El jefe comunal puso claro sobre oscuro en toda la trama que envuelve a la firma vinculada a Hugo Moyano. Sin guardarse nada, reconoció que fue amedrentado por el conflicto que mantiene con la empresa. El Cacique imputó haber recibido "gravísimas amenazas contra él y su familia"
En una novela dilatada como pocas, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se anima a clarificar una escena ya signada por los grises y los tonos opacos debido al halo de misterio que se ha tejido sobre Covelia y sus vínculos con Hugo Moyano.
La temática encierra huecos a dilucidar e informaciones que destacan “aprietes” gremiales, presiones en los mismos municipios para lograr subir el reparto de fondos a la empresa y hasta huelgas en el servicio para minarle la cancha a las conducciones.
En esta película, cobra un rol protagonista el intendente de Esteban Echeverría por salir de las tinieblas a denunciar abiertamente haber siso víctima del accionar de los grupos afines a la firma que se encarga de la recolección de residuos en más de una docena de distritos del Conurbano.
La herida entre Gray y Covelia ya data de varios años atrás, cuando el funcionario tomó las riendas en el poder. En ese momento, el flamante Barón se negó a convalidar el aumento pactado por la gestión anterior encabezada por Alberto Groppi, que llevaría el canon de 1,6 a 2,2 millones de pesos.
La negativa encendió una mecha difícil de menguar. En medio de una delicada situación financiera interna, se debieron achicar gastos, y el distrito debió afrontar un paro de doce días y cuando un camión municipal salió a recolectar fue rociado con combustible y quemado.
Ahora Gray, se pone el traje y sale a incrustarle el freno de mano al Camionero Hugo Moyano, que siempre suena cercanos a los intereses del transporte y los desechos.
En una confesión directa, reconoce haber recibido tanto él como su familia "gravísimas amenazas" en medio del conflicto. Además afirmó no arrepentirse de “haber enfrentado a la empresa de recolección de residuos por defender los derechos de los vecinos".
Sin dudar, redobló la apuesta y cantó quiero retruco: “lo volvería a hacer ante cualquier proveedor", ya que "no acepto las presiones de nadie".
Con el apoyo de Poder Ciudadano, Fernando Gray elaboró un nuevo pliego y llamó a licitación nacional e internacional. Al primer llamado se presentaron Cliba y Covelia, pero quedó desierto. En la segunda convocatoria solo ofertó Covelia, que resultó adjudicataria.
Pese a que esta empresa se terminó quedando con el servicio, el intendente de Esteban Echeverría logró evitar una cláusula clave en el pliego: que los montos mensuales que paga la comuna no se actualicen cada vez que consigue aumentos salariales el gremio de los camioneros. Llave que mantiene encerrado a varios intendentes y bala certera con que el Barón vació un poco las arcas de Covelia.
La temática encierra huecos a dilucidar e informaciones que destacan “aprietes” gremiales, presiones en los mismos municipios para lograr subir el reparto de fondos a la empresa y hasta huelgas en el servicio para minarle la cancha a las conducciones.
En esta película, cobra un rol protagonista el intendente de Esteban Echeverría por salir de las tinieblas a denunciar abiertamente haber siso víctima del accionar de los grupos afines a la firma que se encarga de la recolección de residuos en más de una docena de distritos del Conurbano.
La herida entre Gray y Covelia ya data de varios años atrás, cuando el funcionario tomó las riendas en el poder. En ese momento, el flamante Barón se negó a convalidar el aumento pactado por la gestión anterior encabezada por Alberto Groppi, que llevaría el canon de 1,6 a 2,2 millones de pesos.
La negativa encendió una mecha difícil de menguar. En medio de una delicada situación financiera interna, se debieron achicar gastos, y el distrito debió afrontar un paro de doce días y cuando un camión municipal salió a recolectar fue rociado con combustible y quemado.
Ahora Gray, se pone el traje y sale a incrustarle el freno de mano al Camionero Hugo Moyano, que siempre suena cercanos a los intereses del transporte y los desechos.
En una confesión directa, reconoce haber recibido tanto él como su familia "gravísimas amenazas" en medio del conflicto. Además afirmó no arrepentirse de “haber enfrentado a la empresa de recolección de residuos por defender los derechos de los vecinos".
Sin dudar, redobló la apuesta y cantó quiero retruco: “lo volvería a hacer ante cualquier proveedor", ya que "no acepto las presiones de nadie".
Con el apoyo de Poder Ciudadano, Fernando Gray elaboró un nuevo pliego y llamó a licitación nacional e internacional. Al primer llamado se presentaron Cliba y Covelia, pero quedó desierto. En la segunda convocatoria solo ofertó Covelia, que resultó adjudicataria.
Pese a que esta empresa se terminó quedando con el servicio, el intendente de Esteban Echeverría logró evitar una cláusula clave en el pliego: que los montos mensuales que paga la comuna no se actualicen cada vez que consigue aumentos salariales el gremio de los camioneros. Llave que mantiene encerrado a varios intendentes y bala certera con que el Barón vació un poco las arcas de Covelia.
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