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viernes, 15 de abril de 2016

El PRO Crítica a Bullrich porque dejó la seguridad pública en manos de La Cámpora

LPOEn el Gobierno no pueden creer que la “orga” se convirtiera por ho
ras en una fuerza de seguridad paralela.
Los Rolling Stones quisieron darle al Festival de Altamont de 1969 un to
que hardcore y contrataron a los Hells Angels -Ángeles del Infierno-, una
 banda de motoqueros vinculados al crimen, para que se encargaran de la
 seguridad del recital a cambio de cerveza. El saldo fue un desmadre que 
terminó con un joven asesinado a cuchillazos propinados por uno de los 
motoqueros y con la banda de Mick Jagger escapándose del lugar para sal
varse de la muerte.
47 años después, Patricia Bullrich dejó la
 seguridad pública en manos de La Cám
pora. Pero no lo hizo en un Lollapalooza 
sino en las calles públicas de la Ciudad, en
 medio de la reaparición de Cristina Kirch
ner para declarar en los Tribunales de Co
modoro Py.
La ministra de Seguridad está siendo cues
tionada tanto dentro del Gobierno nacional
 como en el porteño por haber dejado una especie de zona liberada en el ba
rrio de Retiro para que Cristina pudiera reaparecer en un escenario y despo
tricara contra Mauricio Macri.
El ministerio de Bullrich difundió dos días antes del acto un mapa con el va
llado y los detalles del operativo que, según el comunicado oficial, se realiza
ría “a fin de garantizar la libertad de expresión y organizar el tránsito”. No su
cedió ninguna de las dos cosas: el kirchnerismo se apropió por unas horas
 de un sector de la Ciudad que se volvió intransitable y tampoco se garantizó la libertad de expresión, sino que hubo agresiones a periodistas por parte de militantes de La Cámpora.
La bronca con la ministra también la tienen en el gobierno porteño, puesto que prestaron efectivos de la Ciudad pero no formaron parte de la coordinación del operativo que encabezó Bullrich.
Los efectivos sólo fueron dispuestos alrededor del perímetro y la “orga” se 
convirtió por unas horas en una fuerza de seguridad paralela, gracias a las ges
tiones del presidente de la Cámara de Casación, Alejandro Slokar, que fue 
quien se atribuyó la potestad de dejar el operativo en manos de los militantes.
“Lo que sucedió ayer está lejos de lo que habíamos planeado”, se sinceraron 
ante LPO en el ministerio de Bullrich.


Lo curioso es que en medio de la bronca con Bullrich por el insólito episo
dio de ayer, la misma situación se repitió hoy en pleno microcentro con mo
tivo del encuentro entre Cristina y el bloque del Frente para la Victoria.
Los militantes de La Cámpora, siempre con pechera azul, volvieron a mane
jar el operativo callejero, esta vez junto a la Policía Federal, en una sintonía
 similar a la que se ve entre las barras bravas y los efectivos durante los
 partidos de fútbol. Juntos armaron un vallado de más de una cuadra para 
que ingrese el auto de la presidenta.
LPO presenció las protestas de los vecinos que querían circular por la ca
lle Rodríguez Peña, en donde Cristina fue recibida por los diputados. La ca
lle estaba cortada en Perón, dos cuadras antes del lugar del acto, y la Poli
cía pedía documentos a los automovilistas que querían pasar el vallado: si 
no tenían domicilio sobre Rodríguez Peña entre Perón y Rivadavia, no po
dían pasar.

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