciones de Javier Milei, quien utilizó términos des
pectivos como “minusválidos” y “problema men
tal” para atacar a un grupo político, afectando a
toda la comunidad de personas con discapacidad"
, dijeron en un comunicado reciente. En más de
una oportunidad, desde ASDRA quisieron citarse
en ANDIS con el abogado de Milei: nunca obtuvie
ron respuesta.
La batalla judicial
El ajuste en las pensiones por discapacidad está judicializado desde hace varios años. Organiza
ciones como REDI presentaron en 2017 un ampa
ro contra la poda que intentó en su momento Mau
ricio Macri. La causa avanzó y la justicia, en dos
instancias, obligó al Estado a restituir buena par
te de las 170 mil pensiones que Macri había man
dado a cortar de un plumazo. El expediente fue
apelado por el gobierno de Cambiemos y desde
entonces está cajoneado en los despachos de
la Corte Suprema.
El ajuste de Milei podría correr la misma suerte,
pero los funcionarios libertarios aprendieron la
lección y tomaron la iniciativa: denunciaron ellos
mismos a la gestión anterior por "incumplimien
to de los deberes de funcionario público" en el
manejo de las pensiones. El fiscal que impulsa
la instrucción es Guillermo Marijuán. Esa causa
aparece, aunque cueste creerlo, citada en la
carta documento que recibieron las propias per
sonas con discapacidad que fueron convocadas
a revalidar sus datos ante la ANDIS, con tono
amenazante.
Un dato de color: entre las pruebas que figuran
en la denuncia, a la que accedió Página/12,
figura la "radiofragía de la columna de un pe
rro", que supuestamente, según el Gobierno,
se había utilizado para certificar una discapa
cidad y otorgar pensiones truchas en Corrientes.
El caso fue inmediatamente desmentido por los
médicos del propio organismo: si bien esa radio
grafía se presentó, la pensión fue precisamente
rechazada, porque se había detectado que era
trucha, lo que en lugar de reforzar la denuncia
, la hace quedar en ridículo.
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