Atrapados en sus tibios frentes electorales, los sectores que enfrentaron al oficialismo buscan capturar espacios legislativos. Bajas, futuras alianzas y pases de factura en el ámbito parlamentario
Aturdidos por la derrota en las primarias, los sectores de la oposición estudian cómo revertir una tendencia que, de continuar, dejaría escuálida su representación parlamentaria.
En igual sintonía, todos los frentes decidieron apostar a las listas legislativas y los candidatos locales, convencidos de que el 14 de agosto pasado el electorado los excluyó de un futuro gobierno.
La Udeso, parece que tampoco en estos comicios alcanzará la unificación de criterios y candidatos que se observó en las primarias. El segundo lugar de Francisco de Narváez en la Provincia, aunque a distancia considerable del FpV, motivó la decisión desde esa fuerza de centralizar la campaña en la figura del candidato y su compañera de fórmula, Mónica López.
“Es la única manera de capturar los votos anti K e independientes. La alianza con Alfonsín no funcionó. No se va a cortar, pero tampoco la vamos a forzar”, aseguran en el búnker denarvaísta. Igual piensa una rama del radicalismo. En su mayoría cobistas, muchos legisladores e intendentes consideran necesario despegar de “Ricardito” y sumarse al segundo puesto de De Narváez. “Francisco logró un segundo lugar, y tiene mucha polenta; hay que dejar de lado las miserias personales, las internas, y trabajar en esa candidatura y las locales”, expresa un legislador muy cercano a la línea de Julio Cobos.
Esperan defender las bancas que ponen en juego, ya que sólo arriesgan una en el Senado, sobre un bloque de seis, y cinco en Diputados, sobre un total de quince, si se suma el bloque de cinco de La Concertación.
En el caso del Frente Amplio Progresista, la discusión interna pasa por el rol que deberán asumir la candidata a la Gobernación, Margarita Stolbizer, y el presidencial, Hermes Binner. También sobre el “tono” que se le imprimirá. Sucede que la lideresa del GEN, principal fuerza del frente en la Provincia, no tuvo la misma performance que en 2009, y estuvo por debajo de lo alcanzado por el gobernador de Santa Fe. Esto provocó revuelo interno y, para algunos, la necesidad de focalizar la nueva movida no sólo en Binner, sino también en otras figuras más “populares y justicialistas”; es decir, Victoria Donda, de Libres del Sur, y Víctor De Gennaro, de la CTA, entre otros.
“Hay que peronizar un poquito el discurso”, dicen algunos. El FAP no tiene representación actual en el Parlamento provincial, y será difícil que puedan hacerlo en 2012, ya que si las generales son similares a las primarias de agosto, no podrán ingresar ningún nuevo representante. Este sector quedará reducido, y con la sola presencia del GEN, ya que el único socialista, Carlos Nivio, culmina en diciembre. De los nueve diputados actuales sólo quedarán cuatro, y de los siete senadores, dos.
Los que no ganan mucho pero tampoco pierden demasiado son los del Frente Popular, que en el Parlamento congrega al duhaldismo, el felipismo y el macrismo.
En Diputados, donde se van tres, podrían recuperarlos, y en el Senado, ninguno de los cinco (entre los que hay denarvaístas) pone su banca en juego.
El caso trágico es el de la Coalición Cívica, donde el bloque de cinco se despide del Senado, y en Diputados, de once integrantes se reduce a seis.
Este partido, que pelea una fuerte interna contra Elisa Carrió y el candidato provincial, Juan Carlos Morán, espera reordenar la tropa y confluir en alguna alianza con antiguos socios del Acuerdo Cívico.
El panorama se presenta difícil para los bloques opositores, que se consuelan con esperar las fuertes internas que se desatarán, sin duda, en la mayoría del FpV.
En igual sintonía, todos los frentes decidieron apostar a las listas legislativas y los candidatos locales, convencidos de que el 14 de agosto pasado el electorado los excluyó de un futuro gobierno.
La Udeso, parece que tampoco en estos comicios alcanzará la unificación de criterios y candidatos que se observó en las primarias. El segundo lugar de Francisco de Narváez en la Provincia, aunque a distancia considerable del FpV, motivó la decisión desde esa fuerza de centralizar la campaña en la figura del candidato y su compañera de fórmula, Mónica López.
“Es la única manera de capturar los votos anti K e independientes. La alianza con Alfonsín no funcionó. No se va a cortar, pero tampoco la vamos a forzar”, aseguran en el búnker denarvaísta. Igual piensa una rama del radicalismo. En su mayoría cobistas, muchos legisladores e intendentes consideran necesario despegar de “Ricardito” y sumarse al segundo puesto de De Narváez. “Francisco logró un segundo lugar, y tiene mucha polenta; hay que dejar de lado las miserias personales, las internas, y trabajar en esa candidatura y las locales”, expresa un legislador muy cercano a la línea de Julio Cobos.
Esperan defender las bancas que ponen en juego, ya que sólo arriesgan una en el Senado, sobre un bloque de seis, y cinco en Diputados, sobre un total de quince, si se suma el bloque de cinco de La Concertación.
En el caso del Frente Amplio Progresista, la discusión interna pasa por el rol que deberán asumir la candidata a la Gobernación, Margarita Stolbizer, y el presidencial, Hermes Binner. También sobre el “tono” que se le imprimirá. Sucede que la lideresa del GEN, principal fuerza del frente en la Provincia, no tuvo la misma performance que en 2009, y estuvo por debajo de lo alcanzado por el gobernador de Santa Fe. Esto provocó revuelo interno y, para algunos, la necesidad de focalizar la nueva movida no sólo en Binner, sino también en otras figuras más “populares y justicialistas”; es decir, Victoria Donda, de Libres del Sur, y Víctor De Gennaro, de la CTA, entre otros.
“Hay que peronizar un poquito el discurso”, dicen algunos. El FAP no tiene representación actual en el Parlamento provincial, y será difícil que puedan hacerlo en 2012, ya que si las generales son similares a las primarias de agosto, no podrán ingresar ningún nuevo representante. Este sector quedará reducido, y con la sola presencia del GEN, ya que el único socialista, Carlos Nivio, culmina en diciembre. De los nueve diputados actuales sólo quedarán cuatro, y de los siete senadores, dos.
Los que no ganan mucho pero tampoco pierden demasiado son los del Frente Popular, que en el Parlamento congrega al duhaldismo, el felipismo y el macrismo.
En Diputados, donde se van tres, podrían recuperarlos, y en el Senado, ninguno de los cinco (entre los que hay denarvaístas) pone su banca en juego.
El caso trágico es el de la Coalición Cívica, donde el bloque de cinco se despide del Senado, y en Diputados, de once integrantes se reduce a seis.
Este partido, que pelea una fuerte interna contra Elisa Carrió y el candidato provincial, Juan Carlos Morán, espera reordenar la tropa y confluir en alguna alianza con antiguos socios del Acuerdo Cívico.
El panorama se presenta difícil para los bloques opositores, que se consuelan con esperar las fuertes internas que se desatarán, sin duda, en la mayoría del FpV.
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