El Jefe Comunal de Dolores había adelantado que no hacer una buena elección “sería un papelón”. En los comicios del domingo sacó el 39 por ciento de los votos, mientras que el FPV recolectó más del 53 por ciento. Días antes de los comicios había reconocido que “como intendente estoy preocupado”, por lo que pidió un fuerte respaldo en las urnas. El respaldo nunca llegó
Las horas de Camilo Etchevarren, intendente de Dolores, no son para nada buenas. Su performance electoral resultó tal como él mismo lo preveía y eso no es para nada alentador. El mandamás local había apostado todo el aparato oficialista de la ciudad en pos de sacar una buena cantidad de votos que lo deje bien parado de cara a octubre.
Sin embargo, tal como lo reconoció días antes de los comicios, la parada no iba a ser para nada sencilla. Hay dos lecturas que se pueden hacer sobre lo que ocurrió el domingo: la primera y más llana es que logró sacar la mayor cantidad de votos y se alzó con el triunfo gracias a que el 39.10% del electorado lo votó.
Sin embargo, ese número hay muchas cosas que no dice. La elección se polarizó en dos sentidos: por un lado hubo una fuerte disputa puertas adentro del FPV, ya que los dos candidatos que se presentaron a las internas tenían peso propio. El concejal Facundo Celasco aventajó por cinco puntos a Adriana Meckievi en lo que fue una interna al rojo vivo.
Esto hizo que, ante la lucha puertas adentro, el Frente para la Victoria no se haya encargado de proponer una lucha contra el intendente.
Pese a esto, y lo que realmente preocupa a Etchevarren, es que la sumatoria de ambos postulantes del FPV da como resultante 53,88 de los sufragios. Los más de catorce puntos que lo separan en estos momentos parecen una eternidad.
Es que los votos de los peronistas, y más en estos tiempos kirchneristas, no suelen dispersarse. A eso se le suma que Celasco competirá en octubre con Cristina a la cabeza, lo que le da un fuerte respaldo.
“Me tiene preocupado esta elección interna y quiero decirle a la gente que nos acompaña, que necesitamos su voto. No podemos salir terceros en Dolores, porque el 14 de agosto se elige el próximo intendente de Dolores”, había dicho Etchevarren en los días previos.
Antes de la elección del domingo, los números que mostraban desde el oficialismo de Dolores marcaban que ganaría con el 56 por ciento de los votos, mientras que los dos candidatos peronistas, sumados, no superarían el 40%. El resultado oficial marca números inversamente contrarios: FPV 53,88 y la CC 39.10. Duro revés, que sólo trajo dudas y temores de cara a octubre.
Sin embargo, tal como lo reconoció días antes de los comicios, la parada no iba a ser para nada sencilla. Hay dos lecturas que se pueden hacer sobre lo que ocurrió el domingo: la primera y más llana es que logró sacar la mayor cantidad de votos y se alzó con el triunfo gracias a que el 39.10% del electorado lo votó.
Sin embargo, ese número hay muchas cosas que no dice. La elección se polarizó en dos sentidos: por un lado hubo una fuerte disputa puertas adentro del FPV, ya que los dos candidatos que se presentaron a las internas tenían peso propio. El concejal Facundo Celasco aventajó por cinco puntos a Adriana Meckievi en lo que fue una interna al rojo vivo.
Esto hizo que, ante la lucha puertas adentro, el Frente para la Victoria no se haya encargado de proponer una lucha contra el intendente.
Pese a esto, y lo que realmente preocupa a Etchevarren, es que la sumatoria de ambos postulantes del FPV da como resultante 53,88 de los sufragios. Los más de catorce puntos que lo separan en estos momentos parecen una eternidad.
Es que los votos de los peronistas, y más en estos tiempos kirchneristas, no suelen dispersarse. A eso se le suma que Celasco competirá en octubre con Cristina a la cabeza, lo que le da un fuerte respaldo.
“Me tiene preocupado esta elección interna y quiero decirle a la gente que nos acompaña, que necesitamos su voto. No podemos salir terceros en Dolores, porque el 14 de agosto se elige el próximo intendente de Dolores”, había dicho Etchevarren en los días previos.
Antes de la elección del domingo, los números que mostraban desde el oficialismo de Dolores marcaban que ganaría con el 56 por ciento de los votos, mientras que los dos candidatos peronistas, sumados, no superarían el 40%. El resultado oficial marca números inversamente contrarios: FPV 53,88 y la CC 39.10. Duro revés, que sólo trajo dudas y temores de cara a octubre.
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