En este momento se encuentra reunida la plana mayor del sciolismo y hay gran tensión porque la Rosada no se puso en contacto con ellos. El gobernador llamó dos veces a la presidenta, pero no le contestó. “Las próximas 24 horas son el límite para el acuerdo”, dicen en La Plata. Las condiciones que pide Scioli para un arreglo y las alternativas que evalúa si rompe.
Las frenéticas negociaciones de cara al cierre de listas para las elecciones primarias podrían terminar en una ruidosa ruptura entre la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Daniel Scioli, si la Casa Rosada no retoma el contacto para alcanzar un acuerdo electoral y político.
Fuentes de la Gobernación bonaerense dijeron a LPO que en estos momentos se encuentra reunida la plana mayor del sciolismo analizando las posibilidades frente al cierre de listas que se producirá en 48 horas. Las fuentes reconocieron que hay un clima de enorme tensión porque desde Balcarce 50 no se pusieron en contacto con ellos luego de las dos reuniones exploratorias que mantuvieron Carlos Zannini y Alberto Pérez.
“Daniel llamó dos veces a la presidenta y ella no le contestó”, reconocieron desde el entorno de Scioli. En las reuniones con el secretario de Legal y Técnica, el jefe de Gabinete bonaerense había exigido que el diálogo para cerrar un acuerdo incluyera una reunión entre el gobernador y la presidenta para redefinir los términos de la alizna político electoral y la asistencia financiera a la provincia, pero parece que eso no sucederá.
Las fuentes sciolistas dijeron que esperaran hasta mañana al mediodía una propuesta concreta desde el Gobierno nacional. Si esa propuesta no llega, tomarían la decisión de romper con el kirchnerismo. “Las próximas 24 horas son el límite para el acuerdo”, aseguran.
“Si esto sigue así, vamos a tener las manos libres para hacer lo que queramos”, sostienen, casi resignados a que no llegue ningún llamado desde la Casa Rosada. Esto los liberaría para definir una estrategia electoral propia. “Estaríamos enfrente”, agregaron.
Las exigencias que pone Daniel Scioli no son para nada descabelladas si se toman en cuenta lo que sucedió con el armado de las listas en 2011. El gobernador pidió dos lugares en la nómina de diputados nacionales y ocho lugares para la Cámara baja bonaerense.
Pero el principal pedido que realizó tiene que ver con definir la naturaleza de la alianza política, más allá de lo meramente electoral. Zannini escuchó de boca de Pérez un reproche por el recorte de fondos para la Provincia. Ahora, el gobernador quiere que le aseguren que no volverá a suceder lo del último año y medio y que tendrá el respaldo económico para gestionar.
Además, exige que se frenen las actitudes opositoras de los legisladores kirchneristas que responden a Gabriel Mariotto y La Cámpora. Es decir, lo que Scioli pretende es asegurarse la gobernabilidad para los dos años de mandato que le quedan.
¿Qué sucederá si la Casa Rosada no acepta esto? El entorno del gobernador tiene decidido cruzarse a la vereda de enfrente y jugar fuerte en las elecciones de octubre. Los sciolistas no descartan ninguna alternativa.
La más cercana y concreta es terminar de blanquear el acuerdo con Francisco De Narváez y jugar fuerte en la boleta del Colorado y Hugo Moyano, en la que casi seguro habrá presencia de La Juan Domingo, más allá de lo que suceda con la relación Scioli-Cristina.
Otra posibilidad es que el gobernador negocie un acuerdo con quien asoma como uno de sus rivales para 2015: Sergio Massa. Pero la plana mayor sciolista tampoco descarta una tercera opción: un gran acuerdo Scioli-Massa-De Narváez para enfrentar al kirchnerismo.
Sin embargo, en el entorno del intedente de Tigre son escépticos respecto de estas posibilidades. "Ya no tenemos lugar, se acordaron tarde", afirmaron a LPO.
Allegados a Massa se encargaron de subrayar la mala relación que existe con De Narváez y no decartaron que una vez más, el sciolismo los use como amenaza para forzar un acuerdo con la Casa Rosada. Eso si: Aceptarían encantados que Karina Rabollini se sume a su lista de diputados nacionales.
Fuentes de la Gobernación bonaerense dijeron a LPO que en estos momentos se encuentra reunida la plana mayor del sciolismo analizando las posibilidades frente al cierre de listas que se producirá en 48 horas. Las fuentes reconocieron que hay un clima de enorme tensión porque desde Balcarce 50 no se pusieron en contacto con ellos luego de las dos reuniones exploratorias que mantuvieron Carlos Zannini y Alberto Pérez.
“Daniel llamó dos veces a la presidenta y ella no le contestó”, reconocieron desde el entorno de Scioli. En las reuniones con el secretario de Legal y Técnica, el jefe de Gabinete bonaerense había exigido que el diálogo para cerrar un acuerdo incluyera una reunión entre el gobernador y la presidenta para redefinir los términos de la alizna político electoral y la asistencia financiera a la provincia, pero parece que eso no sucederá.
Las fuentes sciolistas dijeron que esperaran hasta mañana al mediodía una propuesta concreta desde el Gobierno nacional. Si esa propuesta no llega, tomarían la decisión de romper con el kirchnerismo. “Las próximas 24 horas son el límite para el acuerdo”, aseguran.
“Si esto sigue así, vamos a tener las manos libres para hacer lo que queramos”, sostienen, casi resignados a que no llegue ningún llamado desde la Casa Rosada. Esto los liberaría para definir una estrategia electoral propia. “Estaríamos enfrente”, agregaron.
Las exigencias que pone Daniel Scioli no son para nada descabelladas si se toman en cuenta lo que sucedió con el armado de las listas en 2011. El gobernador pidió dos lugares en la nómina de diputados nacionales y ocho lugares para la Cámara baja bonaerense.
Pero el principal pedido que realizó tiene que ver con definir la naturaleza de la alianza política, más allá de lo meramente electoral. Zannini escuchó de boca de Pérez un reproche por el recorte de fondos para la Provincia. Ahora, el gobernador quiere que le aseguren que no volverá a suceder lo del último año y medio y que tendrá el respaldo económico para gestionar.
Además, exige que se frenen las actitudes opositoras de los legisladores kirchneristas que responden a Gabriel Mariotto y La Cámpora. Es decir, lo que Scioli pretende es asegurarse la gobernabilidad para los dos años de mandato que le quedan.
¿Qué sucederá si la Casa Rosada no acepta esto? El entorno del gobernador tiene decidido cruzarse a la vereda de enfrente y jugar fuerte en las elecciones de octubre. Los sciolistas no descartan ninguna alternativa.
La más cercana y concreta es terminar de blanquear el acuerdo con Francisco De Narváez y jugar fuerte en la boleta del Colorado y Hugo Moyano, en la que casi seguro habrá presencia de La Juan Domingo, más allá de lo que suceda con la relación Scioli-Cristina.
Otra posibilidad es que el gobernador negocie un acuerdo con quien asoma como uno de sus rivales para 2015: Sergio Massa. Pero la plana mayor sciolista tampoco descarta una tercera opción: un gran acuerdo Scioli-Massa-De Narváez para enfrentar al kirchnerismo.
Sin embargo, en el entorno del intedente de Tigre son escépticos respecto de estas posibilidades. "Ya no tenemos lugar, se acordaron tarde", afirmaron a LPO.
Allegados a Massa se encargaron de subrayar la mala relación que existe con De Narváez y no decartaron que una vez más, el sciolismo los use como amenaza para forzar un acuerdo con la Casa Rosada. Eso si: Aceptarían encantados que Karina Rabollini se sume a su lista de diputados nacionales.
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