Dicen que el que se quema con leche, ve una vaca y llora. Algo de eso es lo que estaría pasando dentro del massismo en la Primera Sección Electoral. Y es que los intendentes del FR de esta región, la mayoría de ellos, al igual que el mismo Sergio Massa, con pasado kirchnerista, no quieren ser los promotores y artífices de lo que rotulan con pavor “otro Néstor Kirchner”.
Precisamente, estos mandatarios municipales recuerdan sin melancolía los tiempos en que, a pesar de estar adheridos al ideario “Nac & Pop”, sufrían el ninguneo sistemático de su otrora jefe político, Néstor Kirchner, quien hacía oídos sordos a sus llamados y les cerraba la puerta de la Casa Rosada cuando éstos iban a pedir por obras necesarias en sus distritos para poder conservar ante la opinión pública la capacidad de gestión de sus administraciones.
Actualmente, más allá de formar parte de las filas encabezadas por “+a”, muchos de estos jefes comunales empezaron a advertir el distanciamiento del tigrense hacia sus figuras, sintiendo que no sólo no son hombres de consulta, sino que tampoco son atendidos con regularidad por el ganador de la pasada elección en territorio bonaerense.
Este escenario, que se agrava aún más si se tiene en cuenta que son alcaldes de la sección electoral que integra al pago chico de Massa, hizo que se organice días atrás este encuentro de emergencia. De hecho, fuentes cercanas a los participantes de la reunión deslizaron a NOVA que cuando el líder del FR se enteró del cónclave quiso participar del mismo, lo cual llevó a plantarse a los intendentes bajo una consigna: “Si va Sergio, la reunión no se hace”. Diplomáticamente, se comunicó ese mensaje a Massa, quien con marcado malestar aceptó no asistir y modificar sus planes para ir a la presentación de la “Tarjeta Joven” en el distrito de Almirante Brown.
Ese gesto fue parte de una actitud que de aquí en más los jefes comunales quieren tomar con su referente: marcarle la diferencia entre acompañamiento y subordinación, dejándole en claro que, en sus distritos, ellos tienen peso propio y que no tienen su futuro político únicamente atado a la tracción de la figura del líder.
De esta manera, en la reunión los intendentes definieron su rol dentro del Frente Renovador y compartieron experiencias de malestar ante los ninguneos de Massa: “No me atiende el celular”, expresó uno. “Te mira por arriba del hombro”, despotricó otro. Así, algunos alcaldes que formaron parte del Frente para la Victoria hicieron algunas analogías con las actitudes que tomaba para con ellos el ex presidente Néstor Kirchner, quien tenía su teléfono apagado para sus pedidos mientras le entregaba espacios de poder a los muchachos de “La Cámpora”.
Vale recordar que la Primera Sección Electoral cuenta con tres intendentes con aspiraciones dentro del massismo a ser candidatos a gobernador: Joaquín De la Torre (San Miguel), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) y Gustavo Posse (San Isidro). En tanto, cuenta con jefes comunales de relevancia dentro del FR comoGabriel Katopodis (San Martín), Raúl Othacehé (Merlo), Humberto Zúccaro(Pilar), Carlos Selva (Mercedes), Luís Acuña (Hurlingham), y el intendente del municipio del jefe, Julio Zamora (Tigre).
Tuteándose con el macrismo
Ante este panorama, algunos jefes comunales lanzaron la posibilidad de emigrar al macrismo de ahondarse el ninguneo de Massa, aunque hasta el momento es más una amenaza impulsada por arranques de bronca que otra cosa.
Aunque ya estaría existiendo el diálogo concreto con un Macri, puntualmente con Jorge, intendente de Vicente López, quien ha empezado a evaluar la posibilidad de dar el zarpazo al FR de persistir y profundizarse la tirante relación con su primo Mauricio y, fundamentalmente, con los armadores de la campaña presidencial del jefe de Gobierno porteño, el ministro de Gobierno de la Ciudad, Emilio Ponzó, yMarcelo Daletto, un ex menemista acusado de hechos de corrupción en tiempos en que era director Nacional de la Juventud.
Peleas dentro del massismo
Aunque los resquemores dentro del massismo no son exclusivos de la Primera Sección. Y es que el pasado miércoles se vivió una situación sumamente tensa dentro del bloque FR dentro de la Cámara de Diputados de la provincia. Los protagonistas de la disputa fueron Juan José Amondarain y Rubén Eslaiman.
La mala relación entre ambos proviene de los tiempos en que se disputaban la presidencia de la bancada, la cual finalmente quedó para Jorge Sarghini. Pero el fuego de la discordia se avivó previo a la última sesión cuando dentro del seno del bloque se estaba discutiendo prorrogar la emergencia de la infraestructura edilicia del Poder Judicial de la provincia. Con posicionamientos encontrados, los cruces acalorados habrían pasado a las trompadas, aunque más tarde desde el bloque se elevó un comunicado desmintiendo los golpes de puño. Así, el massismo vive días de tensión interna.
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