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jueves, 8 de mayo de 2014

El CPC de Granados y la sabana corta

Reeditó los comandos radioeléctricos y centralizó la coordinación, junto con intendentes. Pero todo con el mismo personal y los mismos móviles. Muchas comisarías quedaron casi desguarnecidas
El nombre es entre ampuloso y pretencioso: Comando de Patrulla Comunitaria. Su sigla, CPC, hasta tiene reminiscencias ma-cristas. Pero más allá de cualquier cuestión semántica intrascendente, es el proyecto de Granados and Cia. y muchos intendentes para centralizar la actuación policial en las grandes urbes.

No es la solución al problema de la inseguridad, eso está claro. Ni siquiera está vendido de ese modo. Granados ha sido sincero en la materia: hay más delitos, la gente se siente más desprotegida y nada es invento de los medios. Esa es su línea argumental que ha hecho pública.

Y el CPC, que ya fue presentado en algunas ciudades, luce como un arma de doble filo. ¿De qué se trata?
Primero, y básicamente, de ubicar en un mismo lugar la gran mayoría de los móviles disponibles (patrulleros, motos) junto a los organismos de control urbano locales, además de los recursos humanos.

En la capital provincial, por ejemplo, se destinaron 550 efectivos y 80 móviles de la Bonaerense, junto a 60 patrullas comunales (entre autos y motos) y 300 agentes municipales. Fenómeno. La cuestión es de dónde salieron todos estos recursos. La respuesta es simple: de las comisarías.

Para algunos, es la vieja historia de la manta corta. Hoy las 16 comisarías de La Plata quedaron casi desguarnecidas, a un promedio de 1/2 móviles por cada dependencia, y algunas con menos de 10 hombres. Hay casos en que sacaron más de 30 personas.

El tema no es menor, y ha despertado fuertes interrogantes dentro de la Cúpula. Tanto es así que se realizaron diversas reuniones en las que algunos comisarios se fue-ron con más dudas que certezas. Las comisarías con calabozos son las más comprometidas.

Otra pregunta todavía sin respuesta es qué pasa con el armamento. Escopetas, por ejemplo, fueron retiradas de las comisarías para guarecer al CPC, donde no había. En virtud de la emergencia es de esperar nuevas armas, chalecos y patrulleros. Pero aún no han llegado. Esta es la realidad.

Granados ha sacado más gente que de costumbre a la calle; ése es otro dato objetivo. De hecho, hasta quitó gran parte de la custodia de la Casa de Gobierno (más de 60 hombres) para ponerla a disposición del CPC.

Entre el personal se ha suscitado un cuestionamiento que aún perdura, vinculado con el régimen laboral. Hay efectivos que deben realizar 12 por 12 horas, lo que también impone un cambio.

La Plata está dividida en 77 cuadrículas (el intendente Bruera quiere llevarlas a 100, por el crecimiento demográfico), las cuales ahora se cubren casi en su integridad con el nuevo CPC, que funciona en 21 y 527, zona del estadio Unico.
Además de la capital, los primeros distritos con el CPC son, entre otros, Malvinas, Berazategui, Mar del Plata y Lanús.

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