La oposición cargará mucho las tintas sobre Aníbal Fernández, elegido candidato a gobernador bonaerense por el Frente para la Victoria. Es una preocupación para Daniel Scioli, quien, de todos modos, hará campaña al lado del actual jefe de Gabinete.
Con la frase, Galmarini confirmó por dónde irá el tono discursivo en la pelea bonaerense. Desde el frente Cambiemos, la estrategia será la misma.
“Aníbal y Daniel van a ser siameses”, dicen para afuera en el sciolismo, en referencia a cómo trabajarán en la campaña. Pero inquieta la verborragia del candidato bonaerense y si podrá asir y respetar las pautas de comunicación que los naranjas pretenden imponer en esta etapa del proceso.
Por el momento, el quilmeño promete hacer todos los deberes, al menos hasta octubre, aunque ya tuvo un desliz que disfrazó de chiste.
Algunos laderos del Gobernador dejan correr la versión sobre la conveniencia de una licencia de Aníbal en su cargo de jefe de Gabinete, que lo corra de esa responsabilidad de hablar de todos los temas complicados para el oficialismo a primera hora de la mañana todos los días.
Justamente, para Fernández ésa es su mejor arma; por eso, desde otro sector del sciolismo se resignan, y hasta dicen: “Aníbal va a seguir siendo jefe de Gabinete y va a recorrer la Provincia con Daniel, sin desprenderse ninguno de los dos de su función ejecutiva”.
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