Una encuesta de Artemio López pone en relieve cuál es la estrategia Kirchnerista para colectar a la par de Scioli. Con las “adhesiones” de Massa y de Sabbatella, el oficialismo se alzaría hoy con casi el 70% de los votos e incluso podría quedarse con las tres senadurías en juego
La ingeniería K, con sus tejes y manejes, reporta, hasta el momento, todo ganancias para el oficialismo. Las adhesiones, como caso testigo, se imponen a los reproches de la oposición, de los caciques y del propio sciolismo, que les saca el jugo de la mano del arrastre vecinalista.
Son, incluso, un dolor de cabeza para la oposición. Encerradas en la lógica kirchnerista, pierden consistencia el armado del Frente Progresista y la esperanza del PJ Federal. Ambos partidos están inmersos en el juego que divide las aguas entre Gran Acuerdo Opositor y colectoras radicales-disidentes. Sumar votos o sumar consistencia ideológica.
El tema tiene más aristas, por ejemplo la iniciativa de sumar escaños en el Congreso nacional, en ambas cámaras. Según a quien se consulte, el Gobierno permitirá o prohibirá que los candidatos “adheridos” presenten lista propia de cara a la contienda de octubre.
Los últimos movimientos permiten inferir, sin embargo, que son más las chances de que haya luz verde para la movida. Desde el sabbatellismo niegan haber llevado a cabo conversaciones con sus interlocutores en el Gobierno nacional –Abal Medina y Zanini, por caso- y señalan que, siguiendo la idea de “sumar para CFK” podrían negociar la retirada de ese tramo. “Tendrían que convencernos, eso sí”, agregan.
De prosperar la iniciativa, el kirchnerismo podría quedarse con las tres senadurías en juego para este año, a partir de obtener, de la mano de Daniel Scioli y de Sergio Massa, el primer y segundo lugar en la contienda, tal como muestran los sondeos de Artemio López hoy, que otorga cerca de 32 puntos al Gobernador, contra más de 23 del intendente de Tigre. Juntos, relegan al denarvaísmo a un tercer puesto, con poco más de 15 puntos.
En la cámara Baja se juegan, a partir de octubre, 35 bancadas. Una colecta de 70 puntos, proyectada hacia ese tramo de la boleta, no sería nada despreciable, y compensaría la magra cosecha de 2009.
Como anticipó el propio Artemio López en su análisis de la semana pasada, el FpV se jugará en los comicios 12 bancas, ya que deben renovar sus mandatos los diputados José María Díaz Bancalari, Jorge Landau, Adriana Puigross, Graciela Giannettasio, Gloria Bidegain, Octavio Argüello, Gustavo Dutto, María Laura Leguizamón, Juan Carlos Lorges, Ariel Pasini, Adela Segarra y Juan Carlos Sluga.
La Unión Cívica Radical arriesga 5 escaños, ya que se terminan los mandatos de Daniel Katz, Rubén Lanceta, Norberto Erro, Gustavo Serebrinsky y Sandra Rioboo. También pone en juego 5 bancas la Coalición Cívica, ya que deben renovar Héctor Flores, Elisa Carca, Elsa Quiroz, Juan Carlos Morán y Adrián Pérez, aunque los dos últimos no lo harán porque se postularán para competir por la Gobernación de Buenos Aires y la Vicepresidencia, respectivamente.
Por el PRO deben renovar Christian Gribaudo y Lidia Pinky Satragno (2); por el bloque Peronista, Graciela Camaño (precandidata a la Gobernación) y Juan José Álvarez (2); por el GEN, Virginia Linares y Horacio Alcuaz (2); por el Partido Socialista, Ricardo Cuccovillo (1); por Libres del Sur, Victoria Donda (1), y por el Sí, Eduardo Macaluse (1).
De acuerdo a la lógica planteada en el citado análisis, resultaría “ilógico” que CFK repartiera una cosecha de 45% con una fuerza “minoritaria” como Nuevo Encuentro. El cóctel se torna más apetitoso si ese número se eleva a 70% y con participación de un PJ “puro” como Sergio Massa.
Son, incluso, un dolor de cabeza para la oposición. Encerradas en la lógica kirchnerista, pierden consistencia el armado del Frente Progresista y la esperanza del PJ Federal. Ambos partidos están inmersos en el juego que divide las aguas entre Gran Acuerdo Opositor y colectoras radicales-disidentes. Sumar votos o sumar consistencia ideológica.
El tema tiene más aristas, por ejemplo la iniciativa de sumar escaños en el Congreso nacional, en ambas cámaras. Según a quien se consulte, el Gobierno permitirá o prohibirá que los candidatos “adheridos” presenten lista propia de cara a la contienda de octubre.
Los últimos movimientos permiten inferir, sin embargo, que son más las chances de que haya luz verde para la movida. Desde el sabbatellismo niegan haber llevado a cabo conversaciones con sus interlocutores en el Gobierno nacional –Abal Medina y Zanini, por caso- y señalan que, siguiendo la idea de “sumar para CFK” podrían negociar la retirada de ese tramo. “Tendrían que convencernos, eso sí”, agregan.
De prosperar la iniciativa, el kirchnerismo podría quedarse con las tres senadurías en juego para este año, a partir de obtener, de la mano de Daniel Scioli y de Sergio Massa, el primer y segundo lugar en la contienda, tal como muestran los sondeos de Artemio López hoy, que otorga cerca de 32 puntos al Gobernador, contra más de 23 del intendente de Tigre. Juntos, relegan al denarvaísmo a un tercer puesto, con poco más de 15 puntos.
En la cámara Baja se juegan, a partir de octubre, 35 bancadas. Una colecta de 70 puntos, proyectada hacia ese tramo de la boleta, no sería nada despreciable, y compensaría la magra cosecha de 2009.
Como anticipó el propio Artemio López en su análisis de la semana pasada, el FpV se jugará en los comicios 12 bancas, ya que deben renovar sus mandatos los diputados José María Díaz Bancalari, Jorge Landau, Adriana Puigross, Graciela Giannettasio, Gloria Bidegain, Octavio Argüello, Gustavo Dutto, María Laura Leguizamón, Juan Carlos Lorges, Ariel Pasini, Adela Segarra y Juan Carlos Sluga.
La Unión Cívica Radical arriesga 5 escaños, ya que se terminan los mandatos de Daniel Katz, Rubén Lanceta, Norberto Erro, Gustavo Serebrinsky y Sandra Rioboo. También pone en juego 5 bancas la Coalición Cívica, ya que deben renovar Héctor Flores, Elisa Carca, Elsa Quiroz, Juan Carlos Morán y Adrián Pérez, aunque los dos últimos no lo harán porque se postularán para competir por la Gobernación de Buenos Aires y la Vicepresidencia, respectivamente.
Por el PRO deben renovar Christian Gribaudo y Lidia Pinky Satragno (2); por el bloque Peronista, Graciela Camaño (precandidata a la Gobernación) y Juan José Álvarez (2); por el GEN, Virginia Linares y Horacio Alcuaz (2); por el Partido Socialista, Ricardo Cuccovillo (1); por Libres del Sur, Victoria Donda (1), y por el Sí, Eduardo Macaluse (1).
De acuerdo a la lógica planteada en el citado análisis, resultaría “ilógico” que CFK repartiera una cosecha de 45% con una fuerza “minoritaria” como Nuevo Encuentro. El cóctel se torna más apetitoso si ese número se eleva a 70% y con participación de un PJ “puro” como Sergio Massa.
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