Aunque creen no perderán el control de la Cámara de Diputados, en caso de quedar en minoría los referentes del bloque K confían en que el radicalismo le impedirá protagonismo al intendente. Pero en la UCR anticipan que pelearán por la presidencia y en ese debate no podrá quedar afuera el tirgense.
El kirchnerismo confía en que el bloque radical impedirá que Sergio Massa sea el próximo presidente de la Cámara de Diputados y hasta contribuirá para boicotear su tarea legislativa y opacar su creciente figura.
Ese fue uno de los temas que trataron anoche los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires que se reunieron en el Salón Parodi de la Cámara, donde se juntaron para hacer catarsis por la derrota electoral.
Si los resultados del domingo se repiten en octubre, el kirchnerismo mantendría una ajustada mayoría del recinto. Y aunque en la bancada creen que eso ocurrirá, el miedo mayor es que en diciembre muchos de los propios se rebelen y tomen otro rumbo.
“Son 117 diputados de todas las provincias. ¿Cómo hacemos para que alguno que perdió no se enoje y haga rancho aparte buscando otro padrinazgo?”, reflexionaban. Este año hubo casos como el de el santafesino Oscar “Cachi” Martínez, quien desapareció en la reforma judicial.
Hubo otro caso de sinceridad brutal por parte de diputados miembros de la conducción que puntearon la elección el lunes para diagramar un próximo congreso. “En realidad, esto es ciencia ficción”, dijeron, con lapicera en mano.
Ante casos así, el presidente de la Cámara Julián Domínguez ya evalúa escenarios posibles con el objetivo de que Massa sea el último en capitalizar una hipotética minoría oficialista.
Y la esperanza son los radicales. “No van a permitir que Massa tome vuelo”, se lo escuchó decir anoche a uno de los hombres mas fuertes del bloque.
En la UCR creen de todos modos que esta vez no dejarán pasar la posibilidad de quedarse con la presidencia de la Cámara, como hicieron en 2009 cuando prefirieron dominar las comisiones pero no la máxima autoridad del recinto.
“Si queremos que el Congreso funcione tenemos que ir por la presidencia. Esa vez acompañamos a Eduardo Fellner y no pudimos tratar muchos temas por no manejar la agenda”, se sinceró ante LPO el formoseño Ricardo Buryaile.
Si surgiera ese debate entre la oposición, la UCR contaría con la mayoría pero Massa no podría quedarse afuera por contar con no menos de 14 diputados, si replica en octubre la elección del domingo.
Y no hay ninguna ecuación posible de una oposición con poder excluyendo esa cantidad de bancas por fuera del Frente para la Victoria.
En su idea de no perder la cordura, Massa también tendrá el dilema de optar por mezclarse en ese entuerto o ser funcional al kirchnerismo haciéndose a un lado.
El plan de acción en 2014 es un tema de debate en el massismo, donde saben que deberán mantener el centro de atención sin caer en contradicciones que sean capitalizadas por el Gobierno.
El bosquejo inicial es fomentar debates con proyectos legislativos y aprovechar el parate que habrá con la realización del Mundial de fútbol en Brasil.
Pero antes, en diciembre, Massa deberá decidir qué posición toma con la renovación de autoridades de la Cámara y el reparto de cargo en las comisiones. Y asumir los riegos que considere oportunos.
Ese fue uno de los temas que trataron anoche los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires que se reunieron en el Salón Parodi de la Cámara, donde se juntaron para hacer catarsis por la derrota electoral.
Si los resultados del domingo se repiten en octubre, el kirchnerismo mantendría una ajustada mayoría del recinto. Y aunque en la bancada creen que eso ocurrirá, el miedo mayor es que en diciembre muchos de los propios se rebelen y tomen otro rumbo.
“Son 117 diputados de todas las provincias. ¿Cómo hacemos para que alguno que perdió no se enoje y haga rancho aparte buscando otro padrinazgo?”, reflexionaban. Este año hubo casos como el de el santafesino Oscar “Cachi” Martínez, quien desapareció en la reforma judicial.
Hubo otro caso de sinceridad brutal por parte de diputados miembros de la conducción que puntearon la elección el lunes para diagramar un próximo congreso. “En realidad, esto es ciencia ficción”, dijeron, con lapicera en mano.
Ante casos así, el presidente de la Cámara Julián Domínguez ya evalúa escenarios posibles con el objetivo de que Massa sea el último en capitalizar una hipotética minoría oficialista.
Y la esperanza son los radicales. “No van a permitir que Massa tome vuelo”, se lo escuchó decir anoche a uno de los hombres mas fuertes del bloque.
En la UCR creen de todos modos que esta vez no dejarán pasar la posibilidad de quedarse con la presidencia de la Cámara, como hicieron en 2009 cuando prefirieron dominar las comisiones pero no la máxima autoridad del recinto.
“Si queremos que el Congreso funcione tenemos que ir por la presidencia. Esa vez acompañamos a Eduardo Fellner y no pudimos tratar muchos temas por no manejar la agenda”, se sinceró ante LPO el formoseño Ricardo Buryaile.
Si surgiera ese debate entre la oposición, la UCR contaría con la mayoría pero Massa no podría quedarse afuera por contar con no menos de 14 diputados, si replica en octubre la elección del domingo.
Y no hay ninguna ecuación posible de una oposición con poder excluyendo esa cantidad de bancas por fuera del Frente para la Victoria.
En su idea de no perder la cordura, Massa también tendrá el dilema de optar por mezclarse en ese entuerto o ser funcional al kirchnerismo haciéndose a un lado.
El plan de acción en 2014 es un tema de debate en el massismo, donde saben que deberán mantener el centro de atención sin caer en contradicciones que sean capitalizadas por el Gobierno.
El bosquejo inicial es fomentar debates con proyectos legislativos y aprovechar el parate que habrá con la realización del Mundial de fútbol en Brasil.
Pero antes, en diciembre, Massa deberá decidir qué posición toma con la renovación de autoridades de la Cámara y el reparto de cargo en las comisiones. Y asumir los riegos que considere oportunos.
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