La preocupación del sciolismo es que Massa no estire demasiado la diferencia en octubre, cuya implicancia sería colocar al intendente de Tigre como otro de los presidenciables con carné peronista
Scioli logró absolución de parte de la Presidenta apenas un par de semanas después de haber sido retado en público por ella misma. Su buena imagen pública lo hacen necesario para la campaña, y desde el sciolismo se encargan de recordar que “antes de que Daniel empezara a caminar con él, Martín (Insaurralde) tenía mucho menos intención de voto de la que finalmente tuvo”. También dicen que “Massa no creció demasiado de lo que decían las encuestas iniciales”.
Hacia fuera hay una intención de sopesar la verdadera preocupación existente puertas adentro.
La razón de la preocupación radica en que si Massa superara en octubre los 40 puntos, o le sacara más de 9 o 10 de di-ferencia a Insaurralde, se ubicaría per se como presidenciable, y se metería en una discusión de la que no viene participando.
El Gobernador seguirá, entonces, como una de las principales cartas proselitistas del Frente para la Victoria. La derrota no le es ajena y, para colmo, puede poner en riesgo su sueño de suceder a Cristina Fernández. Hará todo lo posible por
preservarlo.
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