“El dinero no es todo pero cómo ayuda”. El título de este reconocido tema de los Auténticos Decadentes bien podría encajar en la situación actual que atraviesaSergio Massa en lo referente a la extrema necesidad de recursos para financiar su campaña presidencial.
Y es que, a diferencia de sus dos principales competidores (Mauricio Macri yDaniel Scioli), quienes cuentan con el colchón económico de las administraciones porteña y bonaerense respectivamente para llevar adelante acciones de gobierno con aroma a propaganda electoral, el tigrense se encuentra rezagado en este aspecto, razón por la cual extiende permanentemente lazos con empresarios y gremialistas con el fin de que éstos hagan el aporte monetario necesario para que el líder del FR pueda seguir dando pelea en la dura batalla electoral.
Una muestra de ello puede ser el desembarco al massismo del diputado nacional y empresario Francisco De Narváez, hacia quien el ex intendente de Tigre aparenta orientar sus predilecciones de cara a la interna que se dará en su espacio por la candidatura a la gobernación provincial, algo que ha disparado varios resquemores de los dirigentes que aspiran al mismo cargo pero que están en el plato renovador desde la primera hora.
Ante este panorama, algunas voces deslizaron que, al momento de otorgar su bendición en los diversos estamentos, Massa no mide por el grado de lealtad y capacidad, sino por el ancho de la billetera. Y esto podría observarse en el caso de La Matanza, territorio donde el Frente Renovador contaba con dos referentes: por un lado, el ex diputado nacional y presidente de la Cámara de Empresas Exportadoras Argentinas, Miguel Saredi, mientras que, por el otro, el actual diputado provincial y titular del Sindicato de Empleados de Comercio de la Zona Oeste, Julio Ledesma.
Siendo un hombre de larga trayectoria política, Saredi supo ser mano derecha del ex Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien lo colocó como su representante en el Mercado Central. Más allá de ello, este dirigente que supo ser mencionado en las revistas del corazón por su acercamiento con la ex Gran Hermano, Rocío Gancedo, decidió jugársela por el proyecto de Sergio Massa y pelear bajo su sello por la intendencia de La Matanza.
Sin embargo, para la disputa en el distrito actualmente administrado por Fernando Espinoza, el tigrense inclino la balanza en favor de Ledesma y lo colocó como único candidato de su espacio en territorio matancero. ¿El motivo? La necesidad imperiosa de recursos para la campaña, conjugada a la considerable billetera con la que puede disponer el secretario General de un gremio como en de Empleados de Comercio.
Vale señalar que Ledesma ya cuenta en su historial con un fuerte antecedente de “sostén” económico a un candidato presidencial: Néstor Kirchner. El gremialista supo “bancar” varias recorridas del pingüino por diversos puntos del país, sobre todo en el Chaco, provincia de la cual es oriundo el hombre del Sindicato de Empleados de Comercio. La fuerte ligazón de Ledesma con el mundo K finalizó cuando, ya en el poder, el ex presidente decidió quitarle el apoyo en su deseo de pelear por la intendencia de La Matanza, aspiraciones que conserva al día de hoy.
Por su parte, Saredi decidió incorporarse a las huestes del PRO, espacio desde el que ya ha lanzado su precandidatura a la intendencia, apoyada también por dirigentes del radicalismo. En este contexto, fuentes confiables afirmaron a NOVAque el malestar dentro de un sector de la dirigencia del Frente Renovador crece a medida que observan a su líder más preocupado por encontrar financistas de campaña que por diseñar estrategias serias para revertir un panorama que lo posiciona cada vez más rezagado en la carrera presidencial.
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