El vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, informó que la presidenta ya "está en condiciones de retomar sus actividades" el próximo lunes. El último parte médico señala que la mandataria evidencia "ausencia de arritmia significativa y un buen estado cardiovascular".
La presidenta Cristina Fernández "está en condiciones de retomar sus actividades formales" el lunes próximo, según informó el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro.
Al leer un nuevo parte médico sobre la salud presidencial en la Casa Rosada, Scoccimarro Rosada aclaró que "los controles clínicos" y el "holter de 48 horas" a los que fue sometida "han apuesto en evidencia la ausencia de arritmia significativa y un buen estado cardiovascular".
Llamó la atención que se hablara de un regreso de la Presidenta a actividades "formales" y por otro lado la continuación del reposo por una semana más cuando según el propio parte ya no enfrenta problemas de salud. En el enterior parte le habían dado el alta neurológica y neuroquirúgica, por la intervención a la que se la sometió para quitarle un hematoma en el cerebro.
El parte que leyó hoy el secretario de Comunicación detalló además la afección cardíaca que sufre la Presidenta. Según el comunicado tiene "un bloqueo intermitente de la rama de conducción eléctrica izquierda que no interfiere con una normal frecuencia y función cardíacas".
Allegados a la Presidenta hacer rato que vienen diciendo que el principal problema que enfrenta es cardíaco y hasta se habla de colocarle un marcapasos. Además, el equipo médico que dirige el neurocirujano Facundo Manes ordenó durante su mes de reposo evitar toda situación de stress, al punto que llegaron a prohibirle leer diarios, escuchar la radio y ver canales de aire. Incluso le recomendaron no ver películas de acción ni de suspenso, por lo que Cristina eligió mayormente sitcoms y la lectura de libros.
El equipo médico y su hijo Máximo Kirchner fueron los encargados de filtrar todo tipo de presión que proveniera de la gestión o la política, por lo que persisten las dudas sobre que quiere decir exactamente el comunicado cuando habla de su regreso a la actividad.
De hecho, algunas limitaciones en su actividad, aún después del alta neurológica y cardíaca persisten. Por al menos un mes no podrá viajar en helicópetro ni avión.
Scoccimarro agregó que tras recibir el alta cardiológica, la Presidente "continuará a partir de ahora con los controles de prevención secundaria", que consistirán en "una prueba de movimiento oscilatorio corporal y de esfuerzos pendientes" y en un "control de neuroimagen para evaluar el traslado aéreo". Éste último se hará el 9 de diciembre.
Finalmente, se informó que "dado el retorno a un estado ambulatorio", las futuras comunicaciones sobre la evaluación de la salud de la jefa de Estado será emitidas por la Unidad Médica Presidencial en lugar de la Fundación Favaloro.
Esta situación también plantea algún tipo de interrogante ya que el equipo que dirige el médico presidencial Luis Buonuomo enfrenta serias críticas, desde que no previó adecuadas instalaciones para un caso de emergencia como el que acabo con la vida de Néstor Kirchner y fue parte del papelón del mal diagnóstico de cáncer de la Presidenta.
En el entorno de Cristina reconocían el salto de calidad que representó la aparición de Manes como máxima autoridad médica en cuestiones de la salud presidencial. Pero este prestigioso neurocirujano exigió control total de los tiempos y las formas del proceso de recuperación de la Presidenta.
Al leer un nuevo parte médico sobre la salud presidencial en la Casa Rosada, Scoccimarro Rosada aclaró que "los controles clínicos" y el "holter de 48 horas" a los que fue sometida "han apuesto en evidencia la ausencia de arritmia significativa y un buen estado cardiovascular".
Llamó la atención que se hablara de un regreso de la Presidenta a actividades "formales" y por otro lado la continuación del reposo por una semana más cuando según el propio parte ya no enfrenta problemas de salud. En el enterior parte le habían dado el alta neurológica y neuroquirúgica, por la intervención a la que se la sometió para quitarle un hematoma en el cerebro.
El parte que leyó hoy el secretario de Comunicación detalló además la afección cardíaca que sufre la Presidenta. Según el comunicado tiene "un bloqueo intermitente de la rama de conducción eléctrica izquierda que no interfiere con una normal frecuencia y función cardíacas".
Allegados a la Presidenta hacer rato que vienen diciendo que el principal problema que enfrenta es cardíaco y hasta se habla de colocarle un marcapasos. Además, el equipo médico que dirige el neurocirujano Facundo Manes ordenó durante su mes de reposo evitar toda situación de stress, al punto que llegaron a prohibirle leer diarios, escuchar la radio y ver canales de aire. Incluso le recomendaron no ver películas de acción ni de suspenso, por lo que Cristina eligió mayormente sitcoms y la lectura de libros.
El equipo médico y su hijo Máximo Kirchner fueron los encargados de filtrar todo tipo de presión que proveniera de la gestión o la política, por lo que persisten las dudas sobre que quiere decir exactamente el comunicado cuando habla de su regreso a la actividad.
De hecho, algunas limitaciones en su actividad, aún después del alta neurológica y cardíaca persisten. Por al menos un mes no podrá viajar en helicópetro ni avión.
Scoccimarro agregó que tras recibir el alta cardiológica, la Presidente "continuará a partir de ahora con los controles de prevención secundaria", que consistirán en "una prueba de movimiento oscilatorio corporal y de esfuerzos pendientes" y en un "control de neuroimagen para evaluar el traslado aéreo". Éste último se hará el 9 de diciembre.
Finalmente, se informó que "dado el retorno a un estado ambulatorio", las futuras comunicaciones sobre la evaluación de la salud de la jefa de Estado será emitidas por la Unidad Médica Presidencial en lugar de la Fundación Favaloro.
Esta situación también plantea algún tipo de interrogante ya que el equipo que dirige el médico presidencial Luis Buonuomo enfrenta serias críticas, desde que no previó adecuadas instalaciones para un caso de emergencia como el que acabo con la vida de Néstor Kirchner y fue parte del papelón del mal diagnóstico de cáncer de la Presidenta.
En el entorno de Cristina reconocían el salto de calidad que representó la aparición de Manes como máxima autoridad médica en cuestiones de la salud presidencial. Pero este prestigioso neurocirujano exigió control total de los tiempos y las formas del proceso de recuperación de la Presidenta.
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