Dos dirigentes de Camioneros en Mar del Plata vincularon al titular de la CGT con la empresa recolectora de residuos. “Covelia es de Moyano”, apuntaron desnundando en parte el halo que recubre a los negocios del sindicalista. Las presiones a los municipios y los “mandados” para el cegetista
El exhorto de la justicia internacional suiza puso en el tape una temática por demás caliente pero de la que un puñado se anima a esbozar apreciaciones: los negociados de Hugo Moyano por intermedio de la empresa Covelia S.A.
El pedido judicial para inestigar al gremialista y a uno de sus hijos clavó la mira en un presunto lavado de dinero y actividades ilegales. Sin embargo, esto fue leído por el moyanismo y sus afines como una operación política para desestabilizarlo anidada en algún rincón de la Rosada.
El argumento de último momento esgrimido por el abogado del presidente del PJ bonaerense se basó en la información que un intendente de un importante distrito del Conurbano había viajado hacia el país helvético para motorizar el proceso contra el líder de la CGT.
Sin embargo, anoche, dos dirigentes de Camioneros en Mar del Plata decidieron romper el silencio para comenzar a clarificar una situación completamente ganada por los grises.
Sin guardarse nada, Ramon Lorenzo Alderete y Juan Carlos Robles, se jugaron con el puntapié inicial para desnudar este ya mito de negocios empresariales, gremiales y ganancia siderales.
“Covelia es de Moyano, pero no tan solo Covelia, tienen varias empresas de todos los rubros en todo el país”, denunciaron quienes fueron separados de sus cargos por “pensar distinto” a la conducción.
Para dar mayores precisiones, relataron el accionar que ellos mismo encabezaron en Pinamar para presionar por la adjudicación del servicio.
“Hubo una reunión sindical previa y ahí nos mandaron para sacarle la concesión a Ecoplata”, acusaron los gremialistas.
“¿Qué teníamos que hacer como dirigentes si era una licitación privada? Nos mandó el secretario general de Mar del Plata, Héctor Martínez, por orden de Moyano”, imputaron sin preámbulos.
Según afirmaron, la movida bajada desde la cúpula de Camioneros se orquestó para “apretar” al intendente interino Rafael De Vito en el momento de la apertura de los sobres luego del llamado a licitación.
Asimismo, para clarificar aún más la denuncia, profundizaron sus apreciaciones contra el mismo Moyano y su familia. “La hermana de Moyano, Eva, quiere la cabeza del sindicalismo marplatense”
“Pablo Moyano (hijo de Hugo) es amigo de Ruben Depresbisteris, el dueño presunto de Covelia que es un testaferro como todos los que tiene en el país Camioneros”, fustigaron sin aflojar.
Para finalizar la imputación, les dedicaron un párrafo a los Barones del Conurbano. “Los intendentes no dicen la verdad sobre Covelia porque tiene miedo”, sentenciaron Alderete y Robles.
La firma con cabeza de mando fantasma opera en 12 de los distritos más pesados de la provincia de Buenos Aires con ganancias siderales. En el 2010, se calcula que facturó 720 millones y ganó 48. Además de subir sus divisas un 600% en 10 años.
En Esteban Echeverría, uno de los casos emblemáticos, se informó que en 2008 de cada 100 pesos que ingresaban a las arcas municipales, 25 caían en la caja de Covelia. Según destacan con preocupación, se hacía imposible poder pagarle los 2 millones de pesos mensuales que requerían por el servicio. En ese contexto, tuvo que salir a negociar la misma Provincia para saldar la deuda.
Si bien Hugo Moyano, quiso deslindarse con su célebre frase “no tengo un carajo que ver con Covelia”, su poder de lobby en las mesas chicas de los municipios es un rumor que cada vez toma mayor cuerpo. Creer o reventar, de testaferros y aprietes, la nube sindical que flota sobre la empresa para disiparse desnudando a los mandos gremiales.
El pedido judicial para inestigar al gremialista y a uno de sus hijos clavó la mira en un presunto lavado de dinero y actividades ilegales. Sin embargo, esto fue leído por el moyanismo y sus afines como una operación política para desestabilizarlo anidada en algún rincón de la Rosada.
El argumento de último momento esgrimido por el abogado del presidente del PJ bonaerense se basó en la información que un intendente de un importante distrito del Conurbano había viajado hacia el país helvético para motorizar el proceso contra el líder de la CGT.
Sin embargo, anoche, dos dirigentes de Camioneros en Mar del Plata decidieron romper el silencio para comenzar a clarificar una situación completamente ganada por los grises.
Sin guardarse nada, Ramon Lorenzo Alderete y Juan Carlos Robles, se jugaron con el puntapié inicial para desnudar este ya mito de negocios empresariales, gremiales y ganancia siderales.
“Covelia es de Moyano, pero no tan solo Covelia, tienen varias empresas de todos los rubros en todo el país”, denunciaron quienes fueron separados de sus cargos por “pensar distinto” a la conducción.
Para dar mayores precisiones, relataron el accionar que ellos mismo encabezaron en Pinamar para presionar por la adjudicación del servicio.
“Hubo una reunión sindical previa y ahí nos mandaron para sacarle la concesión a Ecoplata”, acusaron los gremialistas.
“¿Qué teníamos que hacer como dirigentes si era una licitación privada? Nos mandó el secretario general de Mar del Plata, Héctor Martínez, por orden de Moyano”, imputaron sin preámbulos.
Según afirmaron, la movida bajada desde la cúpula de Camioneros se orquestó para “apretar” al intendente interino Rafael De Vito en el momento de la apertura de los sobres luego del llamado a licitación.
Asimismo, para clarificar aún más la denuncia, profundizaron sus apreciaciones contra el mismo Moyano y su familia. “La hermana de Moyano, Eva, quiere la cabeza del sindicalismo marplatense”
“Pablo Moyano (hijo de Hugo) es amigo de Ruben Depresbisteris, el dueño presunto de Covelia que es un testaferro como todos los que tiene en el país Camioneros”, fustigaron sin aflojar.
Para finalizar la imputación, les dedicaron un párrafo a los Barones del Conurbano. “Los intendentes no dicen la verdad sobre Covelia porque tiene miedo”, sentenciaron Alderete y Robles.
La firma con cabeza de mando fantasma opera en 12 de los distritos más pesados de la provincia de Buenos Aires con ganancias siderales. En el 2010, se calcula que facturó 720 millones y ganó 48. Además de subir sus divisas un 600% en 10 años.
En Esteban Echeverría, uno de los casos emblemáticos, se informó que en 2008 de cada 100 pesos que ingresaban a las arcas municipales, 25 caían en la caja de Covelia. Según destacan con preocupación, se hacía imposible poder pagarle los 2 millones de pesos mensuales que requerían por el servicio. En ese contexto, tuvo que salir a negociar la misma Provincia para saldar la deuda.
Si bien Hugo Moyano, quiso deslindarse con su célebre frase “no tengo un carajo que ver con Covelia”, su poder de lobby en las mesas chicas de los municipios es un rumor que cada vez toma mayor cuerpo. Creer o reventar, de testaferros y aprietes, la nube sindical que flota sobre la empresa para disiparse desnudando a los mandos gremiales.
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