Cristina Kirchner está disgustada con el papel que demostró su cuñada tras el temporal de La Plata, cuando tuvo que destinar la logística en manos del titular de La Cámpora. Ahora dio la orden para que la agrupación Kolina se fusione con la organización de jóvenes y se habla de un cambio de mando en el ministerio.
Pese a ser la cuñada de la presidenta, ni siquiera Alicia Kirchner se salvaría del avance de La Cámpora en el gabinete, tras siete años al frente del ministerio de Desarrollo Social.
Alicia nunca dejó entrar a los militantes de La Cámpora al organigrama de su ministerio, que convirtió en el único bastión del gabinete en el que los camporistas no tienen ningún acceso.
Pero el deslucido trabajo del Ministerio de Desarrollo y los insultos que recibió la ministra en La Plata después del temporal que dejó al menos 60 muertos golpearon la imagen de Alicia, a tal punto que pusieron en duda su candidatura en la provincia de Buenos Aires.
A Alicia no sólo la reprochan por haberse quedado en Paris hasta bien entrada la crisis, sino lo más grave que fue la ausencia notable de protocolos de respuesta inmediata luego de la catástrofe.
En La Cámpora no ocultaron su bronca con Alicia, y Kolina, su agrupación, quedó desplazada del operativo de ayuda de Unidos y Organizados que se montó en la Facultad de Periodismo, en donde los camporistas tuvieron el papel estelar con la presencia en todo momento de su líder, el diputado Andrés “Cuervo” Larroque.
A quien más le molestó todo esto fue a la propia Cristina Kirchner, que reemplazó la ausencia de Alicia con el propio Larroque, a quien le dio el control de todo el operativo de ayuda junto al secretario de Seguridad, Sergio Berni. En su visita a Tolosa, Cristina fue al encuentro de sus viejos sin más compañía visible que Berni y el líder de La Cámpora.
La presidenta fue quien envió a los jóvenes de La Cámpora a que retiraran mercadería de los depósitos de Desarrollo Social en La Plata con sus pecheras.
Los camporistas rezongaban porque el número dos de Alicia, Carlos Castagneto, no les abría los depósitos que para colmo tenían mercadería escasa. Los jóvenes de La Cámpora le hicieron saber a Cristina que el viceministro de Desarrollo concentró la distribución de esa escasa mercadería con el intendente de La Plata, Pablo Bruera.
Los jóvenes de la organización creada por Máximo Kirchner se quejaban además de que los equipos de Desarrollo Social son muy burocráticos y que perdían el tiempo en llenar planillas en vez de dar una respuesta rápida a los damnificados.
Ahora, Cristina dio la orden para que los militantes de menos de 30 años encuadrados en Kolina se pasen a La Cámpora y desató las especulaciones sobre el futuro de la ministra dentro del gabinete.
En este contexto, en las secretarias del ministerio están a las corridas porque están cerrando los expedientes, lo que desató especulaciones sobre un cambio de mando, que tiene en la figura de Larroque el principal candidato.
Alicia nunca dejó entrar a los militantes de La Cámpora al organigrama de su ministerio, que convirtió en el único bastión del gabinete en el que los camporistas no tienen ningún acceso.
Pero el deslucido trabajo del Ministerio de Desarrollo y los insultos que recibió la ministra en La Plata después del temporal que dejó al menos 60 muertos golpearon la imagen de Alicia, a tal punto que pusieron en duda su candidatura en la provincia de Buenos Aires.
A Alicia no sólo la reprochan por haberse quedado en Paris hasta bien entrada la crisis, sino lo más grave que fue la ausencia notable de protocolos de respuesta inmediata luego de la catástrofe.
En La Cámpora no ocultaron su bronca con Alicia, y Kolina, su agrupación, quedó desplazada del operativo de ayuda de Unidos y Organizados que se montó en la Facultad de Periodismo, en donde los camporistas tuvieron el papel estelar con la presencia en todo momento de su líder, el diputado Andrés “Cuervo” Larroque.
A quien más le molestó todo esto fue a la propia Cristina Kirchner, que reemplazó la ausencia de Alicia con el propio Larroque, a quien le dio el control de todo el operativo de ayuda junto al secretario de Seguridad, Sergio Berni. En su visita a Tolosa, Cristina fue al encuentro de sus viejos sin más compañía visible que Berni y el líder de La Cámpora.
La presidenta fue quien envió a los jóvenes de La Cámpora a que retiraran mercadería de los depósitos de Desarrollo Social en La Plata con sus pecheras.
Los camporistas rezongaban porque el número dos de Alicia, Carlos Castagneto, no les abría los depósitos que para colmo tenían mercadería escasa. Los jóvenes de La Cámpora le hicieron saber a Cristina que el viceministro de Desarrollo concentró la distribución de esa escasa mercadería con el intendente de La Plata, Pablo Bruera.
Los jóvenes de la organización creada por Máximo Kirchner se quejaban además de que los equipos de Desarrollo Social son muy burocráticos y que perdían el tiempo en llenar planillas en vez de dar una respuesta rápida a los damnificados.
Ahora, Cristina dio la orden para que los militantes de menos de 30 años encuadrados en Kolina se pasen a La Cámpora y desató las especulaciones sobre el futuro de la ministra dentro del gabinete.
En este contexto, en las secretarias del ministerio están a las corridas porque están cerrando los expedientes, lo que desató especulaciones sobre un cambio de mando, que tiene en la figura de Larroque el principal candidato.
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