Aunque en público apuntó sus cañones contra Julián Domínguez y Fernando Espinoza, en la intimidad Aníbal Fernández cree que quien estuvo detrás de la denun
cia por el triple crimen y el tráfico de efedrina fue Daniel Scioli.
El jefe de Gabinete había recibido hace tiempo el aviso de que Jorge Lanata obtendría
el testimonio de Martín Lanatta, condenado por la Justicia como el autor material del
triple crimen de General Rodríguez y sobre quien pesó la sospecha de tener vínculo
con Aníbal.
La noticia a Fernández se la dio el ministro de Justicia de Scioli, Ricardo Casal. De
ese funcionario depende el Servicio Penitenciario Bonaerense, encargado de autori
zar el ingreso de las cámaras y los periodistas al penal de General Alvear, donde está
preso Lanatta.
En ese momento Aníbal no le dio importancia. Pero cuando vio el informe de Lanata,
estalló contra el ministro bonaerense. Fernández dice que el mensaje que recibió de
Casal fue para despegarse de la operación que -según él- le armó Scioli. “Los dejaron
entrar a la cárcel y después me avisan para despegarse”, gruñe en la intimidad.
El lunes por la noche, Aníbal fue consultado en un programa de televisión si creía que
el sciolismo estuvo detrás de la autorización para que Lanata entre al penal. El minis
tro lo negó rotundamente y dijo que una jueza lo había autorizado. Pero 24 horas de
spués, en otra nota televisiva, cambió su mirada y aseguró que investigará hasta las ú
ltimas consecuencias para saber quién estuvo detrás de ese permiso.
En el entorno del quilmeño dicen por lo bajo que en realidad no hubo pedido de Lana
ta a ningún juez y que logró el permiso a través de un pedido administrativo que hizo
a la Provincia. En su explosivo programa del domingo, el conductor agradeció la amab
ilidad del Servicio Penitenciario.
La diputada Patricia Bullrich, que fue secretaria de Asuntos Penitenciarios, aportó a la hipótesis de Aníbal. Según la dirigente macrista, Lanata tuvo que conseguir una orden política para que el SPB le permitiera el ingreso a la cárcel para realizar la entrevista.
Por otro lado, cerca del jefe de Gabinete sostienen que no creen que haya existido una coordinación del sciolismo con Elisa Carrió -que admitió que acercó a la producción de Lanata a los dos involucrados-, sino más bien que “la dejaron actuar” para que perjudique a Aníbal.
El efecto electoral
Mientras tanto, de un lado y del otro, siguen midiendo el efecto electoral de la impactante denuncia contra Aníbal, uno de los precandidatos a gobernador bonaerense del Frente para la Victoria.
Como explicó LPO, el más preocupado es Scioli, que sabe que las consecuencias de esta situación podrían ahuyentarle el voto independiente, que necesita como el agua ya que sin ese aporte no tiene chances de ganar en primera vuelta.
“Daniel lo hace ganar a Aníbal y Aníbal lo hace perder a Daniel”, repiten por estas horas en el sciolismo, donde saben que un triunfo de Fernández en las PASO le generará al ex motonauta una mochila muy difícil de sobrellevar hasta el 25 de octubre.
Por su parte, en el entorno de Fernández dicen que la denuncia de Aníbal los afectó “un poco” pero que van para adelante en la elección, y que su principal preocupación sigue siendo que el domingo no esté su boleta en las mesas del Conurbano.
El jefe de Gabinete sigue furioso con sus rivales y aunque en público le haya apuntado feo a Domínguez, creen que en realidad el impulsor del ataque fue Espinoza, casualmente el más cercano a Scioli de los dos. Cree Aníbal que el matancero es “el más agresivo” de los dos.
En ese contexto, Fernández llegó a evaluar la posibilidad de pedirle públicamente a sus contrincantes que se hagan una rinoscopia, creyendo que uno de ellos quedaría muy complicado. El lunes, en medio de la bronca por la denuncia de Lanata, Aníbal le recomendó a sus rivales “que dejen de comprarle droga a los transas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario