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miércoles, 8 de mayo de 2013

Moyano convocó a una alianza bien amplia para derrotar a Cristina



El camionero presentó en el Luna Park su partido político para promover candidatos en todo el país. Estuvieron Lavagna, De Narváez y los diputados de De la Sota. Llamó a todos a unirse en un espacio que derrote al gobierno. “Que la presidenta vaya al supermercado con 100 pesos”, la desafió.
Hugo Moyano y Gerónimo Venegas en el Luna Park.
Hugo Moyano presentó su partido político en un Luna Park que no llegó a estar colmado, pero tuvo presencias rutilantes del peronismo no kirchnerista como Francisco de Narváez, Roberto Lavagna, Jorge Yoma y los diputados de José Manuel de la Sota, quien desde Brasil envió un mensaje de adhesión.

“El 17 de octubre los trabajadores espontáneamente salieron a buscar a su líder. Los trabajadores fueron a buscar a Perón y crearon al peronismo. Por eso no somos el peronismo disidente, ellos son el peronismo disidente”, marcó la cancha el camionero, ni bien subió al escenario.

En todo momento envió gestos amistosos a quienes enfrentó en el pasado y ahora tiene a su lado. Su idea, remarcó una y otra vez, es contener a todos los peronistas que no se sienten representados por quienes nos arrebataron el justicialismo" y "pretenden eliminar al sindicalismo".

Habló desde el atril del escenario montado con imágenes de Perón y Evita y colores celestes y blancos, que identifican al Partido Por la Cultura, la Educación y el Trabajo, el sello que inscribió en la justicia electoral para competir en las provincias.

Sobre las tablas lo acompañaron los referentes de los gremios de su CGT, como Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), Omar Plaini (canillitas), Julio Piumato (Judiciales) y los platenses Susana Laburu (Soeme) y Miguel Díaz (Udoba).

Un lugar especial tuvo Gerónimo Venegas, del gremio de los trabajadores rurales, quien también armó su partido (Fe) para pelear candidaturas.
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Pepe Scioli, Jorge Yoma, Gustavo Ferrari, Francisco de Narváez y Roberto Lavagna.

Las tribunas no llegaron a estar colmadas y tuvieron presencia mayoritaria de camioneros y Sutpa, el sindicato de trabajadores de peajes que comanda Facundo Moyano y monopoliza la juventud moyanista.

El gremio de conductores de taxis desplegó a lo alto una bandera con su jefe José Ibarra, candidato a diputado por Salta, el primero en anotarse para estos comicios con el flamante sello de Moyano.

En la larga espera se escucharon las adhesiones más variadas e insólitas, como el gendarme Raúl Massa, recordado por la revuelta salarial del año pasado; Aldo Rico, el movimiento 100% santafesino de Oscar “Cachi” Gutiérrez y el locutor hasta se animó a anunciar “la unción del papa Francisco”.

Moyano recién llegó después de las 20, tres horas más tarde de lo anunciado, tras breves discursos de Laburu, Schmidt, Facundo Moyano y Plaini. El acto comenzó con una interpretación de Eva Perón a cargo de Cristina Casares, quien cantó el ya clásico “No llores por mí”, en un nuevo aniversario de su natalicio.

Schmidt no se limitó a las arengas y atacó el déficit energético, la política educativa, la inflación, la inseguridad y hasta la explotación indiscriminada de los recursos naturales. “Ninguno de esos males se supera combatiendo a los gremios confederados”, reclamó.

Sin el saco con el que había ingresado, Moyano ensayó un discurso conciliador casi como invitando a los presentes a sumarse a su partido, que intenta mezclar en frentes electorales que representen al peronismo en cada provincia.

“Perón decía que el sustento del peronismo es el sindicalismo. El PJ puede desaparecer, pero no el peronismo. Queremos contener a todo el peronismo que no se siente representado”, invitó.

"La señora que gobierna comete el mismo error que algunos en los '70 a quienes el general echó de la plaza", recordó. “Es momento que surja de las entrañas del movimiento obrero la unidad nacional que está reclamando la sociedad; tratemos de buscar acuerdos, coincidencias para terminar en octubre con las mentiras a la sociedad", propuso Moyano.

Lo escuchaban además Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria; el entrerriano Jorge Busti, riojano Jorge Yoma, Pepe Scioli, el diputado delasotista Francisco Fortuna sus pares denarvaístas Gustavo Ferrari, Alfredo Atansof, Claudia Rucci y el misionero Ramón Puerta.

En su afán conciliador, Moyano recordó una reunión con Raúl Alfonsín y Saúl Ubaldini, y evocó aquel abrazo entre Perón y Balbín, "a quien había metido preso en 1949". Luego remató: “Si yo me pelee con todos”, dijo mirando a Lavagna y De Narváez.

Terminó con ataques a Cristina, víctima de la mayoría de los silbidos. “La escuché decir que no va a devaluar. ¿No está devaluado el vicepresidente?”, ironizó.

“Que vaya al supermercado con 100 pesos y se fije cuanto se lleva”, la desafió Moyano. Pidió que el Congreso no sea una escribanía y apuntó a La Cámpora sin nombrarla. “Ustedes son militantes porque van a trabajar. No son una militancia rentada. Ahora han hecho de la militancia una forma de vida”, concluyó.

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