El massismo denunció que el acuerdo entre el FAP y el kirchnerismo para el reparto de cargos que se dio en el Congreso Nacional, podría ser el primer paso de un entendimiento más amplio que permita una reforma constitucional con Cristina como primera ministra. En Santa Fe también se discute una reforma de la carta magna provincial.
La posibilidad de una reforma constitucional que habilite un modelo al estilo ruso que permita a Cristina Kirchner ser la primer ministra del próximo presidente, fue denunciada por el massismo, que encendió luces de alarma luego que el FAP que lidera Hermes Binner y el kirchnerismo avanzaran en un entendimiento en el Congreso nacional para repartirse cargos claves, entre ellos un lugar en el Afsca.
“Nos gustaría saber qué opina el socialismo de la reforma constitucional a nivel nacional, si sigue manteniendo los mismos postulados que hace un tiempo atrás”, se preguntó el diputado nacional santafesino Oscar “Cachi” Martínez en diálogo con LPO y denunció que “tal vez busquen también acordar una reforma constitucional nacional para habilitar un primer ministro y que Cristina sea ese primer ministro”.
El massismo se indignó cuando cayó en la cuenta que el Gobierno anticipaba el reparto de cargos con el FAP antes que asumen las nuevas mayorías electas en octubre, como una manera de correrlos de una discusión en la que creen tener derecho a estar.
La confirmación del diputado Gerardo Milman del FAP en el directorio del AFSCA fue vista desde el Frente Renovador como una señal inequívoca de la negociación que se terminaría de cristalizar con las designaciones de las autoridades de la Cámara de Diputados, el 10 de diciembre próximo, en las que el kirchnerismo también preferiría sellar acuerdos con la fuerza que integran socialistas y radicales.
Este entendimiento volvió a despertar los fantasmas de un eventual pacto en entre el socialismo y el kirchnerismo que con la excusa de instaurar un sistema “parlamentario” le abra la puerta al Gobierno para forzar una sucesión al estilo de Putín, con Cristina Kirchner como primer ministra de un presidente sin poder real.
El capítulo santafesino
Las especulaciones se dispararon porque el socialismo también está buscando una reforma constitucional en Santa Fe –el territorio que gobierna- y el kirchnerismo podría ayudarlo a alcanzar ese objetivo.
En este momento en Legislatura santafecina también se acumula una agenda frondosa: La definición de las autoridades, la aprobación del presupuesto 2014 y la convocatoria a una posible reforma constitucional son los temas fundamentales donde se verá reflejado el nivel de acuerdo entre las dos fuerzas.
Es que en medio de la campaña para las legislativas de octubre, el gobernador Antonio Bonfatti, levantó su perfil cuando confesó su deseo de reformar la constitución provincial.
“Nos sorprende esta irrupción del socialismo, retomando un tema que había sido planteado en el discurso inicial de la gestión de Bonfatti”, afirmó Cachi Martínez, para luego preguntarse: “Nos gustaría saber si eso no es parte de un acuerdo del Frente para la Victoria y el Frente Cívico y Social”
“Nos gustaría saber qué opina el socialismo de la reforma constitucional a nivel nacional, si sigue manteniendo los mismos postulados que hace un tiempo atrás”, se preguntó el diputado nacional santafesino Oscar “Cachi” Martínez en diálogo con LPO y denunció que “tal vez busquen también acordar una reforma constitucional nacional para habilitar un primer ministro y que Cristina sea ese primer ministro”.
El massismo se indignó cuando cayó en la cuenta que el Gobierno anticipaba el reparto de cargos con el FAP antes que asumen las nuevas mayorías electas en octubre, como una manera de correrlos de una discusión en la que creen tener derecho a estar.
La confirmación del diputado Gerardo Milman del FAP en el directorio del AFSCA fue vista desde el Frente Renovador como una señal inequívoca de la negociación que se terminaría de cristalizar con las designaciones de las autoridades de la Cámara de Diputados, el 10 de diciembre próximo, en las que el kirchnerismo también preferiría sellar acuerdos con la fuerza que integran socialistas y radicales.
Este entendimiento volvió a despertar los fantasmas de un eventual pacto en entre el socialismo y el kirchnerismo que con la excusa de instaurar un sistema “parlamentario” le abra la puerta al Gobierno para forzar una sucesión al estilo de Putín, con Cristina Kirchner como primer ministra de un presidente sin poder real.
El capítulo santafesino
Las especulaciones se dispararon porque el socialismo también está buscando una reforma constitucional en Santa Fe –el territorio que gobierna- y el kirchnerismo podría ayudarlo a alcanzar ese objetivo.
En este momento en Legislatura santafecina también se acumula una agenda frondosa: La definición de las autoridades, la aprobación del presupuesto 2014 y la convocatoria a una posible reforma constitucional son los temas fundamentales donde se verá reflejado el nivel de acuerdo entre las dos fuerzas.
Es que en medio de la campaña para las legislativas de octubre, el gobernador Antonio Bonfatti, levantó su perfil cuando confesó su deseo de reformar la constitución provincial.
“Nos sorprende esta irrupción del socialismo, retomando un tema que había sido planteado en el discurso inicial de la gestión de Bonfatti”, afirmó Cachi Martínez, para luego preguntarse: “Nos gustaría saber si eso no es parte de un acuerdo del Frente para la Victoria y el Frente Cívico y Social”
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